

Los cambios que se observan en los mercados, desde en los bonos del gobierno de Estados Unidos hasta las acciones de baja capitalización, sugieren que los inversores están empezando a prepararse para que en las elecciones del mes próximo los demócratas ganen no sólo la Casa Blanca, sino también ambas cámaras del Congreso, lo que llaman la “ola azul .
Hace unas semanas, muchos inversores tenían mayormente dos temores. Por un lado, temían que el presidente Donald Trump se negara a aceptar una derrota en los comicios del 3 de noviembre y tratara de aferrarse al poder si perdiera. El otro era que una victoria demócrata, que supondría mayores regulaciones, impuestos y gastos de salud, sería en líneas generales negativo para las acciones.

Sin embargo, desde que Joe Biden amplió su ventaja en las encuestas tras el debate de candidatos presidenciales el 29 de septiembre, el sentimiento ha cambiado.

Este mes, los inversores se inclinaron por las acciones de valor y se alejaron de las compañías de crecimiento que lideraron el mercado este año. Las de baja capitalización, que no han podido mantener el ritmo de la alta capitalización en el rally que se registra desde marzo, empezaron a superar a sus pares de mayor tamaño. El índice de referencia de acciones estadounidenses S&P 500 subió 9% desde fines de septiembre. Y los precios de los bonos del Tesoro cayeron mientras los inversores se preparan para lo que podría ser un gran paquete fiscal bajo una probable administración a cargo de Biden.
Los analistas dicen que estos movimientos sugieren que los inversores piensan que la presidencia de Trump está llegando a su fin, y que los demócratas podrían apoyar las apuestas arriesgadas.
"Uno de los discursos que prevalecía en el mercado hace unos meses era que una ola azul electoral sería negativa para las acciones porque subirían los impuestos a las sociedades y habría mayor regulación", dijo Solita Marcelli, directora de inversiones para América en UBS Global Wealth Management.
"Pero en las últimas dos semanas ese discurso cambió completamente", agregó. "La ventaja cada vez mayor de Biden en las encuestas y en los mercados de predicciones, y junto con ello la probabilidad de una ola azul, disminuye la incertidumbre electoral". En un primer momento, los inversores quizás le tenían miedo a una ola azul; pero si se demorara o discutiera el resultado de los comicios, la situación sería aún más desconcertante".
El resultado de la votación todavía podría ir en cualquier dirección y los mercados tienen malos antecedentes en lo que respecta a la predicción electoral y su impacto, pero hoy las probabilidades de ganar de Biden son las más altas desde que comenzó la campaña 2020 este año.
Si ganara, y además ayudara al partido a controlar ambas cámaras del Congreso, lo cual no es nada seguro, para Biden sería más fácil subir los impuestos a las sociedades, deshacer la desregulación financiera de Trump y apoyar la energías renovables, que son principios básicos de su plataforma.
"Si las elecciones fueran mañana, creemos que el resultado más probable sería una ola azul", dijo David Lebovitz, estratega de mercado global en JPMorgan Asset Management.
Una canasta de 30 acciones compiladas por Strategas Research a la cual le iría bien si los democratas obtienen un triunfo aplastante este año superó en un 38% a su equivalente republicano. La canasta Biden está dominada por empresas de energía solar y de servicios públicos e incluye al fabricante de autos eléctricos Tesla, que subió cerca de 400% este año.
Las acciones de servicios públicos, consumo básico y materiales se beneficiarían más con una presidencia de Biden, según Columbia Threadneedle. Las iniciativas de electrificación del demócrata favorecerían a las compañías de servicios públicos y las exportaciones de materiales aumentarían porque mejorarían las relaciones con China, según la administradora de fondos.
Mientras tanto, la firma de inversiones sostiene que el sector salud se vería afectado por las presiones sobre los precios de los medicamentos, que el sector energético se perjudicaría con las iniciativas ecológicas, y que un enfoque más estricto en materia de defensa a la competencia no beneficiaría en nada a los servicios de comunicación -un grupo que incluye a Facebook y Google.
Las acciones de los bancos son más difíciles de navegar para los inversores. Podrían verse perjudicadas con un régimen regulatorio más severo impuesto por los demócratas. Pero por el contrario, los precios de los papeles subieron en las últimas semanas, que fue cuando mejoraron las posibilidades de una victoria por parte del ex vicepresidente. Esto indica que los inversores piensan que el crecimiento económico con Biden como presidente pesaría más que las desventajas regulatorias.
"Si todo se mantiene igual, una ola azul probablemente nos impulsaría a mejorar nuestros pronósticos [de crecimiento económico en EE.UU.]", escribió a principios de este mes Jan Hatzius, analista de Goldman Sachs.
El estímulo apuntado a ayudar a las pequeñas y medianas empresas también permitiría a las compañías de baja capitalización ganar terreno sobre las de alta capitalización, dijo Alberto Gallo, jefe de estrategias macro en Algebris Investments. "Los demócratas podrían dar un estímulo que vaya de abajo hacia arriba - podrían darle dinero a [las pequeñas empresas], a los individuos".
Los bonos municipales también podrían prosperar si los demócratas se aseguran ambas cámaras, dijo Elizabeth Young, directora de estrategia de mercado en BNY Mellon Investment Management. "Habría mucha más ayuda federal para los gobiernos locales y de los estados. Eso es importante para los bonos municipales, que creo que se subirían".
Los recientes movimientos del mercado están "directamente relacionados con las políticas que se tomarían si los demócratas arrasan en las elecciones," dijo Jeff Schulze, estratega de inversiones de ClearBridge Investments. "Los mercados empiezan considerar esta nueva realidad."
Traducción: Mariana Oriolo


