Hamás está exigiendo un alto el fuego de cuatro meses y medio en Gaza, la retirada del ejército israelí del territorio y la liberación de al menos 1500 prisioneros palestinos como parte de un acuerdo en tres fases propuesto para garantizar la liberación de todos los rehenes en poder de la organización.

Los detalles forman parte de la respuesta de Hamás a un acuerdo marco negociado en París hace 10 días en una reunión entre altos funcionarios deQatar, Egipto, Estados Unidos e Israel para garantizar un acuerdo sobre los rehenes y una tregua en la guerra de cuatro meses.

La propuesta, que prevé que el acuerdo dure 135 días y un cese de las hostilidades para "lograr una calma completa y sostenible", se publicó en al-Akhbar, medio libanés cercano a Hezbollah, aliado de Hamás. Una persona informada de la postura de Hamás se lo confirmó al Financial Times.

Pero conseguir que Israel acepte estas condiciones será difícil, lo que subraya el desafío al que se enfrentan los mediadores. El borrador inicial del acuerdo proponía una pausa inicial más corta en las hostilidades (seis semanas), mientras que los políticos israelíes se han resistido a liberar a un gran número de prisioneros palestinos de alto valor.

Más de 130 israelíes siguen cautivos en Gaza tras ser capturados durante el ataque del 7 de octubre que desencadenó la guerra, aunque el ejército israelí ha confirmado que al menos 31 de ellos han muerto.

Qatar, Egipto y EE.UU. llevan semanas mediando en el acuerdo con la esperanza de que sirva para lograr un alto el fuego que ponga fin al conflicto. Hamás había insistido anteriormente en que cualquier acuerdo incluyera un alto el fuego permanente, pero Israel rechazó la petición.

La última propuesta de Hamás prevé tres fases de 45 días cada una, con un primer periodo "humanitario" para liberar a las mujeres, niños, ancianos y heridos israelíes retenidos en Gaza. Exige el "cese completo" de las operaciones militares de ambas partes y el redespliegue de las fuerzas israelíes "lejos" de los principales centros de población de Gaza.

A cambio de la liberación de los rehenes, Hamás quiere que Israel libere a 1500 palestinos detenidos en cárceles israelíes, en su mayoría mujeres y niños, pero también a 500 palestinos condenados a cadena perpetua.

El grupo también exige un gran aumento de la ayuda humanitaria en el enclave asediado, el inicio de los esfuerzos de reconstrucción y el regreso a sus hogares de más de un millón de gazatíes desplazados.

La segunda fase del acuerdo, según Hamás, supondría la liberación de todos los rehenes israelíes varones, incluidos los soldados, a cambio de un número indeterminado de prisioneros palestinos. Hamás también esperaría la retirada completa del ejército israelí "fuera de las fronteras de todas las zonas de la Franja de Gaza", durante el segundo periodo de 45 días.

La tercera y última fase serviría para devolver los cuerpos de los rehenes israelíes y miembros de Hamás fallecidos, y pide que se sigan tomando medidas para levantar todas las restricciones a la entrada y salida de personas y bienes de Gaza.

Tras recibir la propuesta de Hamás el martes, el primer ministro qatarí, Sheikh Mohammed bin Abdulrahman al-Thani, dijo que la respuesta del grupo militante "en general es positiva", pero no dio más detalles.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, que se encontraba en Doha, afirmó que un acuerdo de rehenes era el "mejor camino para conseguir un periodo prolongado de calma" en Gaza, pero no hizo comentarios sobre la propuesta de Hamás.

"Seguimos creyendo que un acuerdo es posible y, de hecho, esencial", declaró el máximo diplomático estadounidense. Blinken se reunió este miércoles con el primer ministroBenjamin Netanyahu, como parte de su quinta gira a la región desde que estalló la guerra.

Sin embargo, es probable que Israel tenga dificultades para aceptar las condiciones expuestas por Hamás. Netanyahu ha afirmado en repetidas ocasiones que Israel no liberará a "miles" de prisioneros palestinos y que no aceptará ningún acuerdo que exija el fin de la guerra. El veterano primer ministro ha prometido continuar la ofensiva en Gaza hasta asegurarse la "victoria total" sobre Hamás.

El debate sobre un acuerdo conHamás sobre los rehenes ha llegado a dominar la política israelí, y los familiares de los cautivos exigen que el gobierno de Netanyahu "pague cualquier precio" por el regreso de sus seres queridos.

Gadi Eisenkot, miembro del gabinete de guerra de Netanyahu, compuesto por cinco personas, dijo en una entrevista el mes pasado que la liberación de los rehenes tenía que ser el principal objetivo de la guerra, por encima de la destrucción de Hamás. Pero los aliados de extrema derecha de Netanyahu, entre ellos el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, han amenazado con hacer caer la coalición de gobierno si se llega a un acuerdo "temerario".

Según los analistas, cualquier acuerdo para liberar a los presos palestinos que cumplen largas condenas por graves cargos de terrorismo también se enfrentaría a la oposición del gabinete israelí en pleno, que por ley tiene que aprobar cualquier medida de este tipo.