

A orillas del Guadalquivir, a solo 15 kilómetros de Sevilla, se encuentra Coria del Río, un municipio que guarda un secreto sorprendente: más de 700 de sus habitantes llevan el apellido Japón. Esta peculiaridad no es fruto del azar, sino el legado de una misión diplomática japonesa que llegó a España en el siglo XVII.
La embajada Keich: samuráis en tierras andaluzas
En 1613, el daimy Date Masamune, señor feudal de Sendai, envió una delegación diplomática a Europa con el objetivo de establecer relaciones comerciales y religiosas.
Al frente de esta misión, conocida como la embajada Keich, estaba el samurái Hasekura Tsunenaga. La expedición, compuesta por unos 180 tripulantes, incluidos 30 samuráis, partió en el galeón San Juan Bautista y, tras cruzar el Pacífico y el Atlántico, llegó a Coria del Río en 1614.

Mientras Hasekura continuó su viaje hacia Madrid y Roma, algunos miembros de la comitiva decidieron establecerse en Coria del Río. Adoptaron la fe cristiana y se integraron en la comunidad local. Para facilitar su registro en los documentos oficiales, sus apellidos japoneses fueron simplificados a Japón, marcando así el inicio de una singular fusión cultural.
Un legado vivo en Coria del Río
Hoy en día, el vínculo entre Coria del Río y Japón sigue siendo fuerte. En 1992, la ciudad japonesa de Sendai donó una estatua de Hasekura Tsunenaga, que se erige en el paseo de Carlos de Mesa, junto al río Guadalquivir.
Además, en 2013, el entonces príncipe heredero y actual emperador de Japón, Naruhito, visitó el pueblo para conmemorar el 400 aniversario de la embajada Keich, plantando un cerezo junto al monumento.
Coria del Río también celebra anualmente la ceremonia japonesa del Toro Nagashi, en la que se colocan farolillos biodegradables en el río para honrar a los difuntos y desear la paz mundial. Esta tradición, rara fuera de Japón, refleja la profunda conexión cultural entre ambas comunidades.
Cultura y gastronomía: una fusión única
La influencia japonesa se extiende a la gastronomía local. La empresa Sake de Coria ha creado el Keicho Sake, una bebida que fusiona la tradición japonesa del sake con el sabor del arroz con leche español. Este licor, producido íntegramente en Coria del Río, se ha convertido en un símbolo del mestizaje cultural y se exporta a Japón y otros países .
Además, Coria del Río organiza la Semana de la Cultura Japonesa, un evento que incluye conciertos, exposiciones y actividades que celebran la herencia compartida. En la edición de 2024, participaron coros de Japón, Nueva York y Andalucía, y se contó con la presencia de Masataka Tsunenaga, descendiente directo del samurái Hasekura.

Un destino turístico con historia
Coria del Río se ha convertido en un destino turístico para aquellos interesados en la historia y la cultura japonesa. Los visitantes pueden explorar el Templo de las Almas, una obra del artista japonés Kiyoshi Yamaoka, y disfrutar de la gastronomía local en restaurantes que ofrecen platos con influencias niponas.
Este pequeño pueblo andaluz demuestra cómo un encuentro histórico puede dejar una huella duradera, creando una comunidad única donde las culturas española y japonesa coexisten en armonía.






