

La política española vive un nuevo episodio en torno a Cataluña que, lejos de generar tensión, ha despertado una oleada de mensajes en favor del diálogo. La imagen de Salvador Illa y Carles Puigdemont sentados en una misma mesa en Bruselas ha marcado un punto de inflexión en el debate público.
El Gobierno de Pedro Sánchez, a través de distintos ministros, ha reaccionado con matices, pero en una misma dirección: presentar la reunión como un signo de convivencia, normalización institucional y oportunidad para avanzar en acuerdos sin sobresaltos.
Yolanda Díaz: "una buena noticia para la democracia"
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, valoró la cita en Bruselas entre el presidente catalán y el líder de Junts como una señal positiva de "normalidad democrática".
En declaraciones recogidas por la agencia EFE, Díaz afirmó que "el diálogo entre diferentes siempre ayuda a facilitar la vida democrática", y destacó que lo natural sería que la oposición también asumiera esa actitud constructiva.

La ministra de Trabajo aprovechó además para criticar la postura del Partido Popular, al que acusó de bloquear medidas que, en su opinión, benefician a los ciudadanos, como la quita de deuda a comunidades autónomas.
Para Díaz, la reunión entre Illa y Puigdemont debe verse como un ejemplo de política útil, en contraste con lo que calificó como la estrategia obstruccionista del PP.
Bolaños: la reunión no afecta a leyes ni presupuestos
El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, insistió en separar el encuentro de cualquier negociación legislativa. Según aclaró, la cita en Bruselas "nada tiene que ver con los presupuestos generales del Estado ni con ninguna ley que se negocie".
Para Bolaños, el encuentro entre ambos políticos es un paso más en la normalización política, institucional y social de Cataluña, tras años de máxima tensión.
Añadió que esta etapa busca acuerdos y puntos de encuentro entre sensibilidades diferentes, y recalcó que Pedro Sánchez mantiene su voluntad de dialogar con todos los actores políticos cuando corresponda.
Albares: una foto de reencuentro que la mayoría comparte
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, también defendió la reunión. Aseguró que la imagen es "mejor que las fotos de otros tiempos", cuando primaba el enfrentamiento, y afirmó que refleja un clima de reencuentro que el 90% de los catalanes y el 80% de los españoles respaldan.
Albares subrayó que la política debe servir para "sanar situaciones y pasar página".
Aunque aclaró que no tiene en agenda un encuentro con Puigdemont, el ministro dejó claro que, si tuviera que reunirse con él lo haría sin problema, reforzando la idea de que el Gobierno apuesta por la vía del diálogo.
Un movimiento que marca el rumbo de la legislatura
El Gobierno busca consolidar una etapa de convivencia y estabilidad institucional en Cataluña. La reunión entre Illa y Puigdemont ha sido presentada como una señal de madurez política, un intento de dejar atrás la crispación que marcó el pasado reciente.
Con la vista puesta en los próximos meses, este encuentro abre un nuevo capítulo en el que el diálogo vuelve a ocupar el centro de la estrategia política en España.




