

La reciente salida de Junts del acuerdo con el PSOE ha generado alarma en algunos sectores, pero el Ejecutivo insiste en que la legislatura no corre peligro inmediato. Desde Sumar y otras fuerzas parlamentarias llaman a mantener la calma y advierten que, en la práctica, muchas cosas podrían seguir igual.
La clave del debate está en si esta ruptura compromete el futuro legislativo del Gobierno. Aunque Junts ha cortado los canales de negociación directa con el PSOE, sus portavoces han dejado claro que no bloquearán todas las iniciativas.
Síguenos y léenos en Google Discover.
En este nuevo equilibrio parlamentario, cada una de las votaciones será decisiva y obligará al Ejecutivo a redoblar su estrategia de cara al fin de la legislatura.

Junts rompe, pero no se cierra a seguir votando leyes
El portavoz de los Comuns, David Cid, ha acusado a Junts de "generar caos y desgobierno" y de trabajar "por activa o por pasiva" para que PP y Vox alcancen una mayoría. "Junts está construyendo la imagen de que la mayoría de investidura es inviable, y eso nos acerca a una mayoría del PP y Vox", advirtió.
Desde Junts, sin embargo, han querido marcar límites. El secretario general, Jordi Turull, declaró a TV3 que con el PP "no vamos ni a la vuelta de la esquina".
En Madrid, la portavoz parlamentaria Miriam Nogueras remarcó que la relación con el Gobierno "está muerta", pero aseguró que la ruptura no implica un rechazo sistemático en el Congreso: "Se han acabado las negociaciones con el Gobierno, no el voto a todo".
Nogueras señaló que Junts dio "un voto de confianza" al PSOE con la mediación internacional y que el Ejecutivo "no cumplió pese a las advertencias". Según la portavoz, los socialistas "estaban avisadísimos" y lo que toca ahora es que "el Gobierno decida qué piensa hacer y cómo lo piensa hacer".
Sumar resta importancia y apela a la responsabilidad
Desde el grupo parlamentario Sumar, Verónica Martínez Barbero insistió en que seguirán trabajando "ley a ley". La dirección del grupo reconoce algo de inquietud, pero cree que Junts seguirá votando las medidas que considere buenas para la ciudadanía.
"Todos los grupos parlamentarios, incluido el de Junts, son conscientes de cuándo las medidas son buenas para la ciudadanía, y ahí la responsabilidad les interpela", afirmó. Desde Compromís, Alberto Ibáñez consideró que la actitud de Junts es una "hipérbole" y que sus diputados seguirán votando "a favor de Cataluña".
La portavoz de los Comuns, Aína Vidal, atribuyó la decisión de Junts a su "miedo atroz y debilidad" frente a Aliança Catalana. A pesar del anuncio, dijo, "volverán a estar sentados en la mesa de negociación más pronto que tarde". El secretario primero de la Mesa del Congreso, Gerardo Pisarello, se mostró en la misma línea al afirmar que "es posible seguir gobernando".
Qué puede pasar con la legislatura
Desde el Gobierno consideran que, pese a la ruptura con Junts, la legislatura puede continuar si se juega con inteligencia estratégica. La portavoz de Más Madrid, Tesh Sidi, apeló a una gestión pragmática: "La tarea urgente del Gobierno es traer leyes y medidas a las que Junts, Podemos e incluso el PP no puedan decir que no".

La diputada de Compromís Àgueda Micó, ahora en el grupo mixto, coincidió en que el escenario no cambiará tanto en la práctica. Por su parte, la líder de Podemos, Ione Belarra, apuntó que el problema del Gobierno no es Junts, sino "su absoluta inacción y renuncia a resolver los problemas de la gente, como la vivienda".
Pese al ruido político, la mayoría de las voces coinciden en que el Congreso seguirá activo. Las leyes seguirán su curso, aunque cada una requerirá de una negociación milimétrica. Para muchos diputados, el verdadero reto ahora está en mantener el pulso parlamentario sin perder el control de los tiempos.





