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Los pasillos de las asesorías laborales están repletos de interrogantes. Esta vez, el cambio en la edad de jubilación se presenta con una urgencia política y en un contexto social que ya anticipa la precampaña de 2026.

El Gobierno sostiene que el sistema de pensiones públicas requiere un refuerzo inmediato para poder sostener a la generación del baby-boom, que comienza a retirarse en gran número.

Adiós a los 65 años: Cambios en la edad de jubilación del Gobierno para 2026 (foto: archivo).
Adiós a los 65 años: Cambios en la edad de jubilación del Gobierno para 2026 (foto: archivo).

Golpe a las pensiones: la edad de jubilación se eleva a 66 años y 10 meses

La edad legal ordinaria para la jubilación se establecerá en 66 años y 10 meses en el año 2026 para aquellos que no cuenten con un mínimo de 38 años y 3 meses de cotización, según lo confirma el portal oficial de la Seguridad Social.

Únicamente los trabajadores con trayectorias laborales extensas, es decir, aquellos que hayan cotizado más de 38 años y 3 meses, podrán acceder a la jubilación a los 65 años. Este cambio representa un incremento de dos meses en comparación con 2025 y constituye el penúltimo escalón antes de alcanzar los 67 años en 2027.


Los economistas subrayan que este proceso de incremento comenzó en 2013 y concluirá el 1 de enero de 2027. En ese año, la edad legal de jubilación se fijará en 67 años, salvo para aquellos que demuestren al menos 38 años y 6 meses de cotizaciones.

El Gobierno reconoce que no existe margen para detener este calendario sin poner en riesgo la sostenibilidad de la caja de las pensiones: cada año adicional de trabajo se traduce en mayores ingresos a través de las cotizaciones y en menos años percibiendo la pensión completa.

Adiós a los 65 años: Cambios en la edad de jubilación del Gobierno para 2026 (foto: archivo).
Adiós a los 65 años: Cambios en la edad de jubilación del Gobierno para 2026 (foto: archivo).

Causas del retraso: envejecimiento, déficit y el MEI como solución

Detrás del aumento se encuentra un problema dual: el acelerado envejecimiento de la población y el déficit estructural de la Seguridad Social. Para abordar esta situación, se implementó en 2023 el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), una cotización adicional que incrementará cada enero.

En 2025, el MEI representará un recargo del 0,8 % sobre la base de cotización, de los cuales 0,67% será asumido por la empresa y 0,13% por el trabajador y se elevará al 0,9% en 2026, detalla el portal especializado Quality.

El Gobierno sostiene que el MEI contribuye a fortalecer el fondo de pensiones y distribuye la carga entre empleadores y empleados. Sin embargo, los sindicatos argumentan que esta medida constituye un "impuesto al salario", ya que disminuye la nómina neta.

Por otro lado, la Autoridad Fiscal (AIReF) advierte que la jubilación masiva de los baby-boomers generará un costo de entre 3 y 4 puntos del PIB hacia 2050, incluso considerando la nueva edad legal de jubilación.

Las cifras son significativas: casi diez millones de pensionistas recibirán una prestación media de 1450 euros al mes, según los valores actuales.

Optimiza tu trabajo: ayudas, jubilación diferida y carreras prolongadas

¿Qué opciones tiene una persona que cumple 65 años en 2026 y no alcanza el mínimo de cotización? La legislación ofrece tres alternativas. La primera es posponer la jubilación de manera voluntaria: por cada año adicional completo, se incrementa la pensión en un 4 % y a partir de 2024 se podrá recibir ese aumento en un solo pago.

La segunda opción es la jubilación parcial, que combina trabajo y pensión, requiriendo al menos 33 años de cotización. La tercera, menos conocida, es la jubilación flexible: regresar al trabajo tras haberse jubilado y aumentar ligeramente la prestación.

Para los autónomos, la situación es diferente. Deben asumir el 100% del MEI y, salvo excepciones, carecen de convenios colectivos que faciliten la jubilación parcial. Muchos optan por cotizar más años y retrasar su edad de retiro efectiva.

La Seguridad Social permite continuar trabajando después de la edad legal, ofreciendo un incentivo del 2% adicional en la pensión a partir del segundo año de retraso, una opción que ya utilizan 40.000 personas anualmente, según datos del Ministerio de Inclusión.

Más allá de cifras y normativas, la reforma impone tareas inmediatas: revisar los años cotizados, considerar planes de pensiones privados y, sobre todo, ajustar las expectativas.

Aquellos que enfrenten 2026 con 62 años hoy aún tienen la oportunidad de completar lagunas de cotización a través de convenios especiales o períodos asimilados. Para otros, la clave será negociar con la empresa una salida gradual que minimice el impacto de esperar hasta los 66 años y 10 meses.