En esta noticia

El mercado inmobiliario español ha cambiado radicalmente en los últimos años. La vivienda se encarece, el alquiler social escasea y los legisladores buscan nuevas formas de gravar activos pasivos o infrautilizados.

En ese contexto, algunos propietarios que tienen inmuebles y no los utilizan como residencia habitual han comenzado a sentirse bajo la lupa tributaria.

Síguenos y léenos en Google Discover.

Léenos siempre en Google Discover.

Recientemente, Hacienda confirmó que aplicará multas a quienes posean más de una vivienda y no cumplan ciertos requisitos fiscales. Esa medida ha generado dudas sobre cuáles son los casos en los cuales procede la sanción.

Muchos propietarios desconocen que deben declarar sus segundas viviendas en la renta, incluso si no las alquilan ni las usan como residencia habitual. (Fuente: Freepik)
Muchos propietarios desconocen que deben declarar sus segundas viviendas en la renta, incluso si no las alquilan ni las usan como residencia habitual. (Fuente: Freepik)

Qué dice Hacienda sobre las viviendas secundarias

El anuncio oficial señala que los propietarios que tengan más de una vivienda deberán demostrar que la utilizan de modo conforme a lo que exige la normativa para no incurrir en sanciones.

No obstante, Hacienda no multa por tener una segunda vivienda vacía, sino por no declararla correctamente en el IRPF. La Ley General Tributaria y la normativa del Impuesto sobre la Renta no contemplan sanción automática por falta de uso.

La medida interpreta la fiscalidad inmobiliaria existente de forma más rigurosa; aquellas viviendas no alquiladas ni habilitadas deben figurar como "a disposición" y tributar como renta imputada. Eso puede equivaler a un 2% del valor catastral si no se ha revisado en los últimos 10 años, o al 1,1% en caso de haberlo sido.

Aun así, las sanciones se activan principalmente cuando hay ocultación, declaración incorrecta o incumplimiento voluntario, con recargos desde el 5% hasta el 50% de la cantidad no declarada.

Qué implica esta medida para los propietarios

Para quien tiene una vivienda secundaria, el punto crítico es saber cómo debe declararla. En caso de que esté vacía, se lo hace como renta imputada, mientras que, en caso de que se alquile, será como rendimiento del capital inmobiliario. En ambos casos debe estar registrada en la declaración de la renta.

Si la vivienda no se usa, no está alquilada y permanece vacía, Hacienda la imputará como ingreso ficticio con base en el valor catastral. El propietario no paga un impuesto extra, sino que aumenta su base imponible del IRPF.

Pero si no se declara o se omite deliberadamente, se exponen a sanciones proporcionales. Por ejemplo, infracciones leves (menos de 3000 euros) pueden conllevar un recargo del 50% del importe omitido. En infracciones graves, el recargo puede oscilar entre el 50% y el 100%.

El impacto también puede endurecerse si hay varias viviendas en el mismo municipio. Algunas autoridades locales aplican gravámenes adicionales por viviendas desocupadas, que llegan hasta el 150% del IBI catastral en ciertos casos extremos.

Qué hacer para evitar sanciones

El anuncio de sanciones por parte de Hacienda no implica que tener una segunda vivienda sea ilegal. El problema central es el incumplimiento formal. Por tanto, el primer paso es verificar que la vivienda figura correctamente en la declaración de la renta, usando la casilla correspondiente para inmuebles no arrendados.

Quienes alquilan, deben declarar los ingresos y los gastos deducibles. Si está vacía, debe figurar como imputación de rentas según el valor catastral establecidos.

Las viviendas desocupadas deben figurar en la declaración de la renta como "a disposición" del propietario, aunque no generen ingresos. (Fuente: Freepik)
Las viviendas desocupadas deben figurar en la declaración de la renta como "a disposición" del propietario, aunque no generen ingresos. (Fuente: Freepik)

En caso de dudas, conviene consultar con un asesor tributario para revisar declaraciones pasadas: ajustar errores voluntariamente reduce sanciones.

Ante este nuevo escenario, el mensaje es claro: la vivienda no usada no debe ocultarse en Hacienda. Respetar las obligaciones declarativas evitará problemas fiscales graves en un contexto en el que la Administración está endureciendo el control.