

La decisión surge de un caso en el que el Ministerio de Hacienda había denegado a una mujer la revisión de su pensión tras la muerte de la primera esposa de su marido, con quien compartía el beneficio.
Hasta ahora, el criterio de la Administración impedía que el superviviente cobrara la parte correspondiente al fallecido. El Supremo aclaró que la pensión es una prestación única: al morir uno de los beneficiarios, la totalidad del dinero pasa al superviviente, sin considerarse un aumento.
Con este fallo, se homologa el tratamiento de las pensiones de viudedad con la doctrina que ya aplicaba la Seguridad Social, asegurando que nadie pierda parte del ingreso que le corresponde. La resolución sienta un precedente y garantiza mayor seguridad jurídica para futuras reclamaciones.
¿Qué cambia con esta decisión del Supremo?
Antes, muchas pensiones de viudedad compartidas se mantenían fraccionadas: si un beneficiario fallecía, el superviviente solo recibía la porción que le correspondía originalmente.
Ahora, gracias a la sentencia del Supremo, el beneficiario vivo cobrará el 100% de la pensión, incluyendo la parte que antes se "perdía" tras el fallecimiento del otro.

Esto aplica tanto a cónyuges como a excónyuges que tengan derecho a la pensión, asegurando un ingreso estable y completo para quienes dependen de esta prestación como fuente principal de sustento económico.
¿Cómo impactará en los beneficiarios?
La medida representa un respiro financiero para miles de personas. Además, abre la puerta a la revisión de casos anteriores, ya que el fallo obliga a la Administración a aplicar este criterio de forma uniforme.
Expertos en derecho previsional destacan que la resolución no solo refuerza la protección social, sino que también evita interpretaciones contradictorias sobre quién puede cobrar la pensión al completo.

En la práctica, los viudos y viudas que compartían la prestación ahora recibirán la totalidad del importe, asegurando mayor estabilidad económica y tranquilidad.
En definitiva, la sentencia del Supremo marca un cambio significativo: las pensiones de viudedad compartidas ya no se fragmentarán y el beneficiario superviviente pasará a cobrar el 100% del importe.



