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El fallecimiento de un cónyuge solía significar el acceso automático a la pensión de viudedad, una ayuda económica imprescindible para miles de familias en nuestro país. Sin embargo, el Gobierno ha introducido nuevos requisitos y limitaciones, endureciendo el acceso a esta prestación y dejando fuera a colectivos que hasta ahora eran beneficiarios habituales. Las quejas no han tardado en llegar: quienes todavía no han actualizado su situación laboral o familiar pueden verse sin cobertura en uno de los momentos más difíciles.

¿Qué ha cambiado realmente? El endurecimiento de la ley afecta a la relación laboral previa del fallecido, la duración del matrimonio y la situación de las parejas de hecho. Muchos españoles se preguntan ahora si aún tienen derecho a la pensión en caso de perder a su pareja, y las dudas se multiplican, sobre todo para pensionistas de bajo ingreso que confiaban en este respaldo del sistema de Seguridad Social.

Estos son los nuevos requisitos para recibir la pensión

El primer gran cambio está en las condiciones que debe cumplir la persona fallecida. Para fallecimientos por enfermedad común con alta en la Seguridad Social, ahora se exige haber cotizado al menos 500 días en los cinco años anteriores. Si el fallecimiento ocurre sin estar de alta, se necesitan 15 años de cotización para optar a la prestación. En casos de accidente (laboral o no) o enfermedad profesional, no se exige mínimo de cotización, pero sí documentación exhaustiva.

La pensión mínima y máxima en 2025 crecen, pero solo para quienes cumplen estrictamente todas las condiciones legales. (Imagen: archivo)
La pensión mínima y máxima en 2025 crecen, pero solo para quienes cumplen estrictamente todas las condiciones legales. (Imagen: archivo)

El endurecimiento también afecta a la persona beneficiaria. En caso de matrimonio, se requiere una duración mínima de un año o hijos en común. Para las parejas de hecho, es imprescindible estar inscritas al menos dos años antes del fallecimiento y demostrar una convivencia de cinco años ininterrumpidos. Divorciados o separados judicialmente solo podrán acceder si cobraban pensión compensatoria al momento del deceso y no han rehecho su vida en pareja.

Cantidades, límites y excepciones: así queda el mapa de la viudedad en 2025

La cuantía de la pensión de viudedad sigue sin ser fija, calculándose sobre la base reguladora del fallecido y variando según los ingresos y la existencia de cargas familiares. Las revalorizaciones recientes promedian entre el 6% y el 9% para 2025, pero solo quienes cumplan todos los requisitos podrán acceder al nuevo baremo. El complemento por mínimos, de ser necesario, solo se concede si no existen otras fuentes de ingreso.

Un dato clave: quienes no cumplan con los plazos de inscripción de la pareja de hecho o los años de matrimonio se enfrentarán a la concesión solo de una prestación temporal de viudedad, con una duración máxima de dos años. Para no perder derechos, es imprescindible actualizar y documentar todas las situaciones familiares y laborales en el momento oportuno.

Inscribirse como pareja de hecho y cumplir los plazos es vital para no perder derechos tras el fallecimiento del cónyuge. (Imagen: archivo)
Inscribirse como pareja de hecho y cumplir los plazos es vital para no perder derechos tras el fallecimiento del cónyuge. (Imagen: archivo)

Los trámites y el futuro: ¿cuáles serán los próximos cambios?

Las reformas anunciadas buscan, según el Ejecutivo, "garantizar la sostenibilidad del sistema" y evitar que personas sin suficiente relación previa con el sistema accedan a esta ayuda. Sin embargo, los expertos alertan de la necesidad urgente de asesoramiento para evitar que la pérdida de derechos económicos profundice la brecha social en el país. La presión social podría forzar ajustes en ciertos sectores especialmente expuestos, como parejas no regularizadas y mayores con carreras laborales inestables.

El acceso a la pensión de viudedad en 2025 exige un conocimiento total y una actualización constante de los requisitos. El consejo de los especialistas es claro: revisa tu situación legal y de cotizaciones cuanto antes para que el futuro no te pille desprevenido.