

En esta noticia
La localidad de Trujillo será el escenario de una de las inversiones tecnológicas más relevantes de España. “La localidad de Trujillo (Cáceres) acogerá una fábrica de componentes de chips, con una inversión total de 2350 millones de euros”, según detalla el Ministerio de Transformación Digital.
La operación involucra a la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT) y a Diamond Foundry, empresa estadounidense de la que es accionista minoritario Leonardo DiCaprio.
El Consejo de Ministros confirmó que la SETT aportará “752 millones de euros”, una decisión que sitúa al país entre los líderes mundiales en sustratos de diamante para semiconductores. Las autoridades destacan que la instalación empleará tecnología basada en diamantes sintéticos con aplicaciones de alto rendimiento.

Una inversión histórica para el sector tecnológico en España
La nueva planta producirá materiales clave para la próxima generación de chips, incluyendo diamantes monocristalinos de uso industrial. “La instalación fabricará componentes para chips de alto rendimiento con una tecnología de vanguardia basada en diamantes sintéticos”, detalla el ministerio. Este avance posiciona a España en la vanguardia global de semiconductores de alta eficiencia.
Diamond Foundry ya opera en Trujillo, donde elabora lingotes de diamante monocristalino idénticos al natural para aplicaciones de precisión. Con esta expansión, “España se convertirá en el mayor centro mundial de sustratos de diamante para semiconductores”, afirma la documentación oficial.
La planta integrará procesos de corte, lapeado, pulido e inspección para garantizar la calidad extrema de las obleas, fundamentales para chips de alto rendimiento. El objetivo es abastecer sectores como automoción, defensa y fabricantes globales de microelectrónica.
Cómo funcionará la nueva fábrica de componentes para chips
El proyecto ampliará las capacidades actuales de producción con nuevas líneas destinadas al procesado completo de obleas. “El proyecto tiene previsto ampliar las capacidades de fabricación de lingotes en Trujillo e incorporar actividades de corte de obleas, lapeado, pulido e inspección”, precisa el ministerio.
Los diamantes monocristalinos se utilizarán como sustrato semiconductor de última generación. Según el Gobierno, este material “es el que mejor rendimiento ofrece en aplicaciones de alto voltaje, alta temperatura y alta frecuencia por sus propiedades eléctricas y térmicas”.
Su rendimiento permitirá fabricar chips más eficientes y con menor consumo energético, aspecto que la industria considera clave para la próxima década. Diamond Foundry asegura que la instalación será “puntera a nivel global” y abastecerá a grandes compañías del sector tecnológico.
El impacto económico y laboral del proyecto en Trujillo y en España
El efecto económico será significativo. Según los cálculos oficiales, “en los primeros diez años del proyecto la aportación al PIB se cifra en unos 2150 millones de euros”. Además, se generarán “alrededor de 500 empleos directos y más de 1600 empleos indirectos”.
Estas cifras convierten a la inversión en uno de los mayores impulsores industriales de Extremadura en décadas. El proyecto también forma parte del Perte Chip, diseñado para reforzar la industria de microelectrónica española.
Rafael Benjumea, presidente de Diamond Foundry España, aseguró que la decisión del Ejecutivo impulsa un proyecto “absolutamente novedoso” a nivel mundial y sitúa a España en el “centro de la producción de diamantes a nivel mundial para microelectrónica”.

Reacciones políticas y empresariales ante la inversión millonaria
Las repercusiones políticas no tardaron en llegar. Elena Manzano, portavoz de la Junta de Extremadura, advirtió que la comunidad quiere “certezas” porque está “cansada” de anuncios que no se materializan.
Aun así, Diamond Foundry sostiene que el proyecto aumentará la eficiencia energética de los microchips y mejorará la velocidad de procesamiento. Benjumea enfatizó que el plan permitirá crear componentes esenciales para “los microchips del futuro”.
Desde el Gobierno, la inversión se interpreta como un impulso estratégico que coloca a España en el mapa mundial del diseño y la fabricación de semiconductores.





