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La posibilidad de una Tercera Guerra Mundial ya no parece tan lejana, ya que el Reino Unido activó un ambicioso plan de defensa que lo posiciona como una de las potencias militares más preparadas de Europa. El primer ministro Keir Starmer presentó una estrategia que incluye la construcción de 12 submarinos nucleares, nuevas fábricas de armamento y un ejército diez veces más letal para 2035.

En este marco, Gran Bretaña participará de la disuasión nuclear aerotransportada de la OTAN, en lo que representa el cambio más significativo en su postura desde el final de la Guerra Fría: la compra de 12 aviones F-35 capaces de transportar ojivas nucleares.

El anuncio fue realizado por el primer ministro Keir Starmer en la cumbre de la alianza, en La Haya, donde recalcó que vivimos una "era de incertidumbre radical donde ya no podemos dar por sentada la paz". Los aviones tienen un coste de 80 millones de libras cada uno y serán capaces de transportar munición convencional, además de una bomba de gravedad estadounidense con una potencia tres veces superior a la lanzada sobre Hiroshima.

Keir Starmer, el primer ministro de Reino Unido, confirmó una preparación bélica nuclear para posibles guerras. (Fuente: archivo)
Keir Starmer, el primer ministro de Reino Unido, confirmó una preparación bélica nuclear para posibles guerras. (Fuente: archivo)

El país europeo que se refuerza con armas nucleares

El único caza europeo con capacidad de lanzar bombas nucleares es el Rafale fabricado por la empresa francesa Dassault Aviation. La alternativa en el mercado occidental es la serie A de los F-35 ensamblados por el gigante estadounidense de defensa Lockheed Martin, para los cuales la empresa británica BAE Systems también es un contribuyente clave.

Los F-35A tendrán su base en la RAF Marham, en Norfolk, y se unirán al programa de aeronaves de doble capacidad de la OTAN. Este movimiento forma parte de la estrategia de larga data de la alianza para disuadir a los adversarios con un paraguas nuclear compartido, liderado por los Estados Unidos.

Desde 1998, la amenaza nuclear del Reino Unido se ha presentado exclusivamente a través de su flota de submarinos Trident, cuyas ojivas tienen una gran capacidad destructiva. Sin embargo, los estrategas militares afirmaron que se necesita una gran capacidad estratégica que pueda emplearse en distintas áreas del campo de batalla para disuadir un ataque ruso contra un país miembro de la OTAN.

El ejército de Reino Unido se prepara para una posible Tercera Guerra Mundial. (Fuente: archivo)
El ejército de Reino Unido se prepara para una posible Tercera Guerra Mundial. (Fuente: archivo)

Reino Unido se prepara para la guerra nuclear

Hace tan solo unas semanas, el primer ministro británico, Keir Starmer, presentó la nueva Revisión Estratégica de la Defensa con un objetivo claro: preparar al Reino Unido para una guerra a gran escala.

En un contexto internacional de máxima tensión, anunció la construcción de 12 nuevos submarinos nucleares, uno cada 18 meses, y una inversión de 15.000 millones de libras en el programa nuclear. A su vez, se construirán seis fábricas de municiones y se desarrollarán nuevas armas de largo alcance, sistemas de defensa antiaérea y antimisiles.

Este plan integral de defensa apunta a crear un ejército "diez veces más letal para 2035". El objetivo es consolidar una fuerza de combate integrada y lista para responder a las distintas amenazas que pueda sufrir el país o contribuir a la defensa de la OTAN.

Reino Unido avanza hacia una preparación bélica y refuerza a la OTAN

El gobierno británico definió tres cambios estructurales en su planificación bélica: enfocar todas sus fuerzas armadas en la preparación para la guerra, priorizar la fortaleza de la OTAN, e impulsar la innovación militar a un ritmo de guerra. Starmer afirmó que su política de defensa siempre estará alineada con la alianza atlántica y que el Reino Unido "nunca luchará solo".

El Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, celebró el anuncio, describiéndolo como "otra sólida contribución británica a la OTAN". El Reino Unido y Francia son las únicas dos potencias nucleares de Europa, mientras que Italia, Alemania, Bélgica, Países Bajos y Turquía son miembros de un acuerdo de intercambio nuclear con Estados Unidos que les permite almacenar armas nucleares y operar aviones de combate estadounidenses.