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La historia de Santa Cecilia se remonta hacia la primera época del cristianismo romano. Su existencia data por medio del conocimiento popular y de documentos llamados 'Actas del martirio de Santa Cecilia', que narra su tormentosa vida de opresión hasta su fallecimiento entre el 180 y el 230.

Cecilia provenía de una familia noble de Roma. La leyenda cuenta que la mujer solía hacer penitencias y consagró su virginidad a Dios. Al convertirse al cristianismo, intentó mantener su castidad, aunque sus padres la obligaron a casarse con un noble pagano de nombre Valeriano.

La mujer logró captar la atención de su esposo y le explicó que un ángel custodiaba su castidad. Lo convenció de que él podía ver también a ese ángel de la guarda, que podría entrar en cólera si corrompía su promesa. Por lo que Valeriano se encomendó a los deseos de su esposa y se convirtió al cristianismo. Juntos llevaron a 400 paganos a transformarse en creyentes, por lo que fueron martirizados.

Santa Cecilia fue nombrada patrona de todos los músicos del mundo tras su martirio y posterior muerte luego de convertirse al cristianismo.
Santa Cecilia fue nombrada patrona de todos los músicos del mundo tras su martirio y posterior muerte luego de convertirse al cristianismo.

Cecilia fue enclaustrada en su casa donde la hornearon. Al no lograr asesinarla de esa manera, el verdugo trató de decapitarla en tres ocasiones, pero el hacha no lograba terminar el corte. Esto provocó el asombro y susto de ese verdugo, que huyó corriendo y dejando gravemente herida a Cecilia que terminó perdiendo la vida tres días después a causa de las graves heridas.

Santoral: ¿por qué Santa Cecilia es la patrona de la música?

La mujer pertenecía a una familia acomodada de la época, por lo que tuvo acceso a una enseñanza privilegiada en la que aprendió a tocar instrumentos musicales de la época como la lira, la cítara o el arpa.

Según consta, Cecilia cantó en su corazón a Dios el día de su boda mientras los músicos tocaban. Su deseo de no contraer matrimonio y no perder su virginidad la llevaron a tal determinación.

Esta situación motivó al papa Gregorio XIII a nombrarla como Santa Cecilia en 1594, la patrona de los músicos. Tal vez por la historia de su canto a Dios es pos de mantener su promesa o por una mala traducción de época en sus textos, ya que la palabra "órgano" significaba "fuelle" en el siglo III y en siglo XV hacía referencia al instrumento musical.

Según trascendidos, Gregorio XIII reveló durante el nombramiento de Santa Cecilia que ésta había llegado a demostrar un vínculo irrestricto hacia Dios y su instrumento de unión incondicional fueron los acordes melodiosos.

"Su espíritu sensible y apasionado por este arte convirtió así su nombre en símbolo de la música", habrían sido las palabras del papa. Asimismo, desde la celebración de la música en 1695, la mujer comenzó a representar a los pintores y artistas musicales.