

En la mayoría de hogares españoles, la fruta es un alimento casi indispensable. Su frescura, dulzura natural y alto contenido en fibra y vitaminas la convierten en la elección predilecta tanto para arrancar el día como para cerrar la jornada. Sin embargo, esta costumbre tan extendida podría estar comprometiendo la salud metabólica de muchas personas.
Así lo ha manifestado el endocrino Francisco Rosero, conocido por sus intervenciones claras y directas en redes sociales, donde cuenta con una amplia comunidad de seguidores interesados en mejorar su salud.
Francisco Rosero: el endocrino que alerta sobre los riesgos del consumo inadecuado de fruta
"Jamás rompas el ayuno con fruta", advierte de forma tajante el doctor Francisco Rosero, experto en enfermedades hormonales y metabólicas. Su mensaje, aunque chocante para muchos, se fundamenta en datos relacionados con la respuesta del cuerpo ante la fructosa y la glucosa, azúcares naturales presentes en la fruta. Estos compuestos, aunque beneficiosos en ciertos contextos, pueden suponer un problema cuando se consumen al romper el ayuno, especialmente en personas con condiciones como resistencia a la insulina, hígado graso, prediabetes, ovario poliquístico o triglicéridos altos.

Rosero insiste en que no se trata de demonizar la fruta, sino de aprender a consumirla correctamente: "Si tienes la insulina alta en ayunas, romper el ayuno con frutas es como echar gasolina al fuego: tu cuerpo ya está con insulina alta y darle azúcares solo empeora el problema".
El endocrino subraya que, aunque algunas frutas tengan un índice glucémico bajo o contengan mucha fibra, no son la mejor opción ni al comenzar ni al terminar el día. "La fruta, independientemente del índice glucémico y del tipo de fruta, se come a media mañana o a media tarde. La fruta nunca se utiliza para romper el ayuno".
Salud y metabolismo: cómo afecta este alimento si se consume a destiempo
El argumento de Francisco Rosero se basa en el papel de la insulina en el metabolismo. Al consumir fruta en ayunas o antes de dormir, se pueden generar picos de insulina que afectan directamente al funcionamiento metabólico, dificultan la pérdida de peso y elevan el riesgo de desarrollar enfermedades como la diabetes tipo 2.

Según el especialista, el cuerpo en ayunas ya puede tener niveles elevados de insulina si existen desequilibrios previos, y añadir fructosa a ese escenario solo agrava la situación. "Una insulina elevada es un freno para curar tu metabolismo", sentencia.
Por ello, Rosero propone alternativas más efectivas para romper el ayuno, basadas en alimentos ricos en proteína, grasas saludables y fibra baja en carbohidratos. En ese sentido, destaca uno de sus favoritos: el huevo. "¿Cómo es mejor romper el ayuno? Con proteína, y el huevo es muy muy buena opción", explica, resaltando su capacidad para estabilizar la insulina y mantener la saciedad durante más tiempo.
Álvaro Fernández, otro profesional de la salud que respalda los planteamientos de Rosero, ha señalado en entrevistas pasadas que "la educación nutricional debe centrarse no solo en qué se come, sino en cuándo se come". Coincide con que el momento de ingesta puede marcar la diferencia entre un alimento beneficioso y uno potencialmente perjudicial, en función del contexto metabólico del individuo.
En definitiva, la clave no reside en eliminar la fruta de la dieta, sino en ubicar su consumo en las franjas del día que favorezcan su aprovechamiento sin interferir con la salud hormonal ni metabólica. "La fruta tiene muchos antioxidantes y es maravillosa", afirma Rosero. "Me encanta la mandarina, pero me la tomo a media mañana, como debe ser".


