

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha recordado que, desde el 6 de julio de 2024, todos los vehículos nuevos matriculados en España y la Unión Europea deberán incorporar una serie de sistemas avanzados de asistencia a la conducción (ADAS).
Esta medida forma parte del Reglamento de Seguridad 2019/2144, aprobado por la Unión Europea, y su incumplimiento podrá acarrear sanciones y la imposibilidad de matricular el vehículo.
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El objetivo es reducir de manera drástica el número de víctimas en carretera dentro del plan "Visión Cero", que busca eliminar por completo las muertes por accidentes de tráfico en Europa antes de 2050.
Con esta normativa, la DGT advierte que los conductores y fabricantes deberán garantizar que todos los coches nuevos estén equipados con los sistemas de seguridad exigidos.

Qué es el sistema ADAS y cuándo será obligatorio
Los sistemas ADAS (Advanced Driver Assistance Systems) son tecnologías diseñadas para ayudar al conductor y evitar accidentes. Funcionan mediante cámaras, radares y sensores que monitorizan el entorno del vehículo en tiempo real. Desde julio de 2024, estos dispositivos son obligatorios en todos los turismos nuevos.
Entre ellos destaca la alerta de tráfico cruzado (RCTA), que actúa como un vigilante invisible cuando se sale marcha atrás de un aparcamiento. Este sistema detecta vehículos que se aproximan lateralmente a una distancia de hasta 30 metros y avisa al conductor mediante señales visuales, sonoras y hápticas (vibraciones en el volante o el asiento).
Esta tecnología puede evitar una gran cantidad de colisiones en aparcamientos o salidas de garajes, donde los ángulos muertos son más amplios y el conductor tiene poca visibilidad. En los modelos más avanzados, el sistema incluso puede frenar automáticamente si el conductor no reacciona a tiempo, siempre que el vehículo no supere los 15 km/h en marcha atrás.
Cómo funciona la alerta de tráfico cruzado
El sistema RCTA se instala en el parachoques trasero, donde lleva incorporados dos radares o sensores ultrasónicos. Estos sensores analizan el entorno y envían información a la central electrónica del vehículo. Cuando detectan un riesgo de colisión, se activa una alerta para advertir al conductor.
Los avisos pueden presentarse de tres maneras:
Visuales, mediante luces o iconos en los retrovisores o el panel de instrumentos.
Auditivas, con una señal sonora que se intensifica según la proximidad del vehículo detectado.
Hápticas, que generan pequeñas vibraciones en el volante o el asiento para captar la atención del conductor.
Gracias a este sistema, el coche puede anticiparse a un posible choque lateral y frenar por sí mismo si el conductor no reacciona. Sin embargo, la DGT recuerda que estos sistemas no sustituyen la atención del conductor, sino que la complementan.
Qué sanciones habrá y qué recomienda la DGT
Aunque la obligación afecta principalmente a vehículos de nueva matriculación, la DGT insiste en que todos los conductores deben mantener los sistemas de seguridad en perfecto estado.
En caso de manipular, desconectar o desactivar un ADAS de forma intencionada, el conductor podría enfrentarse a multas de hasta 200 euros, según la normativa de tráfico vigente.
Además, los fabricantes que no cumplan con los requisitos de equipamiento podrán ver rechazadas las homologaciones o retrasadas las matriculaciones de sus modelos. La DGT ha subrayado que este cambio no es meramente técnico, sino un paso esencial hacia una conducción más segura, autónoma y responsable.

El organismo recomienda a los usuarios revisar su vehículo y verificar que dispone de los sistemas de asistencia exigidos, especialmente si se trata de modelos matriculados a partir de julio de 2024.
Tráfico también aconseja no desactivar funciones de ayuda, como el frenado de emergencia o el control de velocidad inteligente, ya que suponen un refuerzo clave ante distracciones o errores humanos.
Este reglamento marca un antes y un después en la seguridad vial. La DGT quiere dejar claro que la tecnología puede salvar vidas, pero solo si se utiliza correctamente. Cumplir con estas medidas ya no opcional, sino una obligación legal con sanción directa para quienes la ignoren.




