

Durante siglos, la Muralla China ha sido un símbolo icónico de la resistencia contra los pueblos del norte. Sin embargo, un hallazgo reciente ha dejado en evidencia que esta barrera no fue la primera gran muralla construida en Asia. Investigadores han identificado un sistema de murallas que se extiende por más de 4000 kilómetros, a través del sudeste de Mongolia y el noreste de China.
Lo sorprendente de este hallazgo, publicado en la revista Antiquity y respaldado por Cambridge University Press, es que el sistema descubierto no parece haber sido diseñado con fines bélicos, sino con una función completamente diferente.

¿Cómo es el sistema de murallas más antiguo y extenso que la Muralla China?
Este sistema de murallas, conocido como el Sistema de Murallas Medievales (MWS), fue utilizado por las dinastías Liao y Jin, fundadas por pueblos nómadas como los kitán y los jurchen, entre los siglos X y XIII. A diferencia de lo que se podría esperar de una muralla defensiva, los arqueólogos no han encontrado restos de combates ni batallas importantes asociadas a la estructura.
En su lugar, han hallado torres de vigilancia, fortines dispersos y pasos controlados que sugieren que las murallas no servían para repeler a los invasores, sino para regular el flujo de personas, animales y mercancías a través del territorio.
Los investigadores, encabezados por científicos de la Universidad de Cambridge, sostienen que estas estructuras fueron una herramienta administrativa, no bélica.
Lejos de la idea tradicional de una barrera de separación, las murallas del MWS cumplían una función más orientada hacia el control de los recursos y el manejo de los tributos, marcando una clara diferencia con la imagen de las murallas como una fortaleza de aislamiento.

¿Cómo es la tecnología que usaron para este hallazgo?
El equipo de arqueólogos y científicos recurrió a tecnologías de vanguardia para realizar este descubrimiento. Utilizando imágenes satelitales CORONA y radares SAR, los investigadores pudieron detectar lo que, a simple vista, parecía una simple cicatriz en el terreno.
Sin embargo, al analizarlo con estas herramientas, revelaron una red de estructuras planificadas de gran escala. Este enfoque ha permitido a los científicos confirmar que el sistema de murallas no solo existía, sino que desempeñó un papel fundamental en la transformación de la administración territorial en Eurasia.


