

El océano esconde todo tipo de secretos y la Fosa de Atacama, ubicada frente a la costa de Chile, es prueba de ello. Fue allí donde un grupo de científicos protagonizó un hallazgo único: encontraron un animal depredador de aspecto fantasmal, ubicado a más de 7000 metros de profundidad.
Científicos de Estados Unidos y China identificaron este ejemplar asombroso, el cual ha generado admiración y curiosidad profesional. Tras los primeros estudios, el equipo pudo confirmar que se trata de una especie completamente nueva.
¿Cuál es el animal depredador encontrado en la Fosa de Atacama a unos 7000 metros de profundidad?
La nueva especie, bautizada comoDulcibella camanchaca, es un crustáceo clasificado como un anfípodo depredador. Es precisamente por esa apariencia pálida y translúcida lo que llevó a describirlo como un "fantasma de las profundidades".

Los expertos señalan que el Dulcibella camanchacase mueve con agilidad y utiliza apéndices especializados para cazar a sus presas. Además, el término "camanchaca" significa oscuridad y fue puesto en honor a la región andina que alberga este ecosistema tan particular.
Con apenas 4 centímetros de longitud, este imponente animal demuestra una notable capacidad de supervivencia. Esto se debe a sus otras características anatómicas, como las garras afiladas y una musculatura adaptada a la presión extrema.
Según Johanna Weston, coautora principal del estudio, los resultados que se obtengan de los estudios permitirán proteger a esta y otras especies marinas de las constantes amenazas emergentes, como la contaminación y el cambio climático.
¿Cómo se lograron tomar las muestras del Dulcibella camanchaca?
El hallazgo se dio durante la expedición del Sistema Integrado de Observación del Océano Profundo (IDOOS) en 2023. Durante la misión se recolectaron cuatro individuos de Dulcibella camanchaca, que luego fueron congelados para ser analizados genéticamente.
Los estudios se realizaron en la Universidad de Concepción, mientras que la persona a cargo de la recolección de esas muestras fue la doctora Carolina González. Tanto ella como otros científicos involucrados, remarcaron que en la zona hay aún muchas especies nativas que aguardan ser descubiertas.


