En esta noticia

La planta de Fordow, ubicada al suroeste de Teherán, representa uno de los principales desafíos para cualquier operación militar que busque frenar el desarrollo nuclear iraní. Enterrada a decenas de metros bajo tierra, resiste ataques convencionales y obliga a pensar en soluciones extremas.

Ante esta situación, solo un arma figura como posible candidata para causar daños reales en el complejo: la GBU-57. Se trata de una bomba antibúnkerdefabricación estadounidense, diseñada para perforar fortificaciones de hormigón a gran profundidad. Nunca se ha utilizado en combate.

¿Por qué Fordow se convirtió en un objetivo clave para Israel?

Israel ha manifestado su preocupación por el programa nuclear iraní desde hace años. Fordow, con sus centrifugadoras instaladas bajo 80 metros de roca y cemento, es el corazón oculto de ese programa.

Lo que busca Israel en Irán no está a la vista: se llama Fordow y se esconde bajo una montaña prácticamente impenetrable. Fuente: CNN.
Lo que busca Israel en Irán no está a la vista: se llama Fordow y se esconde bajo una montaña prácticamente impenetrable. Fuente: CNN.

A pesar de los bombardeos recientes en otras zonas como Natanz o Arak, este complejo permanece intacto.

La OIEA ha confirmado que la planta ha alcanzado niveles de enriquecimiento de uranio del 83,7%, un paso técnico cercano al umbral para fabricar un arma nuclear.

Este dato refuerza su carácter prioritario en los planes de ataque israelíes, aunque hasta ahora no se ha contado con armamento adecuado para su destrucción.

¿Qué hace a la GBU-57 una bomba única en su tipo?

Fabricada por Boeing, la GBU-57 pesa más de 13 toneladas y puede penetrar hasta 60 metros de terreno o 18 metros de hormigón armado antes de detonar. Su potencia exige que se lance desde bombarderos furtivos B-2, capaces de evadir los sistemas de defensa aérea más sofisticados.

GBU-57: La bomba antibúnkeres de 14.600 kilos que podría alcanzar Irán. Fuente: Creative Commons.
GBU-57: La bomba antibúnkeres de 14.600 kilos que podría alcanzar Irán. Fuente: Creative Commons.

Estos aviones se encuentran en bases de Estados Unidos, aunque imágenes satelitales sugieren que algunos podrían haberse desplegado en el océano Índico.

El uso de la GBU-57 implicaría una operación de alto riesgo, sin garantía de éxito total, pero sí con el potencial de alterar significativamente el programa nuclear iraní.