

La Organización Mundial de la Sanidad Animal (OMSA) alertó este viernes que distintas enfermedades de origen animal se han transmitido a nuevas especies y áreas nunca antes afectadas. A su vez, el 47% de estos lugares tienen potencial de zoonosis, que es el contagio de animales a humanos.
Este número se dio a conocer en el primer informe anual sobre el estado de la salud animal, presentado este viernes en París. Una de las enfermedades con mayor riesgo de contagio es la gripe aviar, cuyos brotes en mamíferos aumentaron más del doble en el año pasado respecto a 2023, con 1022 brotes en 55 países, comparado con los 459 casos del año anterior.
Entre el 2005 y 2023, el 68% de las nuevas cepas y enfermedades notificadas por la OMSA presentaron potencial de zoonosis. El jefe del Departamento de Ciencia del organismo, Gregorio Torres, explicó estos datos frente a la presentación a los medios: "La buena noticia es que tenemos cada vez mayor acceso a estos datos y la mala es que la enfermedad se está transmitiendo por todo el mundo y saltando a los mamíferos. Aun así, estamos observando detenidamente, y el contagio de mamífero a mamífero es limitado".

El riesgo de una nueva pandemia
El informe destaca la existencia de una "fina interconexión" entre las enfermedades animales y las humanas, por lo que implementar una vigilancia efectiva es "esencial para prevenir futuras pandemias", explicó la directora general de la OMSA, Emmanuelle Soubeyran. "Necesitamos que los esfuerzos de inversión en los servicios veterinarios lleguen en tiempos de paz y no solo en tiempos de crisis", añadió.
La transmisión de enfermedades infecciosas de origen animal en diferentes ecosistemas y especies nunca antes alterados presenta un riesgo para la seguridad alimentaria mundial y la biodiversidad, por lo que Soubeyran pidió una cooperación internacional.
"Vamos a reunir 1200 personas expertas en salud animal para saber cuál es la situación en el mundo", confirmó la directora general del organismo. Otras enfermedades que preocupan actualmente a la OMSA son la peste porcina africana; el virus de lengua azul; la fiebre aftosa; y la peste de pequeños rumiantes.
Entre 2020 y 2022, el uso de medicamentos antimicrobianos cayó un 5% en el total de países de la OMSA, a pesar de que creció considerablemente en África y el Pacífico, donde uno de cada ocho países presentan esta resistencia entre sus especies.

Los problemas de una nueva crisis de salud mundial
Las vacunas son la herramienta más importante para combatir la transmisión de estas enfermedades. Sin embargo, el problema es que el acceso a esta variante se mantiene desigual en todo el mundo frente a desafíos como la inestabilidad política, la escasez de financiación o la lentitud de su aplicación.
Según la OMSA, los bancos globales de vacunas, que intentan facilitar el acceso a un precio más bajo, han repartido entre 2013 y 2024 casi 118 millones de vacunas contra la peste de pequeños rumiantes en la región del Sahel y más de 29 millones de dosis contra la rabia en África y Asia.
Otro de los desafíos para la prevención es reducir la resistencia a los antibióticos que pueden desarrollar los patógenos que causan las enfermedades, fruto de una incorrecta aplicación de estos medicamentos.
Para la OMSA, es clave invertir en sistemas públicos de veterinaria y mejorar la transparencia para el acceso y tratamiento global de los datos: "Si no tenemos acceso a estos datos, no tendremos la oportunidad de innovar", alertó Torres.
Fuente: EFE







