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La piel es un órgano que demanda atención constante a lo largo de la vida. Con el transcurso del tiempo, su apariencia se transforma: se vuelve más delgada, pierde grasa y pueden surgir arrugas, sequedad y manchas.
Si bien estos cambios son consecuencias naturales del envejecimiento, es fundamental adoptar hábitos saludables que contribuyan a mantener la piel sana y a mitigar los signos del envejecimiento, no solo por razones estéticas.
Según lo indicado por Mayo Clinic, es aconsejable consultar a especialistas para identificar si la causa de la piel seca puede estar relacionada con "una afección médica, como la tiroides hipoactiva (hipotiroidismo), la dermatitis o la psoriasis".
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El término médico que se utiliza para referirse a la piel seca es "queratosis pilar". Esta condición se define como una "afección benigna de la piel que provoca la aparición de manchas secas y ásperas, así como pequeñas protuberancias, comúnmente en la parte superior de los brazos, los muslos, las mejillas o los glúteos", según los especialistas.
Sin embargo, es fundamental mantener la piel adecuadamente hidratada para preservar su salud. En este sentido, los expertos de Mayo Clinic sugieren:
Utilizar productos cosméticos con ingredientes curativos
Como la urea, las ceramidas, los ácidos grasos, el glicerol, la manteca de karité y la manteca de cacao, que son altamente beneficiosos para la piel.
Exfoliar la zona
Cepillar la piel en seco con un cepillo de cerdas naturales es una técnica eficaz para eliminar las células muertas y promover la renovación celular.
Bañarse con agua tibia
La temperatura del agua y la duración de la ducha pueden contribuir a la resequedad, ya que "eliminan los aceites naturales de la piel". Por lo tanto, se recomienda limitar el baño a una vez al día y no exceder los 5 a 10 minutos.
Utilizar un humidificador
"El aire seco y caliente en los espacios interiores puede deshidratar la piel sensible y agravar la picazón y la descamación". Por ello, el uso de humidificadores es una medida eficaz para mitigar los efectos adversos en la piel de todo el cuerpo.
Elegir telas amables para tu piel
Los especialistas aconsejan optar por fibras naturales, como el algodón, ya que facilitan la transpiración de la piel y previenen daños. Además, seleccionar detergentes sin colorantes ni fragancias para el lavado de la ropa es una estrategia efectiva para evitar reacciones alérgicas.
Llevar una alimentación sana y consumir suficiente agua
Una dieta equilibrada, que incluya una variedad de verduras, frutas, proteínas y grasas saludables, tiene un impacto positivo en la salud de la piel. Asimismo, es esencial beber al menos 2 litros de agua al día, sin aditivos, para lograr una piel más suave, flexible y elástica.
