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Eduardo Rodriguez Chirillo fue secretario de Energía hasta octubre del año pasado. En esa poltrona, avanzó con la quita de subsidios, aumentos de tarifas y alentó la actividad en Vaca Muerta. Su salida -en voz baja, sin hacer declaraciones- parece haberlo ayudado con una retribución reciente: una silla en la mayor empresa del país.

El ministro de Economía, Luis Caputo, decidió controlar el sector energético con alguien de su confianza. En septiembre del año pasado, nombró a Daniel González, ex CEO de YPF, como secretario de Coordinación de Energía y Minería. Tras algunas diferencias de criterio, Chirillo quedó afuera del esquema de poder. Su renuncia no generó controversias. El funcionario se llamó a silencio, y desde el Poder Ejecutivo tampoco se dijo una palabra.

Chirillo se sentará próximamente en el consejo directivo más importante del país. Será uno de los 11 directores de YPF, la mayor empresa del país. La petrolera está en un momento clave: negocia con socios comerciales para sumar negocios por u$s 9.000 millones en los próximos años.

El Estado es el accionista mayoritario de YPF. Allí posee un director clase A (que es el jefe de Gabinete Guillermo Francos) y cinco directores clase D. Allí están Carlos Bastos -artífice del plan energético de los 90, con muchas similitudes al actual-, Jose Rolandi -que estaría perdiendo poder en la Casa Rosada- y Chirillo.

"Posee mandato hasta la elección de nuevos directores por la asamblea de accionistas, en reemplazo del Sr. Mario Eduardo Vázquez, cuyo fallecimiento fuera informado oportunamente", detallo YPF en un comunicado a la Comisión Nacional de Valores (CNV). Vázquez venía del mundo financiero.

Descorches y miedos

El boom de las exportaciones energéticas sigue en ascenso tras conocerse los números de enero, aunque asoman algunos nubarrones, que nadie se anima a confesar.

El país exportó energía por u$s 879 millones, mientras que importó u$s 201 millones. De esa forma, el superávit comercial energético es de u$s 678 millones. En enero de 2024, el saldo también había sido positivo (más de u$s 400 millones).

La mejora interanual es de u$s 265 millones. Como la balanza comercial de enero de 2025 fue positiva en sólo u$s 142 millones, en el sector energético se inflan el pecho: "Nuestro saldo es casi 5 veces superior al del país en general. La dinámica que está mostrando el sector lo consolida como el segundo motor, después del campo".

"Al descomponer la variación de la balanza de dólares de la energía, se tiene que el efecto precio generó una caída de US$ 34 millones y el efecto cantidades una suba de US$ 300 millones", analiza Nadin Argañaraz en un informe.

Sin embargo, hay un miedo que flota en el sector: los aranceles de Donald Trump. El presidente estadounidense los anunció para el petróleo que ese país compra en Canadá. Hasta ahora, la guerra comercial desatada por el mandatario estadounidense solo afectó a aluminio y aceite.

Río Negro, contra el RIGI

El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilnek, acaba de sorprender a un consorcio de empresas, entusiasmadas con el Oleoducto Vaca Muerta Sur.

YPF, Pan American Energy (PAE), Pampa Energía, Shell, Pluspetrol, Vista y Chevron son parte de esa obra, que permitirá despachar mayor volumen de petróleo desde Río Negro. Desembolsarán u$s 3000 millones.

El mandatario les anunció que pedirá un 1% de regalías sobre lo que exporten las petroleras. Pero Vaca Muerta Sur está dentro del Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI). Esa situación les garantiza estabilidad regulatoria e impositiva.

Aunque el proyecto estaría operativo para el año que viene, la decisión provincial va contra el RIGI del gobierno nacional. Las petroleras pagan regalías en Neuquén -de donde sacan el petróleo- y también abonan derechos superficiarios, por el territorio rionegrino que atraviesan. Sin embargo, el "impuesto" a las exportaciones descolocó a las compañías.