En el hall central de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, el sentimiento general transmitía la posibilidad de un acuerdo “inminente” con los bancos de inversión de los Estados Unidos, aunque quienes están cerca de las entidades reconocen que hay dudas.
El ministro de Economía, Luis Caputo, planteó un “menú” de alternativas que descomprimen la necesidad de acumular reservas para pagar deuda y que marcan un giro en lo que fue la estrategia hasta el momento.
“Hay que acumular reservas, u$s 9000 millones que dice el acuerdo con el Fondo”, reconoció el funcionario según lo que plantea el convenio. Pero consideró que “la situación cambió mucho durante el último mes”.
“Las metas eran para hacer frente a los pagos de 4500 millones en enero a bonistas más multilaterales. Eso es financiero”, indicó Caputo tras la presentación del “Programa Económico Argentino” en la Conferencia anual de FIEL.

“El escenario cambió después de las elecciones y hemos logrado separar lo financiero de lo monetario. La acumulación la vemos hoy para acumular para fortalecer el BCRA. En lo financiero se abrió un menú de opciones: swap chino, de EE.UU., o el acuerdo con los bancos”, indicó el titular del Palacio de Hacienda, que defendió el esquema de bandas cambiarias y citó una serie de condiciones que deberían cumplirse antes de que la Argentina pueda pensar en una “flotación libre”, algo que le reclamaron varios de los economistas que lo antecedieron en la jornada.
Para “Toto”, la posibilidad de salir a emitir deuda está cerca, con “los bonos de corto plazo tradeando al 8%, ya hay oportunidad de mercado”.
Así, reiteró que los pagos de deuda están asegurados. “Nos gustaría resolverlo por las propias, con las alternativas que estamos explorando con distintos actores económicos”, agregó sobre el menú en la mesa.
Bandas cambiarias
En cuanto al nivel del tipo de cambio, Caputo insistió en que “las bandas están bien calibradas” y sostuvo que el sistema seguirá en marcha.
“Estamos hace seis meses con bandas, algunos esperan que flotemos libremente ya”, cuestionó Caputo, que planteó una hoja de ruta donde además de acumular reservas hay que resolver la ”inestabilidad de la demanda de dinero", la volatilidad política y la profundidad del mercado cambiario. “Se operan u$s 200 millones por día. Ayer se operaron 90 millones”, dijo para explicar la magnitud. Y comparó con países de la región. En Chile se operan u$s 2000 por día, u$s 3500 en Brasil y son países que tampoco flotan libremente", justificó.
“Por todo eso nos parece más apropiado flotar entre bandas para generar más estabilidad”, enfatizó en su defensa del sistema actual, que será ajustado en las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El fin de semana trascendió que las bandas se ajustarían un 1,5%.
Consultado sobre las prioridades para el Congreso, el ministro de Economía volvió a poner el foco en las reformas que se preparan y el Presupuesto. Allí detalló que se espera crecer un 5% y que se preparan cambios laborales y fiscales, además de insistir con la ley para los dólares del colchón.

Entre algunos de los puntos está la rebaja de 3 puntos de contribuciones patronales, un régimen de incentivo al nuevo empleo y la actualización de las deducciones a las ganancias de personas humanas que anticipó el martes ante el sector de Seguros en un almuerzo organizado por Cides.
“En lo tributario queremos ir a bajar lo más distorsivo: ingresos brutos, el impuesto al cheque, las retenciones y ganancias de empresas, pero cualquiera de esas cosas que toques son muy caras, son todos impuestos que recaudan mucho”, reconoció sobre los limitantes.
El Presupuesto plantea una meta de superávit fiscal de 1,5%/PBI, en línea con lo que marca el acuerdo con el FMI. Si no hay un aumento de ingresos, será difícil cumplir con la baja de impuestos prometida. Sobre este punto, Caputo hizo una salvedad sobre lo que se acordó con el FMI. Lo importante, dijo, es “siempre tener el superávit primario necesario para ganar los intereses de deuda”, por lo que la meta podría ser flexible.
Plan monetario claro
Unas horas antes, el ex ministro de Economía Domingo Cavallo planteó como foco la salida total de las restricciones cambiarias. “Cómo no va a haber expectativas de devaluación si todavía existe el cepo”, sobre la presión al tipo de cambio y planteó que se necesitan, además de las reformas, legislación que blinde la política monetaria, cambiaria y el sistema financiero y establezca “reglas claras”.
“Una reforma económica tiene que definir las reglas de juego en el frente cambiario, monetario y financiero”, enfatizó. Y planteó que debe ser extensible a inversiones. “No se puede avanzar con un RIGI que a las grandes inversiones le da una serie de garantías muy importantes que no tiene el resto de la economía. a las grandes se les asegura que van a poder disponer de capitales con total libertad. Eso implica eliminar completamente el cepo y los controles de cambio”, remarcó el ministro de la convertibilidad.
Sobre la dolarización, Cavallo reconoció: “no estamos en condiciones de pensar en sistemas completamente dolarizados sino un sistema bimonetario que permita uso de dólar y peso”. Para eso reiteró que “hay que declarar al dólar moneda de curso legal”.
Por otra parte, Cavallo dejó un pedido. “Ojalá el Gobierno de Milei no imite el manejo de política económica de Donald Trump” agregó en referencia a la discrecionalidad con la que se maneja el presidente de Estados Unidos a la hora de definir medidas.
Otro ex titular del Palacio de Hacienda, Nicolás Dujovne, coincidió en que “la Argentina tiene que flotar” y consideró que “un tipo de cambio que flota absorbe shocks, atado al ciclo de commodities” puede permitirse un ciclo de 7 años hasta consolidar la inflación de un dígito, como marcó la experiencia de países vecinos.



