La Agencia Federal de Inteligencia (AFI) avanzó en los últimos meses en una profunda reforma tendiente a dar mayor transparencia a uno de los organismos del Estado tildados por el presidenteAlberto Fernándezcomo "los sótanos de la democracia" y en el balance inicial de la actual intervención está contemplado un ambicioso plan de modernización de los sistemas de información interna.

Desde que asumió como interventora de la AFI el 21 de diciembre de 2019 hasta hoy, Cristina Caamaño buscó instrumentar en la agencia de inteligencia un fuerte reordenamiento interno que fue muy resistido por la vieja guardia de los espías.

Según los datos oficiales de la AFI a los que accedió El Cronista la reforma en la agencia de Inteligencia que encaró Caamaño hasta ahora contempla no sólo la modernización del organismo hacia un sistema de digitalización de datos sino también la elaboración de un nuevo plan de inteligencia que tiene como eje central de trabajo la persecución del terrorismo en la Argentina.

El presupuesto de la AFI para este año es de $4.400 millones, lo que incluyó un aumento del 25% respecto del año pasado a raíz de la venta de algunos inmuebles del organismo y por el incremento de la paritaria salarial de los empleados.

Sin embargo, el presupuesto actual resulta más transparente que antes. En 2019 el 99% del presupuesto de la AFI estaba bajo la nomenclatura de "gastos reservados". Era la histórica "caja negra" de la que nadie se animaba a hablar.

Actualmente, los gastos reservados representan sólo el 9% del presupuesto de este organismo. El cambio fue drástico: en los últimos meses se unificó la compra de pasajes aéreos en Aerolíneas Argentinas, la compra de nafta para vehículos se hace en estaciones de YPF y la regularización del blanqueo de sueldos se hizo por medio de las cuentas del Banco Nación.

Cuando llegó Caamaño en las oficinas centrales de la AFI en Plaza de Mayo no había unificación de bases de datos, la información sensible se trabajaba en papel, los gastos reservados eran moneda corriente y los agentes encubiertos formaban parte del decorado permanente que arrastraba la ex SIDE. "Había un abuso en el uso de alias o de espías encubiertos que hubo que desterrar", dijo un funcionario de la AFI a este medio.

En los dos últimos años la interventora de la AFI avanzó con la elaboración de un plan de inteligencia nacional que contempla áreas de terrorismo, contrainteligencia, ciberseguridad y el foco está puesto en el crimen organizado.

Esto implica intercambiar más datos con agencias de inteligencia internacionales como acaba de ocurrir la semana pasada con el viaje que hizo Caamaño a Estados Unidos para reunirse con los equipos de la CIA. "Dialogamos sobre temas de interés común como terrorismo, financiamiento del terrorismo y otros fenómenos complejos como lavado, fuga de capitales y opacidad financiera", dijo la interventora de la AFI en su cuenta de Twitter sobre este viaje.

La unificación de la información también forma parte de las reformas que se están llevando adelante en la AFI. La intención es contar con una base de datos unificada de manera digital. Es que antes la información estaba parcelada en diferentes oficinas internas, había mucho papeleo o los datos se encontraban en documentos de Word.

Una muestra de este desorden: la AFI acaba de acordar con la Casa de la Moneda en la implementación de un plan de digitalización a gran escala del fondo documental de la ex SIDE, que consta de unas 250 mil fichas con material microfilmado (alrededor de 5 millones de microfilms) y un gran volumen de documentación histórica en formato papel producida entre las décadas de 1940 y de 1980. Se trata, en su mayoría, de documentación institucional relativa al organismo y a quienes se desempeñaron en ella. También, contiene información sobre personas, organizaciones, hechos, casos y operativos.

"Este convenio es un paso más del trabajo iniciado el año pasado junto a organismos de Derechos Humanos", dijo a El Cronista un funcionario de la AFI allegado a Caamaño. Todo este trabajo forma parte de los archivos que había de la época de la dictadura militar con documentación de inteligencia vinculada a las violaciones a los derechos humanos.

A su vez, se encontraron en la AFI más de un millón de hojas en papel con sumarios, actas, libros internos que ahora se están digitalizando.

La intención a futuro es que cada ciudadano pueda acceder a esas bases de datos de la época de la dictadura para saber si hay información relativa a su identidad. Se trata de un esquema similar al que encaró Alemania luego de la caída del muro de Berlín con lo que era la antigua Stassi, la agencia de inteligencia del comunismo.

Por otra parte, la AFI acaba se sellar un convenio con el Ministerio de Defensa que prevé la capacitación en temas de interés común, dentro del trabajo conjunto en el Sistema de Inteligencia Nacional (SIN). Esto es: la capacitación en materia de intercambio de información o búsqueda de datos. Lo mismo se hizo con el Ministerio de Seguridad. En ambos casos, la estrategia diseñada se elaboró bajo el amparo de la ley nacional de inteligencia.

En relación a los controles de cuentas y administración interno, la AFI acordó con la Sigen el nuevo proyecto de ley de inteligencia que el gobierno enviará al Congreso con el objetivo de institucionalizar las reformas implementadas durante la gestión actual. Las novedades en materia de inteligencia que propone el proyecto es la legalidad, mínima intervención, proporcionalidad, control, transparencia, especialización y perspectiva de género.

La idea es crear un Consejo Interministerial con los ministerios de Seguridad, Defensa y de Relaciones Exteriores, con el fin de incrementar los controles externos sobre los servicios de inteligencia, lo que al mismo tiempo consolida la acción fiscalizadora de SIGEN sobre la Agencia.

Caamaño deberá renovar el mandato de su intervención en julio próximo. Ya lleva más de dos años y si bien hizo muchos para eliminar la idea de la AFI como un "sótano de la democracia" aún tiene un largo recorrido por delante.