Luego de que la Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA) anunciara un paro de controladores aéreos que iban a afectar algunos vuelos nacionales e internacionales este fin de semana, el Gobierno dictó la conciliación obligatoria y desactivó la medida de fuerza.

Lo confirmó la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA): "Las operaciones aéreas se desarrollarán con total normalidad en todos los aeropuertos del país".

"Por esta razón, las acciones pretendidas por el gremio no se llevarán a cabo y queda garantizado el normal funcionamiento del servicio esencial de navegación aérea en todos los aeropuertos de la Argentina, todos los días y en todas las franjas horarias", señaló el comunicado de la EANA.

El jueves, el gremio había confirmado una serie de medidas de fuerza que se extendía hasta el 31 de mayo, que incluía interrupciones parciales en lo que respecta a la autorización de despegues y la transmisión de planes de vuelo. Esta decisión se conocía en medio de la reglamentación que oficializó el Gobierno en torno al derecho de huelga.

"Estas medidas son el resultado de una propuesta salarial inaceptable por parte de la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) que ofreció un 0% de aumento y pretende dar por cerrado el período paritario 2024/25, cuando llevamos más de 8 meses sin actualizaciones salariales", habían señalado desde el sindicato que lidera Paola Barritta.

Finalmente, este viernes la EANA confirmó que la serie de protestas programadas a extenderse por un plazo de seis jornadas laborales quedaron sin efecto.

Luego de la citación de la Secretaría de Trabajo del día jueves, la entidad gremial había mantenido su posición inamovible respecto a la aplicación de las acciones y ratificó lo anunciado.

"Las medidas iniciales planteadas por el gremio, tenían la intención de interrumpir el servicio esencial de navegación aérea durante seis diferentes días, en distintas franjas horarias, en todos los aeropuertos de la República Argentina", explicó el organismo dependiente de la Secretaría de Transporte.

El plan de lucha comprendía medidas para el sábado 24, con la interrupción de los despegues de vuelos internacionales de 13 a 17 horas. La acción sindical continuaría el domingo 25, afectando los vuelos de cabotaje de 19 a 22 horas.

Las protestas continuarían el martes 27 y miércoles 28, con huelgas que perjudicarían a los vuelos de cabotaje y a la aviación general y comercial no regular. Finalmente, el viernes 30 y sábado 31, las medidas de fuerza iban a alcanzar a toda la aviación.