El Gobierno fijó para este año un objetivo de superávit primario de 1,5% del PBI, distinto del 1,6% que había fijado en acuerdo con el FMI. La eliminación temporal de las retenciones supone un recorte de los ingresos que, para alcanzar ese objetivo, debería ser compensado con un nuevo recorte del gasto o una ampliación de los ingresos.
La eliminación temporal de las retenciones por un cupo de u$s 7000 millones que se acabó en 72 horas supuso un costo fiscal de 0,2% del PBI, equivalente a u$s 1400 millones, según la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo Argentino (FADA).
La eliminación temporal de las retenciones implicaría así una caída de los ingresos tributario del 1% respecto de 2024, mientras que en los ingresos no tributarios se espera una baja del 30%, lo que explica que los ingresos totales sumarían este año una caída de 3,3%, analizaron desde el Instituto de Análisis Fiscal (IARAF).
Para este año, se proyecta que el gasto primario tendrá, si no existen cambios en este frente, un aumento del 0,3%. Si se buscara compensar la pérdida de los ingresos por el frente del gasto, el recorte del mismo debería derivar en una caída interanual del 0,7%.
Parte de los gastos están sujetos a actualizaciones por inflación, por lo que no pueden ser modificados. Es el caso de jubilaciones y algunos gastos sociales. El gasto indexado aumentó en términos reales un 19,7% en los primeros 8 meses del año. Para lo que resta del año, este gasto tendrá un aumento del 5,3% real interanual, por lo que en el año en su conjunto el gasto primario cerrará con un aumento del 14% por encima de la inflación.
Esto deja al gasto no indexado como variable de ajuste, siendo estos principalmente la masa salarial, otros programas sociales, subsidios a la energía y el transporte, inversión, bienes y servicios, entre otros.

Si se conserva el objetivo del 1,5% de superávit y se desea compensar en su totalidad lo perdido por la eliminación temporal de retenciones, todos los gastos deben reducirse en lo que queda del año.
"Por ejemplo, el gasto en masa salarial tuvo un descenso real interanual del 6% en los primeros 8 meses del año y en el acumulado de los últimos 4 meses debería caer un 10% real interanual. En términos anuales, de cumplirse estas pautas, el gasto en masa salarial debería caer un 7,5% real respecto al año previo", explicaron desde IARAF para ilustrar la profundización que debería darse en la caída del gasto para compensar lo perdido por retenciones.
Así, el gasto no indexado en su conjunto deberá caer un 16% en el año, dejando para los cuatro meses del final del año un ajuste del 13% real.
El gasto primario total aceleraría su recorte con una caída del 6% interanual real entre septiembre y diciembre para cerrar el año con una caída del 0,7% real interanual y una baja del 28% real respecto de 2023.

En el caso de que se buscara compensar ingresos, desde IARAF advirtieron que como mínimo debería haber un mayor pago de impuesto a las ganancias en el ejercicio siguiente.
Respecto de si alcanzará o no el mismo resultado fiscal, explicaron que dependerá de si la baja de retenciones tiene el efecto expansivo esperado en materia de recaudación. Desde el Gobierno confían en que habrá una dinamización de la actividad por el mayor consumo que implicará el traslado a los productores de la mejora de precios, que impactará en inversión en maquinaría.
En medio de cruces por la presunta falta de traslado en la mejora del precio hacia los productores y de que el beneficio solo habría quedado en manos de los exportadores, desde la Bolsa de Rosario estimaron que para cumplir con las proyecciones de venta de la campaña 2024/2025 en trigo, el maíz, y el poroto, la harina y el aceite de soja que resta vender al exterior para cumplir con la proyección exportadora estimada para la campaña, si al volumen que le resta comprar a la industria se le aplica el precio de viernes, el total a pagar es de u$s 8327 millones.




