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Mientras que el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, sostiene que los despidos de empleados públicos se reflejan en el crecimiento de puestos de trabajo en el sector privado, un informe del Ministerio de Capital Humano dio una radiografía del mercado de trabajo.

En especial sobre la tendencia de largo plazo, que el año y medio de Gobierno de La Libertad Avanza (LLA), tal y como se esperaba, no logró revertir respecto al Régimen de Pequeños Contribuyentes respecto al empleo privado registrado.

"Uno de los fenómenos más destacados del mercado de trabajo argentino durante la última década ha sido el significativo crecimiento del trabajo encuadrado en el régimen del monotributo", destacaron en el informe en donde excluyeron al social.

Según los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino, entre 2012 y 2024 el número de trabajadores monotributistas se incrementó un 56%, mientras que el empleo asalariado formal del sector privado creció solo 3% y el Producto Interno Bruto (PBI) se mantuvo constante.

Y con una alerta sobre el nivel educativo de los contribuyentes que integran este Régimen. "La cuestión relevante para este análisis es que una parte sustancial del crecimiento del trabajo monotributista se encuentra vinculado a la expansión de la población ocupada con nivel educativo terciario o universitario", destacaron.

Ya que al comparar la información relevada por las encuestas entre los años 2011 y 2024, el 65% del incremento total del trabajo aportante al régimen monotributista o autónomo corresponde a trabajadores con estudios universitarios y terciarios completos o incompletos.

Lo que está relacionado, en gran parte, con acceso creciente a la educación superior: en 2003 solo el 18% de la población ocupada total contaba estudios terciarios o universitarios, mientras que en 2024 ese porcentaje se elevó al 27%.

"Sin embargo, durante el período comprendido entre 2011 y 2024 este proceso de "profesionalización" fue liderado por el trabajo monotributista o autónomo y no, como podría suponerse, por el empleo asalariado formal del sector privado", puntualizaron.

La segunda luz roja se encendió respecto a las modalidades ocupaciones en las que se insertaron los trabajadores aportantes al régimen monotributista o autónomo durante el período 2011-2024. Ya que, si bien desde una perspectiva legal dichos regímenes de seguridad social se aplican exclusivamente a las personas ocupadas que desarrollan actividades de manera independiente, en la práctica sucede otra cosa.

Gráfico "Distribución del crecimiento neto del trabajo monotributista y autónomo según modalidad ocupacional de inserción laboral" extraído del informe del Ministerio de Capital Humano.
Gráfico "Distribución del crecimiento neto del trabajo monotributista y autónomo según modalidad ocupacional de inserción laboral" extraído del informe del Ministerio de Capital Humano.

Dado que trabajadores encuadrados en estos subsistemas presentan modalidades laborales compatibles con inserciones asalariadas, es decir, dependientes. "De la totalidad del crecimiento neto de trabajadores aportantes al régimen monotributista o autónomo entre 2011 y 2024, el 37% se incorporó en puestos de trabajo en relación de dependencia del sector privado, el 1% en puestos dependientes del sector público y el 62% restante se insertó en el trabajo independiente", detallaron.

Más informalidad

A pesar de que es lógico pensar que la expansión de la registración en el sistema de seguridad social debería provocar una reducción de la informalidad laboral total, los datos exponen que sucedió lo contrario en estos años.

"Los nuevos datos relevados por la EPH muestran que la tasa de la informalidad laboral del conjunto de la población ocupada casi no se modificó entre 2011 y 2024: pasó del 41,8% al 40,3%, lo que representa una reducción de 1,5 puntos porcentuales", comentaron.