Javier Milei intentará enterrar en Washington el escándalo narcogate de José Luis Espert amparado en la firma de un ambicioso acuerdo con Estados Unidos. De la mano de Donald Trump, el presidente argentino cerrará un trato que incluye a primera vista un salvataje financiero de 20.000 millones de dólares y la intervención norteamericana en el mercado argentino.
Aunque el acuerdo no escrito se extenderá también a un entendimiento arancelario, el mayor flujo comercial y una intensa cooperación en defensa. Es el reaseguro para la pax cambiaria y estabilidad que busca el gobierno al menos hasta las elecciones legislativas.
Milei viaja este lunes a Washington rodeado de Karina Milei, Luis Caputo; el presidente del BCRA, Santiago Bausili; el viceministro de Economía Luis Daza y el canciller Gerardo Werthein para estrechar la mano de Trump en el Salón Oval de la Casa Blanca y ratificar así la alianza estratégica con Estados Unidos.
Como adelanto de esa foto el secretario del Tesoro Scott Bessent adelantó que Estados Unidos realizará un desembolso en SWAPS ya que Argentina enfrenta un "momento de grave iliquidez". Y remarcó que la comunidad internacional, incluyendo el FMI, apoya "unánimemente" a Argentina y su "prudente estrategia fiscal". Pero subrayó que "solo Estados Unidos puede actuar con rapidez. Y actuaremos". Así, se concretó la inyección de dólares en el mercado bursátil de Argentina para la compra directa de pesos argentinos.

Para la mirada argentina se trata de un acuerdo que a corto plazo dará estabilidad ante un clima de incertidumbre financiera. El anuncio de un SWAP de 20.000 millones de dólares sumado a un eventual acuerdo arancelario del 10% y una posible lista de 50 productos con arancel cero serán un bálsamo para el gobierno de Milei en medio de turbulencia financiera. Pero desde la mirada de Washington, el acuerdo de Argentina con Trump va más allá de lo coyuntural y se posiciona como un lazo estratégico y de geopolítica a largo plazo en la agenda del Departamento de Estado.
Toto Caputo cerró con Scott Bessent, el secretario del Tesoro norteamericano, los detalles técnicos de un entramado muy complicado en el salvataje financiero de Estados Unidos elaborado para no herir susceptibilidades en el electorado interno y los farmer de Estados Unidos. Esto es: una ayuda que no implicará dinero fresco sino SWAPS de moneda que podría ser usado para compensar aranceles en las importaciones.
También se incluiría hacia adelante y aun en borrador el espinoso tema de patentes medicinales y el capítulo arancelario dejando afuera un tema sensible para la Argentina como es el ingreso de biodiesel y acero o aluminio al mercado norteamericano.
Desde el Hotel Blair House en Washington Milei cerrará con su equipo los detalles de la reunión con Trump y buscará exponer al electorado argentino las bondades de la alianza con Estados Unidos. La expectativa de Milei de que el acuerdo con Trump derrame en votos en octubre se basa en algunas encuestas que le llegaron a su despacho. El último sondeo de D'Alesio Irol sostiene que un 46% de los encuestados considera positivo el apoyo de Donald Trump a Javier Milei, mientras que el mismo porcentaje lo percibe como negativo y apenas un 7% se expresa como neutral en el asunto. La valoración positiva predomina ampliamente entre votantes de LLA (79%), en contraste con los de UP, entre quienes un 92% lo califica como negativo. La grieta favorecería al gobierno aseguran en la Casa Rosada.
Desde la mirada de Washington el acuerdo con Argentina va más lejos que lo coyuntural. "El éxito de la agenda de reformas de Argentina es de importancia sistémica, y una Argentina fuerte y estable que contribuya a consolidar un hemisferio occidental próspero redunda en el interés estratégico de Estados Unidos", sintetizó Bessent sin vueltas.
Además, el asesor en las sombras de Trump, Barry Bennet estuvo en la Casa Rosada la semana pasada y se reunió con Santiago Caputo para ampliar los detalles no escritos del entendimiento con Washington. En breve diálogo con la prensa el funcionario norteamericano advirtió que está en carpeta la posibilidad de profundizar el vínculo con Argentina en materia de seguridad y defensa, que podría concretarse con la instalación de fuerzas norteamericanas en Tierra del Fuego.
Este es un tema que despierta interés en el sector militar de Estados Unidos al igual que la venta de equipamiento para las Fuerzas Armadas argentinas y el desarrollo de proyectos de inversión en áreas sensibles como el litio, la energía nuclear y la tecnología de punta.
Sobre estos puntos Bennett fue muy abierto. Destacó que los recursos del país son un bien preciado para el futuro comercial entre Argentina y Estados Unidos. "El gas natural es una oportunidad enorme. Es algo con lo que no han podido hacer mucho hasta ahora, pero necesitan sacarlo del país. Tenemos que vender ese gas a Europa. Cada argentino ganará dinero con ese proceso", dijo con entusiasmo el asesor de Trump.

Entre los inversores extranjeros de otros países también hay mucho entusiasmo por la Argentina de Milei. En el Forum empresarial de comercio Argentina-Francia que se realizó la semana pasada en el Museo de Arte Decorativo el embajador francés Romain Nadal se deshizo en elogios a la administración Milei y adelantó un futuro promisorio para los vínculos bilaterales.
En un tono similar se manifestaron varios empresarios franceses, entre los que se destacó Christel Bories, presidenta de Grupo minero Eramet que tiene grandes inversiones en Salta. Destacó las medidas económicas tomadas por el gobierno aunque también remarcó a modo de alerta que para aumentar las inversiones "se debe tener estabilidad jurídica y una garantía en el largo plazo".
La empresaria con grandes conocimientos de Argentina dijo también que "todavía hay cosas para hacer en cuanto a reforzar el marco jurídico de Argentina" y pidió que haya una mejor infraestructura para potenciar los proyectos. Guillermo Francos la escuchó atento y de inmediato respondió que el gobierno de Milei está dejando atrás "años de decadencia y crisis permanente para dar pie a un tiempo de progreso y libertad" al remarcar el gran flujo de inversión privada de Francia en Argentina.
Algo similar se escuchó en el foro de Agronegocios de Amcham y en el gobierno respiraron tranquilos esta semana luego de escuchar en directo a la jefa del FMI. En una conversación pública en el Milken Institute, realizada antes de las Reuniones Anuales 2025 del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, Kristalina Georgieva destacó el programa de ajuste que puso en marcha Javier Milei en el país y ponderó sus resultados. Pero lo más relevante fue que señaló que su resultado dependerá del respaldo social que logre y dijo que podría tratarse de la última ayuda al país. "Ahora miramos a Argentina. Argentina está llevando adelante un programa de ajuste muy drástico. El éxito va a depender de lograr que la gente acompañe", dijo Georgieva.
La frase formó parte de una estrategia más amplia y que comparte Estados Unidos en palabras de Bessent: el éxito del plan Milei "debería ser una prioridad bipartidista", dijo. Es decir, que haya un plan de consenso con la oposición para avanzar en las nuevas reformas que necesita el país.
En el peronismo, el PRO y los radicales impera una lectura uniforme del mensaje que dieron tanto el FMI como Estados Unidos para ayudar a Milei en la etapa que se viene para la Argentina. En palabras de Miguel Pichetto esto implica el "teorema de los consensos forzados". Es decir, que Washington pide a Milei que haya un acuerdo de gobernabilidad y un llamado al consenso en la Argentina para poder avanzar en una nueva ley laboral o la reforma impositiva. Para la oposición esta será una herramienta necesaria para que Milei cambie su estrategia y empiece a abrir el juego de los consensos con un sector de la oposición.

Claro que todo esto dependerá del resultado electoral y de las necesidades propias de Milei. Pero lo cierto es que hay una imperiosa realidad que le presentan desde afuera y es que el plan económico de Milei no se sostiene sin un aval de otros sectores de la política argentina.
En medio del escándalo de Espert, los reclamos de una interpelación a Karina Milei por el caso LIBRA y un pedido de remoción en Diputados al jefe de Gabinete por el no cumplimiento de la ley de emergencia en discapacidad el presidente Milei se aferra al efecto Trump para blindar la economía en el tramo final de la campaña.




