A pocas horas de que el presidente Javier Milei confirmara que el próximo impuesto por quitar serán las retenciones, la cadena de la soja dio un panorama desalentador respecto a la próxima campaña y aseguró que una "pequeña" variación en la alícuota puede tener un impacto "relevante" en los productores.
El evento organizado por Acsoja que reúne a los principales referentes del sector privado, analizó los múltiples factores que afectan la rentabilidad y la competitividad de la oleaginosa en la próxima campaña, considerando tanto el complejo escenario global como los desafíos internos.
"Vamos a niveles de producción negativos si se mantiene la política actual", señaló Ramiro Costa, economista jefe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, y precisó que se estima una cosecha de 48 millones de toneladas, lo que significa 2,3 millones de toneladas menos que en la cosecha anterior.
Aun así, explicó que se trata de números muy preliminares que se dan en un momento de toma de decisiones y no descartó un cambio en las decisiones políticas que genere un "incentivo" entre los productores a la hora de definir cuánto sembrar.
"En la reunión de la Mesa de Enlace con el presidente de la Nación, Javier Milei, el tema de los márgenes, de las retenciones estuvo presente", expresó Julio Calzado, economista jefe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), y señaló que "hay una preocupación enorme".
A la presión fiscal, el especialista sumó las tasas de interés reales positivas (a diferencia de las campañas anteriores) y el financiamiento en dólares mucho más alto: "los índices inflacionarios le han cambiado la cara al negocio de compra de semillas, insumos, fertilizantes", explicó.
Además, se refirió a los precios internacionales en baja, la guerra de aranceles, deficiencias en logística e infraestructura y la concursos preventivos que atraviesan varias compañías del agro.
Argentina pierde terreno
El economista de la Bolsa porteña, puso énfasis en el peso se la cadena de la soja, que representa el 25% de las exportaciones totales de Argentina, y marcó que cualquier cambio tiene un impacto significativo en la economía, la producción, el empleo y el desarrollo regional.
Además de alertar por la disminución del área sembrada de soja destacó quela participación de Argentina en la producción mundial de este cultivo ha caído del 21% a un 11-12% en un año promedio, mientras que países competidores como Brasil y Estados Unidos muestran crecimientos positivos.
En consecuencia, advirtió que la inversión en aplicación de tecnología, la herramienta que puede ayudar a mejorar los rendimientos cayó 11% entre 2020 y 2023.
Recaudación en juego
En este sentido, el especialista proyectó distintos escenario según el impacto fiscal y concluyó que, una reducción de los derechos de exportación al 26% impactaría en 0,04% del PBI en la próxima campaña y de sólo el 0,07% hacia el 2030.
Aunque el Estado perdería ingresos por la vía de las retenciones, sólo como efecto de esta rebaja, las ventas al exterior implicarían u$s 4000 millones más hacia el 2030.
Según las estimaciones, si se vuelve al 26% en la próxima campaña, la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) cedería u$s 445 millones, sin embargo una parte importante se recuperaría por impacto en otros tributos por u$s 141 millones, lo que reduce la perdida de percepciones a u$s 304 millones (0,04% del PBI).
Márgenes al límite
En el escenario actual (33% de derechos de exportación), solo el 61% del área cultivada con soja estaría cubriendo sus costos. La rentabilidad es muy cercana a cero, haciendo que los resultados sean muy sensibles a pequeñas variaciones en la alícuota.
En el caso de una reducción definitiva al 26%, la probabilidad de recuperar costos sube significativamente a 72.6%; en un panorama con 0% de derechos de exportación, aunque la probabilidad de recuperar costos aumenta notablemente, no llega al 100%, lo que subraya el riesgo inherente a la actividad agrícola.
Presión global
María Marta Rebizo, gerente de Asuntos Económicos y Comerciales de la Cámara de Industria Aceitera de la República Argentina y Centro de Exportadores de Cereales (Ciara - CEC) puso el foco en la entrada en vigencia de la normativa de la Unión Europea en materia de deforestación, a partir del 1 de enero de 2026.

"Es todo un desafío para el año que viene, lograr que las autoridades competentes de cada país de la Unión Europea reconozcan la plataforma VISEC como valida y a los operadores comerciales que confíen en las garantías que le da la plataforma", resaltó.
En relación también mencionó la necesidad de que el gobierno argentino continúe insistiendo para mejorar la calificación de "riesgo estándar" que colocó la UE, mientras que a Estados Unidos, China y Uruguay les otorgó un "riesgo bajo".
Asimismo, repasó el salto que está dando Estados Unidos y la competencia que se abre en los mercados de Asia. Según expuso Rebizo, en función de los datos oficiales de EEUU la molienda para la campaña 25-26 será de 69 millones de toneladas, un 11% en relación a dos campañas anteriores.
"Se ve un gran crecimiento de la producción en Estados Unidos y como el aceite de soja se va a consumir internamente para la producción de combustibles, va a exportar harina de soja", lo que compite con el producto que más exporta la Argentina.
Esto, señaló, va a generar "mayor presión" sobre las exportaciones de harina de soja ya que se estiman ventas de EEUU por 17 millones de toneladas, cuando hace dos campañas atrás eran de 14,6 millones de toneladas.



