El presidente Javier Milei se puso al frente de la campaña para las elecciones la provincia de Buenos Aires. Aunque se trata de una elección local, la estrategia será nacional: otra vez, el eje será kirchnerismo o libertad. La polarización no se detiene, a pesar de que Axel Kicillof -el rival subido al ring- hace tiempo se distanció de La Cámpora, algo que incluso dentro del kirchnerismo se encargan de remarcar.
Las encuestas que circulan en Casa Rosada marcan un diferencial positivo de Milei en territorio bonaerense, impulsado por la marca de La Libertad Avanza (LLA). Un sondeo reciente de Casa Tres reveló que el 75% de los encuestados identificó alguna medida económica como lo mejor de la gestión, lo que confirma que la economía sigue siendo el eje de la valoración presidencial. En ese imaginario, Milei representa una forma de estabilidad frente al pasado incluido el PRO, que hoy pelea cabeza a cabeza con la izquierda y sectores del peronismo no kirchnerista en distintas mediciones.
Ese mismo razonamiento motivó el veto presidencial a la ley de emergencia económica para Bahía Blanca. Desde la Jefatura de Gabinete se evaluaba una alternativa técnica para dejar en suspenso la normativa sin recurrir a la palabra "veto". Sin embargo, optaron por rechazarla en su totalidad y lanzar una campaña de contra-propaganda en redes: el flyer oficial solo destacaba la creación del fondo de emergencia de $200 mil millones, ignorando artículos clave sobre créditos y subsidios.

A pesar del buen desempeño en encuestas, la interna libertaria cruje. La estrategia nacional y la partidaria chocan, sobre todo en el armado electoral. En Casa Rosada están convencidos de que el resultado de octubre marcará los contornos de la próxima fase y la velocidad de las reformas por venir. "Necesitamos estabilidad para poder rollear la deuda y redefinir plazos más realistas. Lo político condiciona lo económico. Y para ello el kirchnerismo tiene que dejar de ser una amenaza permanente en el horizonte", afirma un alto asesor.
En ese contexto, el ala de Santiago Caputo no avala el involucramiento de Karina Milei ni de los Menem en los comicios provinciales y se lo hace saber. Pero Karina avanza: el jueves pasado, en el coqueto salón Vonharv de La Plata, se celebró el Congreso de la Libertad Bonaerense, una movida organizada por Sebastián Pareja, su armador de confianza. Allí, cada consumición -del café a las medialunas- corrió por cuenta de los invitados.
La tensión dentro del Triángulo de Hierro es real. "Tenso, pero al final todos se van a encolumnar", describe un hombre que mide la sensación térmica desde adentro. Desde las Fuerzas del Cielo aseguran que enviaron su embajador al salón Vonharv, a pesar de los carpetazos y mensajes cruzados entre los vértices del poder libertario. Por lo pronto, la noche previa, Santiago Caputo junto al diputado Agustín Romo y el influencer Lucas "Sagaz" Luna dijeron presentes en otro cónclave para reunir fondos mucho menos publicitado, en el Yatch Club de Puerto Madero.

Desde el PRO también observan con recelo las indefiniciones de LLA. Creen que detrás hay una estrategia calculada para imponer condiciones en base a la necesidad de los amarillos de ganar y el margen cada vez más estrecho con los plazos del calendario de la Justicia electoral. Sospechan, además, que LLA trabaja en silencio para definir los mejores candidatos propios para traccionar la boleta. La desconfianza es mutua.
La campaña se juega especialmente en la Primera y la Tercera sección electoral. En el norte bonaerense, los libertarios sacan ventaja; en el sur, el escenario está más parejo, acorde a los sondeos que focalizan en el distrito. Por eso el Gobierno evalúa incorporar "conversos" recientes con fuerte conocimiento público en lugar de libertarios puros para encabezar las listas. Incluso se baraja sumar algún intendente. La lógica es clara: más visibilidad, más votos.

La jugada de Macri
Mientras tanto, Mauricio Macri volvió al ruedo con una gira por Santa Fe y Corrientes. En Rosario respaldó a Maximiliano Pullaro y a su candidata Carolina Larrayburu, funcionaria de Pablo Javkin. "Maxi hizo de todo para levantarlas. Porque bajar a hacer campaña por un concejal es un montón", comentó un armador local.
Enfrente está Juan Pedro Aleart, periodista ligado al PRO Federico Angelini, que lo conectó con Patricia Bullrich y que hoy cuenta con el respaldo de Karina Milei y la diputada Romina Diez. También compite Juan Monteverde, líder de Ciudad Futura y apuesta del progresismo. "Es un extremista que se puso un saco y entró a la Bolsa", lo cuestiona un dirigente con vínculos en PRO y LLA sin disimular el escozor. Recuerda que su primera acción política fue "tomar un tambo y producir un dulce de leche con la cara de Chávez y la leyenda ‘Violentamente rico'".
En su paso por Ituzaingó, Corrientes, Macri inauguró el puerto local junto a Gustavo Valdés. Según el gobernador, la obra solo fue posible por la venta del predio de la ANSES en tiempos de Juntos. Macri llegó con la diputada Sofía Brambilla, a quien busca instalar como vice del candidato radical para las elecciones del 31 de agosto. Desde el entorno de Valdés aseguran que "la fórmula está puesta" y no incluiría al PRO: el elegido sería Juan Pablo Valdés, hermano del gobernador -intendente de Ituzaingó-, mientras crecen las chances del eterno Pedro Braillard Poccard.
En Casa Rosada vetan a Juan Pablo Valdés. Tampoco "Camau" Espínola cuenta con consenso y ya abandonó al variopinto Grupo Alondra donde hacen pie los libertarios y se lo vio cerca del gobernador durante la visita de Macri. Lisandro Almirón suena como el posible candidato libertario, aunque no logra hacer despegar la marca LLA en encuestas. Desde Buenos Aires prometieron financiar la campaña y reforzar las redes. Para muchos, no alcanza.
El laberinto peronista y el vacío a Kicillof
En el PJ, las fisuras son cada vez más evidentes. El viernes, en el cónclave en la sede Matheu, el único consenso fue la consigna "Cristina libre". "Si el eje va a ser Cristina Libre, nos vamos a comer una paliza histórica", advirtió un dirigente con largo recorrido en el Conurbano. "El 60% de la gente cree que Cristina es culpable. De movida, le estamos hablando al 40%. Y ni siquiera todas esas personas tienen eso como preocupación cotidiana cuando no les alcanza para comer."
En privado, desde Matheu afirman que los nombres de las listas se definirán en encuentros más reservados. No solo deben respetar paridad y minorías, sino también representar a todas las tribus del peronismo. Pero el dilema central sigue siendo el mismo: ¿quién conduce el espacio? Ni la inhabilitación de CFK resolvió esa incógnita.
El kicillofismo respondió con frialdad a la convocatoria del PJ. "¿Puede considerarse a Mario Secco, el intendente de Ensenada, como el embajador de Axel en esa mesa?", consultó El Cronista. "No", fue la respuesta tajante desde el entorno del gobernador. Más tarde, buscaron matizar la negativa para no quedar fuera de la foto.
En paralelo, Kicillof intentó cumplir con lo prometido: convocó a una mesa técnica de los principales sectores del peronismo en la sede porteña del BAPRO el martes. Pero sus invitados cancelaron a último momento.
El futuro es del pueblo, no de Milei. Estamos organizándonos a lo largo de la PBA para generar la alternativa que reconstruya la dignidad y la esperanza.
— Carli Bianco (@Carli_Bianco) June 29, 2025
Nos volvimos a encontrar en el plenario del @MOVIMIENTODAF en Mar Chiquita para seguir dialogando con las y los compañeros. pic.twitter.com/DqNldzyl8f
Durante el fin de semana, el Movimiento Derecho al Futuro retomó los plenarios por sección electoral. "Carli" Bianco, mano derecha del gobernador, fue claro al tomar el micrófono: prefieren una unidad con eje en el proyecto de Kicillof, pero no descartan una lista conjunta loteada o incluso la posibilidad de competir por separado. Los intendentes del MDF, que antes presionaban por "listas cortas" para conservar sus distritos frente a La Cámpora, ahora delegaron en Axel la decisión final.
El kicillofismo quedó atrapado en su propio laberinto. No puede independizarse del kirchnerismo sin que lo tilden de traidor, pero tampoco consiguió el volumen territorial necesario para romper el techo electoral de Cristina en la Provincia.




