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Se equivocan los que creen que el Presidente está en Narnia. Mientras los medios se regodeaban con el cacareo entre el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, y el ministro de Seguridad Aníbal Fernández, Alberto Fernández conversaba telefónicamente con el intendente de Rosario Pablo Javkin sobre cómo bajar los niveles de violencia y frenar el avance del narcotráfico.

El Presidente, que siempre quiso robarle a Javkin a la oposición -y nunca pudo- escuchó sus ideas el miércoles y se las pidió por escrito mientras Perotti advertía que "el gobierno nacional abandona a Rosario". Algo pasó entre Fernández y el gobernador para puentearse mutuamente.

Las cosas no están bien entre Perotti y la Casa Rosada. Eso explica quizás la demora en anunciar oficialmente la designación de Agustín Rossi como jefe de gabinete. O, por el contrario, explica que haya sido elegido como reemplazo de Juan Manzur. El anuncio va a contramano de los deseos políticos en su provincia, Santa Fe, donde enfrentó en las últimas PASO a los candidatos del gobernador lo que lo obligó a renunciar como ministro de Defensa de la Nación.

Como el Presidente gobierna "con los que puede gobernar" a Máximo Kirchner lo reemplazó como jefe de bloque por Germán Martínez, el dirigente más cercano a Rossi. Además, en la Secretaría de Inteligencia dejaría a la señora 8, Ana Clara Alberdi, ex jefa de gabinete del santafesino en Defensa.

Con tres millones y medio de habitantes Santa Fe es una de las plazas codiciadas, una de las cinco provincias que definen la elección nacional. Por mandato constitucional el gobernador no puede reelegir. En ese marco la preferencia del Presidente por Rossi es un arma de doble filo.

Fernández avanza con su operativo de seducción hacia los gobernadores en la previa a la cumbre del Frente de Todos del próximo jueves. No pudo con Perotti que esta semana viajó a Buenos Aires pero no pasó por la Casa Rosada aunque sí recibió a Eduardo ‘Wado' de Pedro, adversario del Presidente en una posible PASO.

La primera confrontación fue por la expropiación de la cerealera Vicentin que finalmente no ocurrió. Los desencuentros sobre la lucha contra el narcotráfico también son de larga data pero se agigantaron cuando el gobernador tuvo que admitir el fracaso de la gestión del ministro de seguridad, el expolicía Rubén Rimoldi y lo echó.

Hasta sus adversarios celebraron el ascenso de Claudio Brilloni, ex comandante de las Fuerzas Federales en los tiempos de Sergio Berni como secretario de Seguridad de la Nación. Brilloni fue ratificado por Patricia Bullrich en el gobierno de Cambiemos. Retirado de Gendarmería, se fue a Misiones y volvió a Santa Fe para estar por debajo del ministro saliente hasta esta nueva crisis.


LOS CUATRO RECLAMOS DE SANTA FE

El enojo del gobernador con Nación tiene por lo menos cuatro razones. Primero Perotti insiste en que le prometieron el envío de 1400 gendarmes y que llegaron sólo 800. Aníbal Fernández lo desmintió. También dicen en Santa Fe que no se cumplió la promesa de que vivieran en forma permanente en un comando general que no se construyó.

En segundo lugar, con el diputado nacional Roberto Mirabella como operador, Perotti convocó a una reunión a Casa de Gobierno con todos los partidos políticos. Los 19 diputados nacionales firmaron un mismo proyecto para la creación de más juzgados federales. El proyecto de ley nunca se trató en el Congreso. Para explicitar su malestar Mirabella no dio quórum en el último intento de sesión en diciembre cuando el Frente de Todos intentó sancionar la moratoria previsional.

El intendente Pablo Javkin se reunió este sábado por la mañana con el nuevo ministro Claudio Brilloni
El intendente Pablo Javkin se reunió este sábado por la mañana con el nuevo ministro Claudio Brilloni

Los santafesinos en su conjunto reclaman la aplicación del sistema acusatorio que daría más poder a los fiscales y que ya está en marcha en otras provincias. El Senado no envió sus representantes a la Bicameral de Monitoreo e Implementación del Código Procesal Penal. Están los ocho diputados nacionales. Los ocho senadores siguen vacantes. La última presidenta de esa comisión especial fue la senadora cristinista Anabel Fernández Sagasti.

No designaron senadores para la Bicameral Especial que pondría en marcha el sistema acusatorio en Santa Fe.
No designaron senadores para la Bicameral Especial que pondría en marcha el sistema acusatorio en Santa Fe.

Tampoco se nombran jueces y camaristas federales en Santa Fe. También es responsabilidad del Senado.

El cuarto punto es la discusión sobre el encarcelamiento de los jefes narcos, todos juntos en el mismo lugar con fácil acceso a la comunicación intramuros. La sospecha sobre el Servicio Penitenciario Federal siempre está bajo la lupa, como también la connivencia política y policial para que sigan organizando a sus bandas tras las rejas. En un área determinada de la ciudad de Rosario siguen muriendo inocentes.


OTRA VEZ NO HUBO FOTO CON KICILLOF

El Presidente también buscó seducir a los intendentes de la Primera y Tercer Sección de Buenos Aires, las más populosas del Conurbano. Los que cenaron en Olivos con Alberto Fernández se retiraron con la ilusión de que podía haber definiciones y reencuentro. Una vez más, se frustraron. Ni el Presidente adelantó si será o no candidato -aunque toda su gestualidad lo grite- ni pudo armarse la foto con Axel Kicillof que junto con ‘Wado' de Pedro parecen los candidatos favoritos de Cristina Kirchner.

La invitación había corrido por parte de Juan José Mussi, de Berazategui. El ‘barón' había reprochado las peleas constantes y había advertido que este año el peronismo podía perder.

Vale la pena recordar aquel discurso que pronunció sentado junto a Cristina Kirchner en un acto el 2 de julio del 2022. La dureza de sus palabras quedó opacada unos minutos después cuando vía Twitter renunció el entonces ministro de Economía Martín Guzmán.

Lo que dijo aquella tarde Mussi es lo que piensa la mayoría de los intendentes del Gran Buenos Aires. Salvo excepciones, no revistan ni a Alberto ni a Cristina ni a La Cámpora. Toman el pulso diario de las demandas de la gente, lejos de las peleas por ahora estériles. Varios son intendentes desde antes de que Cristina estuviera en Casa Rosada. Las encuestas, aún las que benefician a Kicillof, revelan una mayor intención de votos a su favor.

"Si vuelve Macri me muero, no lo voy a poder soportar compañeros. Estoy en una etapa de mi vida donde no podría soportar al peronismo perdedor otra vez. Por eso los llamamos a todos", insistió en julio Mussi que pidió la unidad para no perder.

Si vuelve Macri me muero, no lo voy a poder soportar compañeros. Estoy en una etapa de mi vida donde no podría soportar al peronismo perdedor otra vez

Pragmático, subrayó que "queremos a todos los peronistas adentro, aún a los malos. Los más equivocados de los peronistas nunca van a ser como un gorila. Le dije a Cristina que yo no me preocupo por esos equivocados. Dejémoslos adentro para ganar, porque el peronismo es como un río ancho y caudaloso. El río ancho y caudaloso cuando avanza deja la basura al costado".

Aquel día no reprochó el "divorcio de los dirigentes" sino "que abandonen a los hijos". "Yo conocí una Argentina donde era pobre nada más el que no trabajaba. Ahora son pobres los que trabajan", cuestionó aunque aclaró que no hacía mención ni al Presidente ni a la Vice.

Ese mismo Mussi, que acudió a la convocatoria de Máximo Kirchner una semana y a la de Alberto Fernández en Olivos la siguiente, armó un acto que pretendía mostrar gestos de unidad. "Vamos todos", prometieron. No ocurrió.

Fernando Espinoza, Mario Secco, Mariano Cascallares, Andrés Watson, entre otros en el acto de Berazategui
Fernando Espinoza, Mario Secco, Mariano Cascallares, Andrés Watson, entre otros en el acto de Berazategui

En la firma del convenio para la construcción de la sede de la Universidad Nacional Arturo Jauretche y la entrega de mobiliario escolar y material deportivo para clubes de barrio no participó el gobernador de la provincia de Buenos Aires.

Axel Kicillof estaba cerca, en La Plata, firmando un contrato para el inicio de las obras de pavimentación de la Circunvalación de Mar del Plata con el administrador general de la Dirección de Vialidad, Hernán Y Zurieta. Tampoco fue la vicegobernadora Verónica Magario. Anunció su presencia el equipo de Presidencia pero en su entorno dijeron que había anticipado que no podría estar.

Los históricos de la Provincia, y algunos del recambio, que temen la derrota nacional, sí ocuparon la primera: Mariel Fernández (Moreno); Julio Zamora (Tigre); Mario Secco (Ensenada); Andrés Watson junto al diputado Julio Pereyra (Florencio Varela); Alberto Descalzo (Ituzaingó) y también Fernando Espinoza (La Matanza) que había esquivado los asados de la discordia.

Salvo por Secco, el cristinismo no participó.