A costa de recortar mes a mes saldo del superávit comercial en 2025 el crecimiento de las importaciones le está imprimiendo un ritmo novedoso a la economía: frente a un salto de 34,4% en bienes de consumo los de capital se incrementaron 69%; ambos sectores rozan los niveles récord de 2018.
A la par de los productos destinados al consumo como ropa, calzado, electrodomésticos y alimentos que compiten con los de industria local y representan una amenaza para la producción y el empleo, según el índice de cantidades importadas del Indec, los bienes de capital también dieron un salto y van rumbo a alcanzar los niveles más altos de la serie.
"Si comparamos los primeros 5 meses de 2025 vs los primeros 5 meses de 2018 que marcan el pico previo, hoy estamos importando mucho más electrodomésticos, indumentaria y alimentos (carnes y algunas frutas como las bananas y paltas)", explicó Federico Bernini, economista e Investigador en el Instituto Interdisciplinario de Economía Política de la Universidad de Buenos Aires (IIEP - UBA)
IIEP-UBA, a El Cronista. .

Según datos de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA) entre enero y mayo el ingreso de bienes de capital del exterior se ubicó en casi u$s 1200 millones mensuales, con una participación en torno al 20% de las importaciones totales.
Entre 2003 y 2024, la participación de los bienes de capital se ubicó en torno a 19%, sin embargo, en el período 2021-2024 bajó al 16%. Por lo tanto, según CIRA, en 2025 la participación de bienes de capital "se está recuperando".

En total, el rubro bienes de capital mostró un salto de 69% desde 3609 a 6109 millones de dólares, en el contraste interanual de los primeros 5 meses del año.
En la segmentación, el subgrupo Equipos de transporte industriales experimentó el mayor incremento a partir de una variación interanual de 127%, desde los u$s 523 millones en 2024 a u$s 1.185 en 2025.

En menor medida creció la importación de Computadoras y teléfonos (95%) entre u$s 267 millones y u$s 519 millones y la de Bienes de capital (56%) que se incrementó desde los u$s2820 a u$s 4406, en los primeros meses del año.
Los 4 principales productos que explican el incremento de bienes de capital son tractores de carretera para semirremolque, vehículos automóviles para transporte de mercancías con carga máxima menor o igual a 5 toneladas y computadoras portátiles.
"Crecen las importaciones y crece el ingreso de bienes de capital", planteó Fernando Furci y mencionó que esto es un parámetro de la inversión en infraestructura, maquinaria y bienes para la producción.
Respecto al pico de 2018, Bernini agregó que hay mucha más importación de grupos electrógenos que se usan mucho en minería y petróleo, celulares, PCs, instrumentos médicos y maquinaria para la industria alimenticia y resaltó que se trata de sectores "con mucha exportación".

A la par de los números, en el sector privado se despertó un fenómeno de "aprovechar" las condiciones actuales: dólar barato y apertura importadora que está traccionando la incorporación de maquinaria incluso en sectores "castigados" como el textil.
Según indican desde este rubro, las compañías que tienen respaldo para sortear la crisis que produce el masivo ingreso de productos importados, están aprovechando para traer equipos que "cuando la demanda se recupere" permitirá ofrecer más calidad.
Más importación: ¿Recapitalización o industricidio?
"Cuando mirás las importaciones en los primeros 5 meses del año, de la variación de lo que subieron las importaciones, más de la mitad (53%) fue explicado por bienes de capital o partes y piezas de bienes de capital, o sea inversión", destacó Martin Vauthier, economista y asesor del ministro Luis Caputo en Neura.
Según agregó, durante el primer trimestre del 2025, la inversión en maquinaria y equipo fue la mayor de la historia para un primer trimestre, lo que genera una "dinámica virtuosa".
En ese sentido, justificó el déficit de cuenta corriente ya que "la inversión es mayor al ahorro", dijo y explicó que "Argentina en los últimos 20 años se comió el capital y no es casual que hace 15 años no crece".

En cambio, Bernini apuntó a la estrategia de incremento de importaciones como un riesgo y precisó que en el primer trimestre del año el déficit empeoró u$s 5400 millones, de forma interanual, impulsado por mayores importaciones.
"Si esa importaciones adicional fueran principalmente bienes de capital, estaría ok porque estás preparándote para crecer", dijo y advirtió que "fue un poco menos de mitad de lo que empeoró". En tanto que "la otra mitad fue por importaciones de turismo y bienes de consumo".
Por eso, el "riesgo" de este fenómeno es "cómo quedás parado cuando se corte el financiamiento de esos dólares" y recomendó seguir la evolución si crecen bienes de capital "vas a tener para producir y exportar más", pero distinto es el panorama si la presión aumenta por consumo/turismo.
En el mismo sentido, desde equilibra, alertaron que "el actual boom importadorno cuenta con el respaldo de financiamiento externo ni con un colchón de reservas netas", a diferencia del contexto en el que se dio el último registro alto de compras y turismo al exterior, entre 2017 y 2018.
Además advierte que el menor déficit de cuenta corriente en el primer trimestre de 2025, se explica fundamentalmente por las exportaciones de Vaca Muerta que permitieron acumular superávit energético.
Aun así, asegura que "financiar un déficit externo creciente sin reservas netas del Banco Central, con escaso financiamiento externo -Riesgo País en torno a 700 puntos básicos- y deudas comerciales y giro utilidades pendientes. se vuelve cada vez más complejo con el paso del tiempo".
El desafío de exportar más
En sintonía, desde la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA) indicaron que pese al incremento de importación de bienes de capital "los temas sistémicos" que pueden impactar en producción, empleo y generación de divisas, "requieren aún de mayor abordaje".
Entre ellos, apuntaron a la "exportación de impuestos" a partir de reintegros insuficientes y retenciones que otros países no cobran.

A la par se observa el incremento en la estructura de costos a partir de "importantísimos" atrasos en la recepción de reintegros y recupero de IVA, también la continuidad de la liquidación mandataria de divisas que "impide al exportador siquiera pagar costos logísticos valuados en dólares al mismo tipo de cambio".
Entre otros factores que restan competitividad a la hora de buscar generar divisas en negocios internacionales, mencionaron también los altos costos de la logística internacional y la baja digitalización un elemento "necesario de facilitación de comercio".
En el mismo sentido, frente a la nueva posibilidad de ingresar maquinaria usada desde el exterior, desde la Asociación de Industriales Metalúrgicos (ADIMRA), también apuntaron a la carga tributaria local y consideraron que la nueva normativa "coloca en situación de desventaja a los fabricantes nacionales de bienes de capital".
En cambio, desde el sector minero y energético, que proyecta exportar u$s 25.000 millones anuales hacia 2030, destacan la facilitación de importaciones como un factor clave para llegar a ese objetivoy generar alivio en el déficit de cuenta corriente.

Juan Pablo Rothschild, socio en Marval, O'Farrell & Mairal destacó la eliminación del CIBU que "rompió con 30 años de limitación para la importación de maquinaria", en una Conferencia sobre contexto económico que organizó la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM)
Aunque no ahondó en los efectos económicos de la medida, aseguró que despierta posiciones a favor y en contra, particularmente de la industria metalmecánica que se ve afectada y la incidencia en puestos de trabajo frente a la competencia con "más bienes de capital, más baratos".
"Es una herramienta disponible para la reducción de costos, sobre todo en un contexto donde lo que se busca es eficientizar y permitir la adopción de mejor tecnología a menores valores", resumió Rothschild.



