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Aunque la apertura del comercio fue uno de los pedidos más fervientes que el sector privado encomendó al nuevo gobierno, luego de los trastornos que generó el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), particularmente, la velocidad que imprimió la gestión de Javier Milei a la flexibilización de importaciones, está planteando nuevos desafíos.

Por eso, aunque ningún empresario se opone abiertamente a la facilitación del comercio, las problemáticas van emergiendo a medida que las políticas se afianzan.

Desde el sector autopartista alertaron por medidas que están llevando a "un futuro de ensambladoras sin autopartistas locales y regionales" y porlaamenaza de la "desindustrialización automotriz".

La Asociación de Fabricantes de Autocomponentes (AFAC), apunta contra el Acuerdo de Complementación Económica (ACE) N°14, que rige el comercio bilateral automotor entre Argentina y Brasil y que significa una "sangría de miles de millones de dólares y socava la base profunda de la producción local".

Lo que se exporta como un vehículo "Mercosur", indican, en un número creciente de casos es un "Frankenstein automotriz" con un corazón asiático y con un futuro principalmente chino.

El reclamo de AFAC fue parte del último informe de la Junta Directiva de la Unión Industrial Argentina (UIA). Las reglas de origen en el sector automotor, "facilitan la triangulación de piezas importadas desde terceros países, principalmente Asia".

Como ejemplo, el texto señaló que un vehículo podría ser considerado origen Mercosur con solo el 16% de autopartes de la región, lo que "va en contra del agregado de valor local y regional", advierten los fabricantes.

En medio de esta tensión, en julio, las importaciones del sector automotriz desde Brasil dieron un salto de 91%, traccionando el déficit comercial que resultó negativo en u$s 559 millones, contra un superávit de u$s 34 millones, en igual mes del año pasado.

En los primeros siete meses de 2025 el rojo fue de "nada menos" que u$s 3506 millones, informó Abeceb y marcó una reversión de u$s 3647 millones respecto al superávit de u$s 141 millones acumulado en el mismo período del año pasado.

Competencia desleal

La central industrial también puso sobre la agenda la problemática "en aumento" de contrabando e informalidad que llega a través de sus propios socios que advierten el ingreso "sin ningún tipo de control" en la frontera.

Las denuncias recaen sobre una amplia diversidad de productos, desde alimentos, bebidas, indumentaria, electrodomésticos hasta productos de higiene y cuidado personal.

"Este aumento de la informalidad es un riesgo para los consumidores, y genera una competencia desleal y una presión adicional sobre el sector formal de la economía, que está muy penalizado por la alta presión tributaria vigente", apuntó la UIA.

A la par, del mayor ingreso de mercadería por la vía courier, que para la importación comercial no tiene límites anuales y en el caso personal se flexibilizaron los controles de seguridad, sectores industriales alertan por la presencia de "bolseros".

Se trata de importadores, principalmente de China, que "aprovechan la falta de control en Aduana para ingresar productos varios de 2da y hasta 3ra selección", relatan.

La ausencia de control mediante la flexibilización de reglamentos técnicos es transversal: electrónica y electrodomésticos; textil; repuestos y autopartes; juguetes hasta alimentos, cosmética y medicamentos.

Además de competencia desleal por los distintos canales de ingreso de mercadería, la implementación de controles "ex-post" - cuando la mercadería ya está en el mercado-, incrementa los riesgos para los consumidores.

Un sector afectado es el de electrónica y electrodomésticos donde ya no se solicita el Certificado de Seguridad Eléctrica, lo que habilita el ingreso de productos de baja calidad. "Si bien es un requisito de importaciones, se cumple a través de una declaración jurada", contó un fabricante local y señaló que "las responsabilidad de control recae en el comerciante y el consumidor".

Del mismo modo sucede con los juguetes que ingresan principalmente de China a un costo de u$s 3 por tonelada.

Gabriel Salomón, director Comercial de Jidoka, puso mayor énfasis en los juguetes de plástico, debido al posible contenido de ftalatos que pueden ocasionar diferentes problemas de salud (problemas reproductivos, baja fertilidad, malformaciones, alteraciones hormonales en niños y embarazadas, y riesgos para el desarrollo neurológico).

Las políticas de apertura y flexibilización, "han duplicado el número de empresas importadoras", señaló y marcó un alza de 89% de 265 en 2024 a 501 en 2025; en tanto en volumen el salto fue de 108,7%, llegando a 10.500 toneladas.