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El exdirector del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) estadounidense Elon Musk dijo estar arrepentido de la foto con la motosierra que le compartió Javier Milei.
El hecho ocurrió en febrero pasado, durante la Conferencia de Acción Política Conservadora. La motosierra llevaba grabada una frase muy importante para el mandatario argentino y que se convirtió en su slogan desde la campaña presidencial.
Cuatro meses después, el magnate de Tesla ahora hizo una autocrítica este martes luego de un cruce en X: en un mensaje, Musk afirmó que "llegar al techo de la deuda es la única manera de obligar al gobierno a recortar despilfarro y fraude".

El posteo se produce en medio de una fuerte discusión parlamentaria en Estados Unidos por el límite de endeudamiento estadounidense. Al respecto, un usuario le reprochó "actuar como un tonto" con la herramienta que simboliza el ajuste libertario.
"Valid point", respondió el empresario y admitió: "Milei me dio la motosierra entre bambalinas y salí con ella, pero, en retrospectiva, me faltó empatía".
En las últimas semanas, Musk sumó cuestionamientos al proyecto presupuestario de Trump e insistió en que el Congreso deba permitir que EE.UU. toque el techo para forzar recortes. Moderadores y opositores, en tanto, subrayan los riesgos de una cesación de pagos federal.

Crece la "guerra" entre Musk y Trump por el presupuesto
El proyecto "One Big Beautiful Bill", recientemente aprobado por el Senado de Estados Unidos, propone una reforma fiscal y presupuestaria de gran escala que busca extender de forma permanente los recortes de impuestos de 2017, aumentar el gasto en defensa y seguridad fronteriza, y eliminar subsidios a programas sociales como Medicaid y asistencia alimentaria.
También deroga incentivos para la transición energética y eleva el techo de la deuda federal para financiar el paquete. El plan incluye nuevas exenciones impositivas para adultos mayores y padres con hijos, y amplía deducciones estatales y locales.
Expertos advierten que la iniciativa podría disparar el déficit fiscal entre 2,3 y 3,8 billones de dólares en la próxima década. Elon Musk tildó el proyecto de "abominación fiscal" y lo acusó de destruir los objetivos de eficiencia y ahorro que él mismo lideró como jefe de DOGE.



