

Con las negociaciones aún abiertas con La Libertad Avanza, el PRO bonaerense se reunió en la sede nacional de Balcarce para cumplir con el paso formal de mandatar al Consejo Directivo a sellar un frente partidario para competir en las elecciones del 7 de septiembre. Frente a cierta resistencia entre los intendentes que se niegan a ceder la lapicera y los que están dispuestos a firmar el acuerdo con los libertarios, las diferencias se saldaron con un comunicado ambiguo que se limita a hablar de un "frente contra el populismo".
El guiño a los libertarios corrió por cuenta del presidente del partido amarillo en la Provincia y principal negociador, Cristian Ritondo. A la salida de la sede nacional del PRO, ratificó que las conversaciones giran en torno a cómo construir la alternativa con La Libertad Avanza, tanto para septiembre como para en las nacionales de octubre. Así y todo, deslizó que siguen conversando con "algunos radicales", no solo los libertarios. "El partido está yendo en otra dirección", diferenció.
"Dimos un paso clave para construir un frente que frene al populismo en la Provincia", se titula el breve comunicado. en ninguno de los párrafos se hace mención explícita a los libertarios. Las diferencias que persisten hacia el interior del partido en cuanto a cómo posicionarse frente a las peticiones de LLA se saldó con la omisión de cualquier definición categórica acerca de la composición de esa alianza electoral.
"Hoy en la reunión de la Asamblea y del Consejo Directivo del PRO bonaerense dimos un paso clave: votamos por unanimidad para facultar a la Mesa Ejecutiva, encabezada por el presidente Cristian Ritondo, a construir un frente electoral que le ponga un freno definitivo al populismo en la provincia de Buenos Aires. Lo venimos trabajando con seriedad, sin improvisaciones ni especulaciones personales", consensuaron los participantes.
Y continúan: "Todos los que participamos hoy tenemos en claro que hay un objetivo común: ganar la elección del 7 de septiembre para devolverle a los bonaerenses el orden, la seguridad y el progreso que el kirchnerismo les quitó durante años. Dimos este paso con unidad, responsabilidad y una profunda vocación de transformación".
Hacia el final, remarca que seguirán "avanzando a paso firme para sacar al kirchnerismo de la provincia y construir una alternativa que vuelva a generar futuro para todos los bonaerenses". El plazo para los detalles vence el próximo miércoles 9 de julio cuando los apoderados de las fuerzas que integren el frente deberán apersonarse ante la Justicia electoral.
Hasta ese momento, nada se da por cerrado. De hecho, las conversaciones se concentrarían en los días siguientes en definir los distritos que gobiernan los intendentes amarillos. Calculan, desde esa ala del partido, que entre el martes a la noche y el miércoles por la mañana se anunciaría el formato de la alianza con LLA.
En la previa a la reunión, Ritondo había ratificado que se estaban "haciendo todos los intentos junto con los intendentes, con los dirigentes de todos los territorios, que es el gran potencial que el PRO tiene en la provincia de Buenos Aires para ir juntos en septiembre y juntos en octubre". Por las dudas, se había ocupado de bajar las expectativas: "Hoy lo que va a pasar es que saldrá aprobado que la mesa ejecutiva puede llevar a cabo un frente electoral. Es algo si se quiere de usos y costumbres en la lógica electoral que tiene el PRO de ser frentista. Hoy quedará habilitado esto, donde habrá una reunión de los consejeros del partido y de los asambleístas".
En la cuenta regresiva al primer plazo electoral, el 9 de julio, una parte del PRO mete presión para cerrar el acuerdo conLa Libertad Avanza en la Provincia de Buenos Aires para competir como una única opción en los dos turnos, tanto el del 7 de septiembre como el 26 de octubre. Del otro lado, elperonismo se prepara para albergar mañana su propio congreso partidario en Merlo, donde también se pondrá en discusión el mandato para presentarse, en principio, dentro de una amplia alianza tanto en las locales como en las nacionales de octubre.
A mediados de semana, algunas fuentes del PRO dejaron trascender que había un principio de acuerdo en las negociaciones que llevan adelante Sebastián Pareja, el presidente del partido de La Libertad Avanza, en la provincia de Buenos Aires, con Ritondo. De esos diálogos también participan el intendente de General Pueyrredón (Mar del Plata), Guillermo Montenegro, y el diputado nacional Diego Santilli.
"Estamos en época de reunionitis permanente, hay contactos todos los días", graficó un referente amarillo al tanto de las conversaciones. Algunos se aventuran a dar nombres pero nadie los suscribe. De hecho, el propio Ritondo se refirió hoy al tema, al ser consultado: "Tanto Guillermo Montenegro como Diego Santilli son excelentes candidatos, como hay mucho más del PRO. Pero hoy no estamos definiendo nombres de candidaturas. Hoy lo que estamos hablando es de que el PRO va a ir en un frente para ganar en la provincia de Buenos Aires para terminar con el populismo"
Para concretar el frente, se debía completar el proceso formal de ratificación de la estrategia desde la asamblea partidaria. En el caso de los amarillos, la conducción del órgano reposa en manos de Néstor Grindetti. El exintendente de Lanús convocó la reunión de la Asamblea para hoy viernes a las 13 en la sede del PRO nacional, en la calle Balcarce. Allí se dio la autorización al Consejo Directivo para que conduzca las negociaciones en torno a la integración del partido con otras fuerzas. También se debe fijar el reglamento y las condiciones de ese frente, cómo se llamará y qué señas particulares tendrá como los colores.
No obstante, entre los jefes comunales no hay una posición única, tal como se evidenció en el último contacto virtual entre ellos hace poco más de una semana. De aquel cónclave el grupo que más se resiste a firmar sin condiciones con los libertarios filtró que solo cuatro de los treces líderes municipales -los de Mar del Plata, Arrecifes, Pinamar y Zárate- están dispuestos a aceptar los requisitos de LLA. Cada uno de ellos por sus propias razones.
"¿Por qué estamos discutiendo la lapicera en los 13 distritos que gobierna PRO y no en los 88 que controla el peronismo, sobre los 135 municipios?", se pregunta un encumbrado asesor en la estructura partidaria, que mira con escepticismo a los libertarios. "Ni que estuvieran arrasando en todo el país como para venir a imponer condiciones donde ni siquiera tienen nombres conocidos", añade con sarcasmo y el ábaco de los últimos comicios provinciales en su mano.
Desde aquella parte del mundo PRO habían confirmado su presencia en la asamblea partidaria del viernes pero relativizaban lo que pueda salir de allí. Aseguraban estar dispuestos a acompañar la moción para promover una estrategia frentista como la que siempre sigue el PRO pero que eso no significa que la alianza electoral se vaya a cerrar con los libertarios. Tampoco aclaran ahora si hay otras opciones en el menú o si estarían dispuestos a competir con una boleta corta el 7 de septiembre.

Curiosamente, en La Libertad Avanza relativizaban en estos días lo avanzado del acuerdo. Mientras una parte permanecía en hermético silencio, otros se mostraban más optimistas, sin llegar a ratificarlo. "Va a suceder", esgrimen desde el interior del Triángulo de Hierro. Confirman sí que los diálogos marchan con viento a favor, salvando algunas diferencias que aún deben limarse de cara al siguiente plazo electoral ante la Justicia, el 19 de julio, cuando se deben oficializar las listas de candidatos y candidatas.
Los intendentes PRO ponen sobre la mesa los resultados de 2023 y aseguran que no hay punto de comparación con la Ciudad de Buenos Aires ni otras provincias. Son renuentes a ceder la lapicera allí donde gobiernan, en particular porque los libertarios le vienen jugando de opositores durante todo el año pasado.
En su cuenta de X, Ritondo agradeció "a todos los miembros del PRO por apoyar la continuidad de esta construcción de cambio". Y consignó :"El para qué está por encima de cualquier sello. Cuando uno tiene un norte claro y definido, no hay excusas". Un mensaje sin vueltas a la interna amarilla.



