A la salida de divisas por importación y viajes que está castigando el balance externo de la Argentina y agita el debate sobre la sostenibilidad del manejo del dólar, ahora en el Gobierno le agregan una inquietud creciente: el impacto del boom de las compras al exterior vía correo puerta a puerta o courier.
Se trata de un fenómeno que, además de ser estimulado por políticas oficiales para generar más competencia, ahora recibe el impacto del auge de las plataformas chinas que están copando América Latina con precios ridículamente bajos que también ponen en jaque a la industria local.
Desde que la administración actual aumentó el tope para compras desde el exterior sin aranceles, empezaron a aparecer dos marcas relativamente nuevas entre los usuarios del comercio electrónico: Temu y Shein.
Se trata de "marketplaces", es decir, sitios que -como Mercado Libre- ofrecen productos de todo tipo, desde ropa y calzado hasta electrodomésticos y accesorios para telefonía celular, a precios mucho más bajos que los que se consiguen en nuestro país.
En Temu hay ofertas de freidoras de aire por menos de $10 mil o conjuntos de camperas y pantalones deportivos por $25 mil, lo cual lo transforman en una tendencia que se transmiten boca a boca como reguero de pólvora. En Shein se pueden hallar tres pares de medias térmicas por $11 mil o un bolso de mujer por $5000, entre otras alternativas.

Se trata de gastos en dólares que se hacen con la tarjeta que, si se pagan en pesos y no con dólares propios, presionan sobre el mercado de divisas y, por ende, en el movimiento del tipo de cambio y las reservas del Banco Central.
"Lo estamos monitoreando". Es la respuesta que esbozan desde el equipo económico cuando se les consulta al respecto. Todavía no se ve un impacto en el gráfico del déficit de la balanza de pagos que publicó el miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) y mostró que en el primer trimestre del año tuvo un déficit de u$s 5191 millones.
"Por ahora el efecto courier no existe, pero veremos qué pasa en el segundo y tercer trimestre con el impacto más fluido de las liberaciones que fuimos haciendo", admiten. Es decir, ya en este momento del año, si la apertura del cepo para atesoramiento agregó una salida de u$s 2000 millones en abril -hay que ver mayo-, para el resto del año, cuando además se acerquen las elecciones, se agregará un item creciente que es el de la salida de dólares por el sistema courier con el efecto del boom de las aplicaciones chinas.
El furor por Temu y Shein, además, genera preocupación en paralelo por su impacto en la industria local, dado que se trata del ingreso directo de bienes producidos en muchos casos por mano de obra muy barata y en condiciones de dumping económico y social que vuelven imposible la competencia para las fábricas de nuestro país.
Es un fenómeno regional. En México, las cámaras textiles le están advirtiendo al gobierno de izquierda de Claudia Sheinbaum sobre el creciente impacto de estas plataformas que están disputando mercado a medida que, además, se dispara el hábito del comercio electrónico: según cifras de Statista, en 2025 unos 205 millones de personas comprarán por Internet en América Latina, contra 185 millones el año pasado.
Dos caras
El momento que atraviesa el mercado cambiario muestra dos caras en el equipo económico. Por un lado, la reflexión general que le transmiten en charlas al mercado, las empresas y los periodistas, que le baja el tono a los números que muestran déficit de bienes y rojo también en viajes y servicios en general.

"Estamos estudiando bien los detalles, hay que entender cuáles son los principales movimientos, cuales son temporarios y cuales son permanentes, en especial si hay demanda reprimida que se expresa una vez o si se repite constantemente en el tiempo", indicaron a este diario desde una alta fuente oficial.
Pero también, dicen, hay que observar "cómo está financiado ese déficit". "Al menos, frente a episodios anteriores, ese gasto no está siendo financiado con deuda externa que incurre el Estado para financiar un déficit", explican.
Sin embargo, aunque la explicación pareciera dar por zanjada la inquietud, en el día a día el Ministerio de Economía y el Banco Central están mucho más activos para evitar sobresaltos como sea en el año electoral.
Ayer, el viceministro de Economía, José Luis Daza, dejó en claro que es real que están interviniendo en el mercado de futuros. Si bien aseguró que fue "una intervención puntual", hay consenso de que hay una estrategia para desincentivar expectativas de devaluación y forzar a vender dólares en la actualidad.
Riña libertaria
Pero la polémica se desató ayer en la red X por una vuelta más. La sospecha de que el Gobierno salió a vender bonos -el AL30- para forzar un precio determinado en el dólar que se compra y vende en la Bolsa.
El tema explotó cuando la influencer financiera Ornella Panizza, conocida como "Lady Market", escribió en su cuenta: "Metieron un dedazo en AL30. No hagan las cosas que hacía Massa. Ya sabemos que no funciona".
Metieron un dedazo en AL30. No hagan las
— Lady Market (@ladymarketok) June 26, 2025
Cosas que hacía Massa. Ya sabemos que no funciona.
No se trata de una palabra más en el mundo libertario. "Lady Market" es una tuitera histórica conocida por su apoyo al presidente Javier Milei, al punto que el año pasado fue recibida por el jefe de Estado en su despacho.
Los militantes digitales del Presidente salieron a atacarla. Respondió: "La mayoría de los operadores del Merval lo saben. No lo digo yo sola. Por algo el MSCI no recalificó hablando de control de cambios. Pero bueno. No digo más nada. Estos movimientos son iguales a los de Massa". Y dijo que no iba a opinar más sobre política.





