Las elecciones legislativas pueden medirse de dos maneras: por el resultado porcentual que aparece con el primer escrutinio y que ya permite trazar una primera línea entre ganadores y perdedores, pero también por cómo impactan los números en la reconfiguración de fuerzas de determinada cámara.
El triunfo de La Libertad Avanza con Manuel Adorni a la cabeza fue un batacazo después de 18 años de control PRO y abre las puertas para nuevas negociaciones y disputas de poder que los libertarios ya se mostraron dispuestos a llevar adelante.
Leandro Santoro, figura fuerte de Es Ahora Buenos Aires, palpitaba el triunfo hasta minutos antes del cierre de la votación, pero se quedó con un segundo puesto que le permite seguir manteniendo ventajas al peronismo porteño con una amenaza cierta y cercana de la centroderecha en sus múltiples variantes.
De esta manera, a partir del 10 de diciembre cambia el mapa de colores de la Legislatura porteña, con un impacto a nivel nacional que ya se está empezando a sentir.
El peronismo de Es Ahora Buenos Aires llegó a la elección como la primera minoría con 18 de los 60 legisladores, por lo que el desafío era al menos mantener ese puesto. Puso en juego 8 bancas y se llevó 10, por lo que tuvo un balance positivo de dos lugares que ahora lo dejan con 20 escaños, es decir un tercio del total de las bancas porteñas.
Santoro entonces abandonará el Congreso nacional para llegar a la Ciudad, acompañado por Claudia Negri y Federico Mocchi. "Hay una nueva realidad, a nosotros nos tocó enfrentar a dos gobiernos, el nacional y el de la Ciudad", marcó Santoro en su discurso, lo que habla del posicionamiento que tiene Unión por la Patria en el distrito, muy alejado del resto de las opciones que se disgregaron de Juntos por el Cambio y de La Libertad Avanza.
La Libertad Avanza, por su parte, transita por ahora un camino de puro crecimiento legislativo tal como se espera que suceda en el Congreso nacional en los comicios de octubre. "Vamos que la ciudad de tiñó de violeta", celebró en el búnker libertario Pilar Ramírez, jefa del bloque de LLA y muy cercana a Karina Milei, quien también se subió al escenario ganador.
"Empezamos siendo unos pocos el año pasado y hoy vamos a terminar siendo muchos más", dijo. Con un bloque de 8 legisladores, los libertarios ponían en juego 6 bancas, pero el primer lugar les permitió no solo renovar ese piso sino quedarse con 11 lugares, que permitirá conformar un bloque de 13 integrantes. Ramiro Marra, que apostó a renovar su banca por afuera, se quedó sin nada ya que no logró alcanzar el piso del 3% para aspirar a un lugar en la Legislatura.
Pero más allá de las cifras duras, el resultado marca un reposicionamiento de los libertarios frente a un PRO que recibió un cachetazo electoral y que ni siquiera logró cubrir las 6 bancas que ponía en juego y se llevó solo 5 en el conteo final.
Cómo se para ahora el PRO a negociar hacia octubre con LLA a nivel nacional después de que las urnas le dieron la razón a la estrategia territorial de Karina Milei, es una de las preguntas que se abren ahora y que ponen sin dudas a Mauricio Macri en un lugar incómodo.
Lospennato también deberá migrar desde el Congreso nacional, una mudanza que llevó un importante esfuerzo como el de Hernán Lombardi que la acompañó en la boleta, con un resultado que "no era el esperado", tal como ellos mismos admitieron.
No logró ganar en ninguna comuna, lo que los debilita a nivel ejecutivo también y ahora tendrá un bloque de 11 integrantes. Dario Nieto, jefe del bloque actual, compitió en el cuarto lugar y logró revalidar su puesto.
Por su parte, Horacio Rodríguez Larreta de Volvamos Buenos Aires, incorporará a tres de los integrantes de la lista que encabezaba junto a Guadalupe Tagliaferri, senadora que finaliza su mandato a fin de año y Emmanuel Ferrario. Por último, ingresó Vanina Biasi, referente del Frente de Izquierda, que se queda con una bancada de dos integrantes.
