El Gobierno está decidido a intervenir para evitar que los efectos indeseados de la cuarentena obligatoria en la economía arrastren a las empresas, en especial las pequeñas y medianas, y con ellas a los puestos de trabajo que generan.

Después de prohibir por 60 días los despidos y crear un fondo específico para garantizar de $ 300.000 millones para garantizar créditos bancarios para las pymes, la gestión de Alberto Fernández está abocada por estas horas a un nuevo decreto por el cual se creará el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción para empleadores y trabajadores afectados por la emergencia sanitaria.

El DNU que se estudia establece, según el borrador al que accedió El Cronista, la baja de aportes patronales y fondos de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses ) para pagar salarios de firmas que no puedan trabajar por la cuarentena obligatoria.

Con eso se busca evitar un impacto de la parálisis económica que ponga en riesgo a las empresas.

Entre los beneficios que en las oficinas del Gobierno se analiza otorgar por un mes figuran:

  • La postergación o reducción de hasta el 95% del pago de las contribuciones patronales al Sistema Integrado Previsional Argentino
  • Una Asignación Compensatoria al Salario para personal en relación de dependencia en empresas de hasta 100 trabajadores
  • REPRO para asistir empresas de hasta 100 trabajadores durante la emergencia.
  • Prestaciones económicas por desempleo con piso de $ 6000 y máximo de $ 10.000.

El decreto regirá entre el 20 de marzo y el 30 de abril, prorrogable por la Jefatura de Gabinete, que comanda Santiago Cafiero, y condiciona el auxilio a que los empleadores no despedir sin causa, ni por razones de fuerza mayor. También deberán reincorporar a los trabajadores despedidos por estas causas desde el 29 de febrero último.