A poco para terminar el año, el sector agropecuario argentino demostró nuevamente ser una pieza clave en la inyección de dólares a la economía, con una inversión directa que superó los u$s 13.000 millones en la campaña agrícola 2024/25.
Esta cifra, destinada a gastos esenciales como insumos, siembra y pulverización para los principales cultivos revela la magnitud del esfuerzo financiero que sustenta la actividad productiva del país, destacó un informe reciente de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
El estudio elaborado por Franco Ramseyer, Emilce Terré y Julio Calzada, se concentró en los principales complejos de la actividad agroindustrial: soja, maíz, trigo, sorgo, cebada y girasol que requieren grandes volúmenes de inversión.
La agricultura se distingue por requerir grandes desembolsos iniciales con ingresos que se materializan muchos meses después, tras la cosecha, explicó el relevamiento y señaló que el financiamiento total fue de u$s 13.821 millones. "La obtención de financiamiento es una piedra angular para el correcto funcionamiento del sector", destacaron.

En el detalle, los economistas indican que solo el 30% provino de capital propio de los productores, lo que equivale a unos u$s 4146 millones, en tanto el saldo de u$s 9675 millones (el 70% del total) fue cubierto a través de terceros, lo que demuestra la "amplia red de apoyo y crédito" que se activa para poner en marcha la campaña.
Patas del financiamiento
Una parte de este financiamiento se canalizó a través de los bancos; otra en el Mercado Argentino de Valores (MAV); y también una buena porción del crédito se hizo dentro del circuito comercial, mediante acuerdos con corredores, acopios, cooperativas, proveedores de insumos, traders y mutuales.
El 34% del financiamiento total, es decir, u$s 3325 millones, se estima habría sido realizado a través de créditos bancarios y MAV con sede en Rosario en el edificio de la Bolsa de Comercio de Rosario.
"Como es habitual en el sector agrícola, la mayor parte del financiamiento del sector ha provenido de los créditos comerciales en la campaña 2024/25", destacó el informe y explicó que se trata de los préstamos otorgados por acopios, cooperativas, corredores, proveedores de insumos, exportadores y mutuales, entre otros agentes de la cadena.

Este tipo de financiamiento habría representado el 66% del total de los créditos que terceros les asignaron a los productores, equivalente a aproximadamente u$s 6350 millones.
El documento subraya, además, que estos miles de millones de dólares no solo permiten la producción de granos, sino que generan un efecto derrame significativo en la economía. La adquisición de semillas, agroquímicos, fertilizantes, y la contratación de servicios de siembra y pulverización, traducen esta inversión en demanda directa para industrias, servicios y el sistema financiero.
Brotes verdes
Según la BCR, se proyecta que el sector agroindustrial argentino ingrese alrededor de u$s 31.564 millones en 2025, con un aumento del 2% respecto al año anterior.
Después de los incentivos para acelerar las exportaciones que generó el Gobierno, según RIA Consultores, se estima que entre los principales granos y subproductos entre fin de año y febrero - marzo de 2026 quedan por liquidar entre u$s 5050 y 7250 millones, en función de cómo termine la campaña de exportación de maíz.
Para el mismo periodo de 2024/25 se liquidaron u$s 10.720 millones; en 2023/24 (afectado por sequía) u$s 6014 millones y en 2022/23 u$s 8204 millones de granos y subproductos, antes que ingrese la nueva cosecha gruesa, a partir de marzo de 2026.
El complejo soja, ya liquidó un volumen considerable de poroto; por eso, entre aceite y harina se estima un remanente de u$s 1600 millones, a ingresar mayormente entre enero y marzo de 2026. Por la expectativa de una cosecha récord de trigo, podría exportarse entre diciembre y marzo u$s 1500 millones. El total lo completan cebada, girasol y maíz (u$s 1850 millones).



