Con más de un mes de tasas por encima de la inflación y entrado el segundo semestre, empiezan los primeros recortes sobre la expectativa para la actividad económica. Desde el Gobierno confían en que el recorte es por el escenario electoral y se aferran a la proyección del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El primer semestre cerró con una suba de la actividad económica del 6,2% acumulada respecto del mismo período del año anterior. Sin embargo, la medición de Indec sumó hasta junio dos meses seguidos de caída mensual.
El FMI proyectó una suba de la actividad para este año del 5,5%. El viceministro de Economía, José Luis Daza, reconoció en la Bolsa de Comercio de Córdoba un estancamiento en la actividad y explicó que "está relacionado con la incertidumbre política y lo que está pasando en el lado de los acontecimientos políticos".
En esta misma línea, se mostró confiado en que Argentina va a ser uno de los países que más va a crecer en el mundo, aunque agregó que "eso es por arrastre, pero frente al ajuste, estamos viendo una posición de actividad que estamos conformes".
"En el corto plazo es posible que haya una desaceleración temporal por el alza de las tasas de interés", agregó el funcionario, que hacia adelante confía en que las reformas llevarán a un salto en la inversión y el crecimiento.
El ministro de Economía, Luis Caputo, anticipó esta semana que "podría haber algún impacto en el nivel de actividad en el corto plazo (por el nivel de las tasas), pero debería recomponerse rápidamente post elecciones".
Fue el asesor de Caputo, Felipe Núñez, quien agregó en su streaming en Carajo que "en el escenario contra fáctico, con un dólar más alto, las Lecaps hubieran caído porque, ante un escenario de incertidumbre, con el Banco Central vendiendo dólares, las Lecaps hubieran caído de precio y hubiera subido la tasa. Entonces estaríamos con más dólar, más tasa, más inflación y menos actividad".
¿Menos de 4%?
Las expectativas no son del todo compartidas y en el escenario local algunos hablan de ingreso en un ciclo recesivo y otros que observan la actividad desde las provincias se preparan para que el crecimiento esté por abajo del 4%.

Según estimó la consultora de Orlando Ferreres, los datos de julio "no son alentadores" y la medición desestacionalizada da cuenta de una contracción de 1% contra junio, lo que deja a la actividad un 0,3% por encima del nivel de diciembre de 2024, "evidenciando las dificultades que está teniendo la actividad para mostrar una expansión en 2025".
Para la comparación interanual registró una suba del 3,6%, una marcada desaceleración respecto de la variación del mes anterior (6,4% según Indec), llevando el acumulado a un 6%.
"Hacia adelante, vemos un escenario más complejo: el contexto macroeconómico se deterioró, y a nivel político también comienzan a surgir grietas en el gobierno, llevando a un aumento general de la incertidumbre. El oficialismo apuesta a que un buen resultado electoral ayude a reacomodar las expectativas y a ordenar la marcha económica", concluyeron.
El ex viceministro de Economía y director de PxQ, Emmanuel Álvarez Agis, consideró en diálogo con Radio Led que estamos entrando en un período recesivo y agregó que "es impensado que con esta tasa veamos el crecimiento que vimos en el primer cuatrimestre" y que la actividad está entrando en la "típica dinámica de estanflación de la Argentina, con una suba de la inflación y un estancamiento de la actividad".
El banco JP Morgan revisó a la baja su proyección de crecimiento para el segundo semestre y la ubicó en 1,5% anual, lo que redunda en un crecimiento para todo el año del 4,7%.
Según detallaron, las altas tasas de variación interanual responden a que la actividad "alcanzó su punto más bajo en el segundo trimestre del año pasado impulsada por el ajuste macroeconómico". Para este año, la actividad muestra dificultades para repetir el ritmo secuencial de la segunda mitad de 2024: "Esperábamos una desaceleración del crecimiento, aunque reconocemos que los datos marginales resultaron más débiles de lo previsto".
Para el segundo semestre, esperan que la incertidumbre electoral y el endurecimiento monetario pegue en la actividad.
Desde Vectorial explicaron que si la actividad se mantiene con los niveles registrados en junio, el crecimiento anual se reduciría a 4%, "lo que significaría que parte del efecto arrastre estadístico de 2024 (4,4%) ya se habría disipado".




