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Carlos Melconian, economista y ex presidente del Banco Nación, analizóen TN la coyuntura económica y criticó con dureza las decisiones adoptadas por el Gobierno en materia cambiaria y monetaria. "Lo que ocurre en materia de tipo de cambio y tasas de interés no tiene que ver con el riesgo kuka, sino con la política económica", afirmó.
El ex funcionario sostuvo que el oficialismo no definió con claridad un rumbo económico y que las señales enviadas hasta ahora fueron confusas. "Todavía no se ha definido el régimen cambiario y lo que se definió en abril fue equivocado", expresó. Según su visión, la apertura parcial del cepo dispuesta entonces "se pagó con salida de dólares" y dejó una sensación de estabilidad que en realidad nunca existió.
"Lo que hubo fue una aparente estabilidad cambiaria manejada indirectamente. Pero desde el principio eso no funcionó. Se habilitó la salida de dólares para turismo y ahorro personal, lo que en tres meses dilapidó Vaca Muerta de un año", remarcó Melconian.
El economista explicó que el mercado nunca funcionó con la lógica cuantitativa esperada, porque el Banco Central y el Tesoro no compraron divisas, mientras sí se liberaron restricciones para los individuos. A su entender, esa decisión derivó en un uso masivo de dólares para gastos personales y viajes al exterior, lo que calificó como "un error de entrada".
También criticó la política monetaria que aplicó el Gobierno en los primeros meses de gestión. "Fue equivocada desde un principio", señaló. Recordó que en la etapa inicial, incluso con superávit fiscal, se permitió una tasa de interés negativa con el objetivo de licuar el gasto en Leliq y depósitos. "Ese fue un objetivo deliberado, buscado, parte de la política económica. Eso hizo el ajuste sucio, no la motosierra", explicó.

De acuerdo con Melconian, tras ese período el oficialismo giró hacia una política monetaria convencional, pero lo hizo de manera errática y sin rumbo claro. "Hoy ningún economista profesional puede decir cuál es el futuro de la política monetaria de Argentina, porque no lo sabe", advirtió.
En ese contexto, señaló que la suba de tasas al 70 u 80 por ciento respondió a "absorciones alocadas con encajes y colocaciones de bonos" que complicaron todavía más la situación. Recalcó que la dolarización de portafolios en la previa electoral y la escalada en el costo del dinero no se explicaron por factores políticos, sino por inconsistencias en la política económica.
Consultado sobre el efecto de una eventual devaluación, sostuvo que la experiencia histórica de Argentina mostró siempre una traslación parcial a los precios. "La mitad de la devaluación en cinco o seis meses va a la inflación", indicó. Y agregó: "Si devaluás 20 por ciento, diez se trasladan en seis meses y se suman a lo que traías".
En ese sentido, relativizó el impacto inflacionario de un ajuste cambiario y lo comparó con los niveles previos. "¿Qué va a ser un montón 2,5 mensual si este país venía de 300 anual?", preguntó retóricamente.
Sobre las posibilidades de encaminar la economía, el economista sostuvo que sí existen salidas, pero que requieren un cambio profundo de enfoque. "Esto equivale a un reformateo de la política económica. No hay que cambiar el régimen cambiario, pero este tipo de cambio no es de equilibrio", enfatizó.
Melconian insistió en que el oficialismo debe priorizar primero el orden macroeconómico antes de encarar reformas estructurales. "Lo del primer reformateo post electoral es reordenar la política macroeconómica. No se calienten el primer día después de la elección aunque ganen", recomendó.

Las reformas estructurales que se necesitan
El ex presidente del Banco Nación dijo que comparte la necesidad de avanzar en cambios laborales, tributarios y previsionales, pero advirtió que esas transformaciones no deben anteceder a la estabilización. "Si no hay política cambiaria y monetaria, es poner el carro delante de los caballos", resumió.
Asimismo, afirmó que la reactivación del consumo no se logra con emisión desordenada o endeudamiento improvisado, sino con confianza, capitales y crédito. "La temperatura al consumo se la da el círculo virtuoso de hacer las cosas bien", explicó.
Melconian también cuestionó al Gobierno por haber sostenido durante meses que no emitía, cuando en realidad sí lo hacía. "Se la pasaron siete meses diciendo que no emitían, y menos mal que lo hicieron. Si no, volábamos por el aire", dijo.
Para el economista, el equipo económico perdió consistencia y dejó traslucir que algunas decisiones monetarias provinieron directamente del presidente y no de los técnicos. "El baño de liquidez fue una expansión deliberada que terminó empujando nuevamente el dólar arriba", señaló.
El oficialismo giró hacia una política monetaria convencional, pero lo hizo de manera errática y sin rumbo claro. "Hoy ningún economista profesional puede decir cuál es el futuro de la política monetaria de Argentina, porque no lo sabe", advirtió.
En otro tramo de la entrevista, apuntó contra la narrativa oficial de que la inflación se origina exclusivamente en el déficit fiscal. "La tasa de inflación tiene raíz fiscal, pero no es todo. Si fuera así, después de siete meses sin emitir ya tendrías que estar recogiendo frutos, y eso no pasó", argumentó.
El ex funcionario planteó que Argentina necesita un programa de estabilización de shock si pretende alcanzar un dígito inflacionario. "Este programa no es un shock estabilizador. No acomodó las cuentas", sostuvo.
La relación de Melconian con el Gobierno no estuvo exenta de choques. El oficialismo lo señaló en varias ocasiones como parte del grupo de "econochantas", una etiqueta que el presidente utilizó para descalificar a los economistas críticos. El ex titular del Banco Nación se convirtió en uno de los blancos predilectos de esas respuestas airadas.
Al cierre de la entrevista, insistió en que la economía requiere definiciones claras y un horizonte más previsible. "Tipo de cambio, tasa de interés, inflación, actividad y riesgo país van todos de la mano. Los cinco bien no van a quedar, pero hay que elegir un sendero creíble", concluyó.



