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La Argentina ya tuvo contactos con bancos extranjeros para que le hagan préstamos al país, como sucedió en abril, con los "repo". Pero en esta ocasión, la iniciativa del ministerio de Economía estuvo acompañada por un tiburón de las finanzas.

El teléfono del secretario del Tesoro, Scott Bessent, suena más fuerte que el de los funcionarios locales. Cuando el funcionario estadounidense anunció que "bancos y fondos soberanos" podrían colaborar con las cuentas argentinas, los ojos de Wall Street comenzaron a mirar la idea con otros ojos.

Un rápido sondeo entre algunos ejecutivos de bancos de inversión indica que la ayuda podría venir de fondos soberanos con base en Qatar.

Los capitales de ese país están en un alineamiento con los Estados Unidos y siempre miraron con simpatía al gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), en el que Caputo ya tuvo un rol ministerial.

El Cronista contactó a ejecutivos de dos bancos estadounidenses y uno europeo para saber si analizaban participar de la propuesta de Bessent o habían sido consultados al respecto. En dos de esas tres instituciones financieras descartaron la posibilidad. En una tercera dijeron que lo evaluarían, pero no había una decisión al respecto.

"Miraría a Qatar y fondos vinculados a los petrodólares. Están en un momento de mucha sintonía con Estados Unidos (por la cuestión de Israel, entre otros temas) y cualquier pedido que les haga el Gobierno americano será tenido en cuenta", añadió una fuente, que pidió no ser identificada.

En el Atlantic Council, mientras Caputo y Bausili exponían, una decena de representantes de fondos de inversión o instituciones financieras tomaban notas o enviaban comentarios a sus clientes. Les detallaban las expectativas del Gobierno en relación a la cotización del dólar, o si habría reformas políticas después de las elecciones.

Después están los grandes fondos -Blackrock, Fidelity, Pimco-, que manejan carteras de inversión descomunales y que suelen estar atentos a las oportunidades en mercados emergentes. Blackrock es un tenedor importante de la deuda soberana argentina.

El ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili evitaron hacer comentarios sobre los anuncios de Bessent del miércoles.

El swap con EE.UU.. una de las herramientas más esperadas, podría ser activado dentro de las próximas dos semanas. Eso implica que hay una posibilidad que se logre antes de las elecciones, aunque los funcionarios no confirmaron esa posibilidad.

"Llegamos a un acuerdo para un marco, y podría ser implementado dentro de las próximas dos semanas. Ya acordamos los términos de este tipo de facilidad, que provee liquidez", puntualizó Bausili.

La mira en las elecciones


¿Podría ser antes de las elecciones?
, le preguntaron los organizadores del Atlantic Cousil, que invitaron a ambos funcionarios a exponer frente a inversores y ejecutivos interesados en Argentina. "Eso esperaría", contestó el presidente del Banco Central.

Mientras que Caputo se centró en definiciones más políticas, como el convencimiento del apoyo de Donald Trump a Javier Milei, Bausili se hizo a cargo de las respuestas más técnicas. En especial, en definiciones relativas a lo que sucederá con el tipo de cambio. El consenso del mercado es que el Gobierno debe salir del esquema de bandas e ir hacia una flotación libre después de las elecciones, pero el equipo económico no parece tan convencido.

"Estamos conformes con la calibración de las bandas. Lo que observamos es que hubo un shock politico y por eso no creemos que debemos recalibrar todo el programa o el sistema de bandas en un contexto de un shock político. Después de las elecciones, esto habrá pasado. Queremos reafirmar que no anticipamos ningún cambio en el sistema de bandas y régimen cambiario", observó.

"Cuando salimos del 'crawling peg´y fuimos al sistema de bandas cambiarias (del dólar), el tipo de cambio se movió un 25%, pero con muy poco traspaso a la inflación", explicó Bausili, que declinó cualquier posibilidad de una libre flotación. Aunque la acumulación de reservas por parte del Banco Central es un objetivo sugerido por el FMI, Bausili descartó que en el organismo multilateral le quieran imponer ese cambio.

El presidente Trump "va a apoyar nuestras políticas". "No me lo imagino apoyando a comunistas. Necesitamos evitar volatilidad política. Esta es la dirección en la que tenemos que ir (por el equilibrio fiscal). Vamos en esta dirección o en otra (marcó con sus dedos hacia atrás). Creo que es importante que la política del país se pueda alinear en el equilibrio macrofiscal", manifestó Caputo.

"Fue increíble lo de Trump. Hizo un esfuerzo increíble para reunirse con nosotros. Como es su estilo, él siempre va al punto", destacó el ministro. "Hubo algunos detalles que hablamos con su equipo, como el acuerdo comercial", detalló el ministro. Pareció dar a entender que el presidente Trump no conocía algunas particularidades de lo allí discutido. "La ayuda del FMI es extraordinaria, en cuanto a la velocidad y calidad del programa. Es fenomenal", agregó Caputo.

"Argentina viene acostumbrada a vivir con déficit fiscal, lo que implica subir impuestos y emisión monetaria. Esta es la primera vez que hay un superávit fiscal sólido", se ufanó Caputo. "Los defaults, las subas de impuestos, las políticas anteriores" fueron las razones por las que el ministro cree que los mercados desconfían de lo hecho por Argentina.