El delantero rosarino Lucas Nicolás Alario (24) está registrado en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) con contrato profesional con River Plate desde el 04/12/2015. Semanas atrás se había divulgado que el club alemán Bayer 04 Leverkusen tenía interés en el futbolista.

Ante el rechazo de River a la oferta de los alemanes, Alario decidió hacer uso de la llamada cláusula de rescisión mediante el depósito de 24 millones de euros. El hecho que disparó la controversia ocurrió cuando el jugador fue a un centro de salud de Buenos Aires para hacerse chequeos médicos.

En un comunicado del 28/08/17, River Plate denunció: "Tomamos conocimiento por medios periodísticos que el jugador se encontraba realizando estudios médicos sin que contara con nuestra autorización, en compañía de su representante y del Sr. Karl Dittmar, quien se presentó como Director Médico del Bayer 04 Leverkusen, infringiendo así las normas de ética y buena fe". Se los acusa de haber "inducido la ruptura contractual" del joven goleador.

El Art. 13 del Reglamento FIFA sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores (RETJ) establece como regla básica el cumplimiento de los contratos: "Un contrato entre un jugador profesional y un club podrá rescindirse sólo al vencimiento del contrato o de común acuerdo".

El Art. 17 del RETJ prescribe para los casos de ruptura unilateral sin causa justificada que "la parte que rescinde se obliga a pagar una indemnización y, salvo que no se estipule lo contrario en el contrato, la indemnización por incumplimiento se calculará considerando la legislación nacional, las características del deporte y otros criterios objetivos".

Cuando un jugador profesional deba la indemnización, él mismo y su nuevo club asumen la obligación conjunta de efectuar el pago. Esta ruptura no puede concretarse durante el llamado período protegido del contrato (3 años) y en caso de incumplimiento, el futbolista se expone a recibir sanciones deportivas (entre 4 y 6 meses de suspensión).

El club que haya inducido a la rescisión del contrato será sancionado con la prohibición de inscribir nuevos jugadores durante 2 períodos completos y consecutivos. Salvo prueba en contrario, "cualquier club que firma un contrato con un jugador profesional que haya rescindido su contrato sin causa justificada ha inducido al jugador profesional a la rescisión del contrato".

Las cláusulas de rescisión fueron inicialmente utilizadas por clubes de España según el Real Decreto 1006/85, y luego en Alemania, Rusia e Italia, hasta expandirse hoy como moneda corriente en el mercado.

Sus impulsores supieron justificarla como una necesidad imperiosa para dejar a salvo de antemano, el monto de la indemnización para el supuesto que el jugador decidiere romper su vínculo con el club. De ese modo, se obtiene una mayor certeza sobre la real cuantía en juego sin depender del criterio de la Cámara de Resolución de Disputas de la FIFA y/o del Tribunal Arbitral del Deporte (TAS).

De no recurrirse a esta cláusula, por el principio de especificidad del deporte se abre un amplio abanico en el proceso de determinación del resarcimiento, que la mayoría de los clubes desean eludir.

Tras haberse filtrado una foto posando con la camiseta 13 del Leverkusen, Alario declaró: "Me llegó esta oportunidad y no pude desecharla. No puedo dar vuelta atrás y quiero disculparme con los hinchas". El 9 vivió una situación similar con su ex club Colón de Santa Fe en la previa de su pase a River.

El club de Nuñez fue acusado de desleal cuando el zaguero Javier Pinola de Rosario Central, con contrato hasta el 30/06/2018 y promesa de extenderlo por otro año, optó por rescindir sin causa tras una llamada del DT Marcelo Gallardo, mediante el pago de u$s 1.5 millón más una suma adicional por los daños causados.

Lo mismo había ocurrido un año atrás con el delantero Marcelo Larrondo, quien desistió de continuar su vínculo con el club rosarino bajo la influencia de los de la banda roja. Entonces su presidente Rodolfo DOnofrio dijo: "Escuché por ahí lo de los códigos y voy a aclarar algo: River no tiene códigos".

¿Tenerlos es ponerse de acuerdo los clubes para quitarle la libertad al jugador para que utilice su cláusula? Haciendo una analogía con la ley penal, la figura del arrepentido consagra a quien está dispuesto a colaborar con la Justicia, aportando información sobre delitos en los que ha participado con el fin de reducir su pena.

En el fútbol los que echan mano a la salida antes de tiempo se convierten en arrepentidos de la palabra empeñada y colaboran en las sombras con el nuevo club que los contrata. Como pregona el catalán Joan Manuel Serrat (1943): "Nunca es triste la verdad lo que no tiene es remedio y no es prudente ir camuflado eternamente".