Un empresario pyme destaca siempre que tener empleados en blanco es como tener una bomba de tiempo. Un par de juicios laborales y debe cerrar la empresa. Desde mediados de los ’90 que se viene intentando imponer una modernización de la legislación laboral y disminuir los impuestos al trabajo. Nunca se avanzó seriamente. No debe sorprender que siga floreciendo el trabajo en negro o las relaciones laborales vía facturación (incrementando el número de monotributistas).
El populismo, dirigismo, y/o el sindicalismo inventaron todas las medidas que se puedan imaginar: desde imponer doble indemnización en épocas de recesión o directamente la prohibición de despedir. El ministro Federico Sturzenegger detalla el “carancheo” existente a la hora de contratación: el sindicalismo que se lleva parte del salario y luego una comisión por aumentos en paritarias, los gobiernos que cargan con impuestos al salario para recaudar y luego determinadas cámaras de empresas que acuerdan con sindicalistas cobro de porcentajes sobre el salario bruto.

Ayer en la CGT hubo una reunión con diputados del PJ. Ya se están pintando la cara para la guerra que se avecina en el Congreso en el primer trimestre del 2026. Hay 8 diputados sindicales, pocos, pero que están convocados para la batalla. Desde el gobierno aprovechan el viento de popa tras las elecciones legislativas con reuniones diarias con gobernadores.
Pero para reducir el empleo en negro, no todo pasa por la legislación laboral. Va de la mano de una reforma impositiva que reduzca el costo de contratar en blanco. Pero no todo es negro. También hay mucho gris con parte del salario en blanco para aparentar y otro parte, mayor, en negro.
La otra variante es la contratación vía facturación como monotributistas, una desviación de la simplificación impositiva lanzada en 1998 por Carlos Silvani, exfuncionario del FMI y titular de la AFIP en la segunda administración de Carlos Menem. El paraíso impositivo es el monotributista; el infierno, ser autónomo. De hecho ese salto es evitado a toda costa por los contribuyentes con diferentes artilugios.
En una entrevista con El Cronista, el economista Pablo Guidotti detalló otro incentivo que funciona proempleo negro. El bajo nivel de las jubilaciones hoy no genera al empleado inncentivos al aporte. Todo lo contrario. Basta con ver la reacción de los jóvenes con el primer salario al descubrir la diferencia entre salario bruto y neto y las escasas utilidades que perciben de esa alta brecha.
El camino por delante es muy largo. Son 80 años de andar en marcha atrás.






