El Gobierno analiza el mensaje de los gobernadores. Toman la foto de esta semana como un intento por marcarle la cancha al Presidente. De todos modos, no piensan dar marcha atrás con el veto a las leyes que cree, amenazan el déficit fiscal. Camino a las elecciones y con un dólar que presiona al alza se pone en riesgo el armado electoral.
La divisa norteamericana acumuló en el mes de julio un 13% de aumento. Sólo en el día de ayer subió $ 55, se ubicó en los $ 1380 y la expectativa es que la volatilidad continúe.
En la Rosada lo minimizan, pero saben que sumado al término de la liquidación de la cosecha del campo y con eso el fin de expectativa de mayor ingreso de dólares, más la baja de retenciones, que también hará lo propio, el ruido político también suma incertidumbre.

El mercado lee desequilibrio en la canasta entre pesos y dólares y sobrerreacciona.
En Gobierno aseguran que no es problema: "El dólar está subiendo dentro de la banda. Está dentro de lo previsto. Cuando llegue a su techo, vamos a intervenir y va a bajar", afirmaban durante la tarde en los despachos oficiales. El tema es que cuando llegue al techo el Gobierno tendrá que definir si el Central cuenta con los dólares necesarios como para inyectarlos al mercado y así contener un número que podría revertir su tendencia a la baja, el de la inflación.
La cotización de ayer marcó un nuevo récord mientras se espera por el desembolso de 2000 millones de US$ del Fondo Monetario Internacional. Eso y la normalización del valor de las tasas podría traer algo de alivio.
De todos modos, lo que no está entre las variables económicas, pero sí incide en las reacciones del mercado es el diálogo político. Mientras el Ejecutivo sigue buscando llegar a los votos necesarios para blindar el veto de la ley que otorga aumento a las jubilaciones y declara la emergencia por discapacidad, seis gobernadores se le cruzaron de brazos al Presidente y fueron los protagonistas de la foto de la semana: Ignacio Torres de Chubut, Martin Llaryora de Córdoba, Maximiliano Pullaro de Santa Fe, Carlos Sadir de Jujuy y Claudio Vidal de Santa Cruz. El gobernador de Corrientes, Gustavo Valdes no participó de la reunión pero manifestó su intención de participar.

La idea del encuentro era delinear una estrategia conjunta para lograr en el Congreso la aprobación en Diputados de las leyes que ya tienen media sanción en el Senado sobre la distribución de los Aportes del Tesoro Nacional y del Impuesto a los Combustibles Líquidos. Si bien los gobernadores empujaban la sesión para esta semana, no llegaron a tiempo. Los gobernadores salieron del encuentro hablando de la necesidad de un grito federal con voces en el Congreso. Y para eso plantearon "competir mancomunadamente en las elecciones de octubre, sabiendo que la realidad actual exige vocerías que defiendan a la Argentina del trabajo", dijeron en un comunicado conjunto refiriéndose a la situación del interior productivo.
Las avenidas del medio no tienen buen pasado en el país, de algún modo nunca llegaron a convencer al electorado que terminó volcándose a los polos a la hora de votar. De todos modos, esta propuesta cae en un momento distinto.
Por un lado, es de gobernadores cuyas provincias tienen en parte, independencia de Nación. Tienen agendas disociadas de la Casa Rosada. Son distritos con una visión pragmática del comercio. Consideran que gran parte de los argentinos no se encuentran representados hoy por el kirchnerismo ni por Milei.
Son gobernadores jóvenes, en la mayoría de los casos que plantean competirle a figuras desgastadas en una coyuntura distinta a la de aquella vieja foto de la que fueron parte Scioli, Massa, Lavagna y Urtubey. La implosión de sus espacios y sobre todo la del PRO, entienden que frente a un contexto económico incierto les mejora las chances respecto de aquella que buscaron sin éxito los que querían caminar por la famosa ancha avenida del medio.
Hacia adentro del Gobierno se dividen hoy: los que sopesan y consideran que los riesgos de redoblar la apuesta y endurecer la postura pueda verse reflejado negativamente en el resultado electoral y los que consideran, como el Presidente, que la dureza los define identitariamente y que el votante que apoya lo hace justamente por eso.

El hecho de que Córdoba y Santa Fe sean parte de la foto del frente de los gobernadores, provincias que detrás de CABA son las que más recursos manejan, también hace distinto el planteo. Recordemos que en la provincia de Schiaretti, quien ahora será candidato, el presidente Milei tiene muy buena aceptación de la gestión, de modo que LLaryora camina un fino equilibrio entre marcar la cancha y terminar goleado.
Los gobernadores dieron un primer paso, de acuerdo al resultado de las elecciones de octubre analizaran si este espacio es definitivo o volverán a apoyar al Gobierno como lo hicieron en un principio.
Hoy no quieren jugarse aún con ninguna definición. Es probable que si el Gobierno paga en parte lo que debe de los Aportes al Tesoro Nacional entonces les den a sus legisladores "libertad" para acompañar el veto. De no ser así probablemente el Ejecutivo no consiga sin ellos llegar a los "87 héroes" necesarios que supieron estar, acompañar y fueron festejados con el famoso asado de Olivos.
En la Rosada tienen claro este dilema. El resultado de la decisión que tomen sobre pasar a quinta y hacer un rebaje probablemente suene en clave electoral. Y si eso fue bueno o malo, se verá con más nitidez el 26 de octubre.



