

Cada vez más personas buscan soluciones naturales para mejorar su salud cardiovascular. El colesterol alto y los triglicéridos elevados son dos de los factores más comunes en la población adulta colombiana, en gran parte por una alimentación rica en fritos, harinas refinadas y azúcares.
Frente a esto, la medicina ha comenzado a mirar con atención ciertos alimentos autóctonos que podrían ayudar a revertir estos indicadores sin necesidad de fármacos.
Uno de ellos, ampliamente conocido en las regiones andinas y caribeñas, ha sido revalorizado por su poder para reducir el colesterol LDL (malo) y bajar los triglicéridos en menos de 30 días, siempre que se consuma de forma constante y en el momento adecuado del día.
De qué alimento se trata y qué efectos tiene
Se trata de la linaza, una semilla que crece en varias regiones del país y que forma parte de la medicina tradicional desde hace décadas. Pero ahora, varios estudios científicos avalan lo que muchos sabían de manera empírica: la linaza ayuda a reducir el colesterol y mejora el perfil lipídico en general.

Según un estudio publicado en Journal of Clinical Nutrition, consumir una cucharada diaria de linaza molida durante 30 días puede reducir hasta un 15% los niveles de triglicéridos en personas con dislipidemias leves. Esto se debe a su alto contenido de ácidos grasos omega 3, fibra soluble y lignanos, compuestos con efectos antioxidantes.
Además, su consumo regular ayuda a mejorar el tránsito intestinal, controlar el azúcar en sangre y generar mayor sensación de saciedad.
Cómo se debe consumir para que sea efectivo
Los nutricionistas recomiendan consumir la linaza molida y en ayunas, disuelta en agua tibia o incorporada en jugos naturales. Las semillas enteras no se digieren completamente, por lo que su efecto es menor.
Lo ideal es:
Usar una cucharada de linaza molida al día, preferiblemente por la mañana.
Disolverla en un vaso con agua tibia y dejarla reposar unos 10 minutos.
Tomarla antes del desayuno, con el estómago vacío.
Acompañarla de una dieta baja en grasas saturadas y sin azúcares añadidos.
También puede mezclarse con frutas ricas en antioxidantes como la papaya o el banano, potenciando su efecto depurativo.
Quiénes deben evitarla o consultar antes
Aunque la linaza es segura para la mayoría de las personas, hay casos en los que no se recomienda su consumo sin supervisión médica:
Personas con problemas hormonales relacionados con estrógenos (como endometriosis o ciertos tipos de cáncer).
Quienes toman medicamentos anticoagulantes.
Mujeres embarazadas, especialmente en el primer trimestre.
Personas con intestinos muy sensibles o cuadros de colitis.
Por eso, antes de incorporarla como tratamiento diario, es recomendable consultar con un profesional de la salud o nutricionista, especialmente si se está bajo tratamiento médico.

La clave, como siempre, está en la constancia. No se trata de una solución mágica, sino de un cambio de hábito natural, sencillo y respaldado por la ciencia. En un país como Colombia, donde la linaza es fácil de conseguir y económica, se convierte en una opción accesible para quienes buscan cuidar el corazón sin recurrir inmediatamente a fármacos.





