

En muchas cocinas caseras circula un tip que intriga: mezclar clara de huevo con un toque ácido. No se trata de una moda pasajera ni de un invento de internet. Es una técnica usada desde hace décadas por reposteros y cocineros profesionales que buscan lograr texturas más estables, sabores definidos y resultados confiables en cada preparación.
El secreto está en el pH. Un chorrito de vinagre modifica la estructura de las proteínas de la clara y abre la puerta a espumas firmes y uniformes. Cuando se aplica de forma correcta, el cambio químico permite obtener mezclas que resisten más tiempo sin colapsar y que mantienen mejor sus propiedades, algo esencial en repostería fina y en técnicas como el pochado.
Mezcla de clara de huevo con vinagre: para qué sirve
El ácido fortalece la red proteica de la clara y hace más estable la espuma. Esa estabilidad es la que evita que el batido se desinfle o pierda volumen con el paso del tiempo. Los ácidos -vinagre, limón o cremor tártaro- mejoran la estructura y reducen el riesgo de que la mezcla se venga abajo antes de tiempo, lo que facilita recetas complejas.

Para merengues, muchas recetas recomiendan usar 1/2 cucharadita de vinagre por clara o 1/8 de cucharadita si es un vinagre muy concentrado. Esta proporción es suficiente para lograr un merengue brillante, elástico y resistente, ideal tanto para postres horneados como para decoraciones que requieren firmeza y presentación.
Pochar huevos con vinagre: cuándo sirve y cómo usar la mezcla
Al pochar huevos, el ácido acelera la coagulación de las claras y ayuda a que se cierren alrededor de la yema. Esto hace que los huevos queden con una forma más definida, evitando que las claras se dispersen en el agua. Es un truco que facilita la tarea y da mejores resultados, incluso para quienes no son expertos en la técnica.
La cantidad recomendada es mínima: solo una "salpicadura" de vinagre en el agua. Luego, es aconsejable enjuagar el huevo para quitar cualquier residuo de sabor. Si prefieres no usar vinagre, puedes compensar con huevos frescos, agua quieta y un colador fino para retirar las partes más líquidas de la clara antes de cocinarlos.

Beneficios principales de la mezcla
Espumas más firmes y resistentes al colapso en repostería.
Texturas más brillantes y elásticas en merengues.
Claras que coagulan rápido al pochar huevos.
Menos riesgo de que la preparación pierda forma.
Técnica fácil de aplicar en casa sin equipos especiales.


