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Consternación causó en Cúcuta el asesinato de Desiderio Ramón Carieles Asuaje, un domiciliario de nacionalidad venezolana que fue baleado en plena vía pública por una mujer armada. El crimen ocurrió el lunes 27 de octubre de 2025, alrededor del mediodía, en el barrio El Porvenir, uno de los sectores más transitados de la ciudad.
Testigos relataron que la agresora sostenía un teléfono celular en una mano mientras accionaba el arma con la otra. Tras el ataque, ella y su acompañante huyeron por un pequeño puente peatonal que conecta con el barrio Trigal del Norte.
El ataque ocurrió a plena luz del día en el barrio El Porvenir
Según informó La Opinión, la víctima se desplazaba en una motocicleta Suzuki GN roja cuando fue interceptada por otra moto en la que viajaba una pareja. La mujer, que iba de parrillera, disparó una sola vez, impactando al hombre en el mentón, el proyectil salió por la frente, provocándole la muerte instantánea.
El homicidio se registró cerca de la cancha La Batea, en la calle 22 entre avenidas 5 y 6. Los testigos afirmaron que la atacante parecía estar grabando o realizando una videollamada en el momento del disparo, y luego enfocó a su víctima caída antes de escapar.
Los responsables huyeron tras cruzar un puente peatonal
Después del ataque, la pareja huyó cruzando un puente peatonal que conduce hacia el barrio Trigal del Norte, lo que les permitió evadir a las autoridades y posiblemente desplazarse hacia otros sectores como Motilones o el Anillo Vial Occidental.
Vecinos del sector salieron alarmados al escuchar el disparo y encontraron el cuerpo del domiciliario tendido en la vía, con la motocicleta encima de una de sus piernas. La Policía Nacional llegó al lugar alrededor de 30 minutos después, acordonó la escena y dio inicio a las investigaciones con el apoyo de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho).
La víctima era un domiciliario venezolano que trabajaba en la zona
Desiderio Ramón Carieles Asuaje tenía 45 años y llevaba más de seis años residiendo en Cúcuta, donde se desempeñaba como mototaxista y domiciliario. Había emigrado desde Venezuela en busca de mejores oportunidades y era conocido por los vecinos del barrio Aeropuerto, donde vivía junto a su familia.
De acuerdo con allegados, la motocicleta que conducía el día del crimen no era suya, sino alquilada para su trabajo diario. Su pareja y sus hijos llegaron al lugar poco después del homicidio, sin poder contener el llanto al confirmar su identidad.
Las cámaras de seguridad serán clave para identificar a los asesinos
Las autoridades recuperaron videos de cámaras de seguridad ubicadas frente al lugar donde se produjo el disparo. Las imágenes permitirían identificar las características físicas de los responsables y la motocicleta en la que huyeron.
La Policía avanza en el análisis del material audiovisual y mantiene la hipótesis de que la mujer podría haber estado transmitiendo el ataque en tiempo real. Por ahora, no se descarta que el homicidio esté relacionado con ajustes de cuentas o amenazas previas.
