

Las cadenas de comida rápida en los Estados Unidos tienen a un nuevo enemigo: la inflación. El incremento de precios y una ley que aumentó el salario mínimo de los trabajadores provocó que el valor de los combos ya no se mantuviera "económico". Pero McDonald's analiza una propuesta para salir a recuperar a los consumidores de ingresos bajos, aunque su proyecto podría no tener suficiente quorum en un grupo más que interesado.
Si bien están muy lejos de los números argentinos, la economía estadounidense atravesó en los últimos años un período de alta inflación. En 2021 fue del 4,7% y al año siguiente registró un pico de 8%, el número más alto en los últimos cuarenta años. Y el año pasado se desaceleró a 4,7% anual, sin embargo esto afectó el consumo.
"Tenemos que enfocarnos en la asequibilidad", aseguró Chris Kempczinski, CEO de McDonald's, durante la última conferencia trimestral con accionistas. Y agregó: "Creo que nuestra oportunidad en los Estados Unidos es conseguir alinearnos como sistema alrededor de una propuesta económica que sea fuerte y nacional".

Según Bloomberg, la compañía quiere introducir un combo de u$s 5 en este esfuerzo por volver a conquistar a los consumidores con una economía más ajustada. Una fuente anónima le detalló al medio especializado en negocios que el menú incluiría un McChicken o un McDouble con papas fritas y una bebida.
Sus competidores Burger King y Wendy's ya cuentan con opciones de menú económicas con alcance nacional. En cambio, la marca de los arcos dorados solo logró algunas promociones locales debido a su modelo de negocios.
La compañía ya intentó introducir un menú económico a escala nacional a principios de año, pero se enfrentó a la negativa de sus franquicias. Los operadores creían que la promoción de cuatro semanas podría causarles un perjuicio económico y serias pérdidas, de acuerdo a lo consignado por Bloomberg. Al no tener quorum, McDonald's no siguió adelante con su idea, aunque ahora busca reflotarla.

El principal foco de conflicto está en California. En abril pasado ahí se aprobó una nueva ley que incrementó en un 25% el salario mínimo para empleados de cadenas de comida rápida a u$s 20 la hora. Esto solo aplica a empresas que tengan más de 60 locales activos en el mercado estadounidense y dificultó que las firmas pudieran mantener sus precios bajos.
La empresa de la gran M ya había adelantado en marzo sobre otros pasos en su plan por volver a conquistar a una parte de su público. Hamburguesas más grandes, más stock de pollo y una experiencia de café más refinada.
En 2018 había realizado otro intento por seducir a los consumidores de menores ingresos con menús que iban desde u$s 1 hasta u$s 3 por ítem. No obstante, según un informe de Business Insider, el elemento más barato de esta propuesta ya casi no está disponible en los locales de los Estados Unidos.




