

Unasur pretende recuperar la vitalidad política perdida. Y la decisión de los países del organismo es que el próximo secretario general sea un ex canciller, una figura conocida en la región y en lo posible de Brasil o la Argentina. En la lista de nombres posibles figura el ministro Héctor Timerman, confirmaron a El Cronista WE fuentes del Palacio San Martín.
El tema, incluso, fue planteado en el último viaje de la presidenta Cristina Kirchner a Nueva York, cuando a principios de agosto pasado la Argentina asumió la presidencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Varios embajadores ante el organismo escucharon de boca de un funcionario argentino que Timerman sería "un excelente secretario general" para el relanzamiento que necesita la Unión de Naciones Sudamericanas. Así, quedó oficialmente postulado.
Y es que los países de la región coinciden en que el organismo que reúne a las naciones de América del Sur sufrió el impacto de la muerte de Hugo Chávez, motor de la integración regional, y ya no es lo que era.
Incluso recuerdan que el paso del ex presidente Néstor Kirchner como secretario general del bloque le otorgó dinamismo y visibilidad política al organismo. Sus sucesores, sin embargo, no estuvieron a la altura de las circunstancias.
El secretario general desde el 2012 es el venezolano Alí Rodríguez, un ex ministro de Energía Eléctrica del gobierno de Chávez que debía terminar su mandato hace una semana. En la cumbre de Surinam de la semana pasada no hubo acuerdo sobre la sucesión y su gestión se extendió hasta finales de septiembre con el único objetivo de consensuar el nombre de un reemplazante potente.
Brasil también tiene sus candidatos para el puesto. En primer lugar circula el nombre de Celso Amorim, ex canciller de Lula Da Silva y actual ministro de Defensa de Dilma Rousseff, y luego el del influyente asesor presidencial en temas internacionales, Marco Aurelio García. Pero Dilma no está del todo convencida en ceder a ninguno de sus dos funcionarios.
Claro que otra vez, la figura de Lula sigue siendo la más codiciada. Fue el ex presidente brasileño, al principio casi en soledad, quien impulsó la creación de Unasur, a fines de los años 90. El brasileño tuvo que esperar cambios de sintonía política entre los países sudamericanos para que finalmente se firme el Tratado Constitutivo del organismo en 2008.
En junio pasado, el presidente ecuatoriano Rafael Correa, volvió a postular públicamente a Da Silva para la secretaría general de Unasur. Sin embargo, primero por su enfermedad y luego por las cuestiones internas en Brasil, el ex mandatario y hoy figura reconocida a nivel internacional, no termina de dar el sí. De allí la postergación de la elección a fines de agosto, y la búsqueda que en la región se está haciendo sobre alternativas posibles.
Correa planteó en la última cumbre en Surinam la necesidad de "empoderar" la figura de la Secretaría General de la Unasur para darle "más capacidad ejecutiva a tiempo completo para profundizar el proceso de integración". Y pidió hasta fines de mes para encontrar a la persona correcta en la región.
En Buenos Aires, una delegación de enviados regionales sondeó a un senador prestigioso, quien descartó de plano la idea. Y el problema que tiene el kirchnerismo es que sus ex cancilleres fueron expulsados del círculo de confianza de la presidenta Cristina Kirchner.
Rafael Bielsa profesa el kirchnerismo nestorista, aunque no sea reconocido como habitante de ese mundo. Y además está hoy en la actividad privada. El caso de Jorge Taiana tampoco es ventajoso. Se fue del Gobierno en el 2010 después de una encarnizada interna con el hoy ministro Timerman, y tampoco lo ayuda por estos días su negativa a ser cuarto candidato a diputado por el FPV en la ciudad de Buenos Aires.
Resta Timerman, un canciller desgastado por el golpe político y personal que le ha generado la defensa a ultranza del acuerdo con Irán para que supuestamente avance la causa AMIA, en condiciones muy discutidas por juristas, diplomáticos y dirigentes nacionales. Más aún cuando el acuerdo fue aprobado en el Congreso sin admitir modificación alguna, y todavía espera su tratamiento en el Parlamento iraní sin fecha cierta.
Timerman está firme en su relación con la Presidenta, pero astillado internamente. Y Cristina, se sabe, estaría dispuesta a oxigenar su Gabinete antes o después de las elecciones del 27 de octubre. Dependerá de lo que dicten las encuestas.
Para el canciller, su designación como secretario general de Unasur sería una salida digna. La misma fórmula que aplicó la Presidenta con la ex ministra de Seguridad, Nilda Garré, hoy embajadora argentina en la OEA. z we
¿Una salida elegante
l Timerman suena como posible secretario general de la Unasur, que busca recuperar la vitalidad perdida.
l La decisión de los países es que el próximo titular sea un ex canciller y figura conocida en la región, en lo posible de Brasil o la Argentina.
l Timerman está golpeado internamente por su defensa del acuerdo con Irán, pero firme en la relación con Cristina.
l CFK podría oxigenar su Gabinete y el canciller seguiría así los pasos de Garré, hoy embajadora en la OEA.