

Con la misma serenidad y parsimonia que se toma la tierra para moldear su corteza, la Costa azul se ha tomado un par de miles de años para modelar ciudades, poblados, villas inigualables. El impresionismo del siglo XIX sobre el renacentismo y aquel sobre la ocupación romana o fenicia, la historia de los pueblos ha dejado su huella en una región marcada por el lujo.
Allí, de cara al Mediterráneo, las cornisas vinculan cada mojón del camino. Aquí se destacan cinco de ellos, un quinteto de recodos imperdibles, de esos que nadie debiera dejar de conocer a su paso por la mítica Côte d'Azur.Descubriendo a PicassoEn el verano de 1946, cuando Europa comenzaba a recuperarse de la Segunda Guerra Mundial, Pablo Picasso decidió afincarse en un pequeño poblado de la Costa Azul llamado Antibes. Aunque sin la fama de sus vecinos mayores como Niza o Cannes, se trata de un sitio igualmente bello, asentado sobre uno de los tantos cabos de la región. Allí, además de visitar un puerto deportivo siempre en movimiento, es obligación conocer el Museo de Picasso, instalado en un antiguo castillo medieval, el Chateau Grimaldi. En este espacio situado frente a la Place Mariejol es posible recorrer sus salones durante todo el año, salvo lunes y feriados. Info: Oficina de Turismo de Antibes Juan les Pins.
www.antibes-juanlespins.com
Museo Picasso - Château Grimaldi, Tél : 04 92 90 54 20Cubismo y modernidadSiguiendo con el foco puesto en los maestros de la pintura, del cubismo es posible saltar a una de las mejores expresiones del fauvismo, visitando el Museo Matisse, que se encuentra en Niza. Esta ciudad es la que ofrece la mayor cantidad de servicios y posibilidades para el turista y sería muy extenso contar todos sus atractivos. Pero sea cual fuere el recorrido elegido, no puede faltar la visita al Museo de Marras. El edificio que alberga las pinturas es una atractiva villa de estilo genovés del siglo XVII totalmente reacondicionada. Desde sus ventanas es posible admirar el Mediterráneo y, en su interior, la vista se deleita con obras que incluyen los primeros trabajos de 1890, más de 235 dibujos y 218 grabados, que se exhiben alternadamente.
Info: www.musee-matisse-nice.org
164 Avenue des Arènes de Cimiez, Tel. 04 93 81 08 08.La Mere GermaineVillefranche sur Mer es uno de tantos pequeños poblados costeros en donde vale la pena detenerse a almorzar, y La Mere Germaine es el sitio indicado, por su cocina, por su perfecta simpleza y su historia. Germaine Brau nació en 1900 y a los 17 años se convirtió en cocinera de un regimiento estadounidense destacado en Francia. Pasada la guerra y afincada en la Costa Azul, Germaine soñó con su propio restaurante, que fundó recién en 1938. Nuevamente, los marineros de los Estados Unidos llegaron con la guerra y Germaine los recibió, pero esta vez en su negocio. Su trato amable, la atmósfera del lugar y la excelente comida, la convirtieron en un clásico, al punto que cuando Jean Cocteau llegó a Villefranche para redecorar una capilla centenaria, eligió La Mere Germaine como base de operaciones.
7 Quai Amiral Courbet, 06230 Villefranche-sur-Mer.La Chevre dOrEn la Moyenne Corniche (entre le Gande y le Basse) está el exquisito poblado de Eze. Desde sus 429 metros de altura sobre el nivel del mar, es encantador disfrutar de las frescas noches costeras junto a la presencia intangible de Nietzsche, George Sand, Stephen Liégard o Walt Disney, todos asiduos concurrentes de este poblado medieval. Nuevamente, la comida convoca al placer, esta vez en el Relais Gourmand La Chevre dOr, donde se rinde culto a la alta gastronomía. Philippe Labbe, su joven y experimentado chef, impone un estilo exquisitamente refinado en donde cada uno de los platos de su menú es una lección de alta cocina.
Y de los aromas de la cocina, resulta sencillo desplazarse a los perfumes franceses. Aquí en Eze se encuentra Fragonnard, un enorme complejo de 300 metros cuadrados donde artesanos y científicos comparten la tarea de dar vida a las mejores fragancias del mundo. Perfumes que habrá que cargar en el equipaje para lucirlos en Mónaco, la última estación de este viaje de ensueño.
Rue du Barri, 06360 ÉzeMónaco desde el aireAl momento de regresar desde Mónaco al aeropuerto de Niza, donde habitualmente se toma el avión o el tren de regreso, existen varias opciones. Volver por las Cornisas, con su tránsito intrincado y viendo pasar de largo los sitios agradables no parece una buena alternativa. Tomar la autopista para recorrer ese trayecto por tierra suena mucho mejor.
Pero la opción imperdible es contratar un helicóptero que en apenas 25 minutos y por un costo de 210 euros permite contemplar el paraíso desde el aire. Precisamente, un helicóptero está esperando para sortear el tráfico de las cornisas, pero también para ver el paraíso desde el cielo.
www.helicopter-saint-tropez.com z we