

En el marco del Salón Aeronáutico de Le Bourget llevado a cabo días atrás en Francia, el Consorcio Aeronáutico Europeo (EADS), dueño de la compañía Airbus, presentó su proyecto ZEHST (siglas en inglés de Transporte de Alta Velocidad Cero Emisiones), un avión cuyo cliché publicitario fue que será capaz de "unir París con Tokio en tan sólo dos horas y media".
Se trata de una nave hipersónica, aún más veloz que una supersónica, que prácticamente no emitiría contaminantes en la atmósfera terrestre, ya que se moverá por la estratósfera. Según explicó a la agencia de noticias AFP el Director General Delegado de Tecnología e Innovación de EADS, Jean Botti, éste será "el avión del futuro".
El original diseño del ZEHST cuenta con motores para el despegue que funcionan a base de biocarburantes elaborados con algas. Una vez en la altura, el avión utilizará motores similares a los de un cohete, que funcionarán con hidrógeno y oxígeno, por lo que, tal como explicó Botti, "son totalmente limpios y no emiten más que vapor de agua". A la hora de aterrizar, el piloto cortará los motores y dará inicio al descenso planeando, antes de poner en marcha los motores clásicos de la aeronave. Según sus palabras, "la solución ecológica está en el límite del espacio. No es un avión, no es un cohete, es un avión-cohete comercial".
Este proyecto creado en colaboración con Japón y con la Dirección General de la Aviación Civil francesa, podrá ascender hasta los 32 kilómetros de altitud, mientras que un avión tradicional no supera los 10 mil metros. Asimismo, el ZESHT tendrá una capacidad para transportar entre 50 y 100 personas y, si bien aún no es más que un boceto, ya está prevista una primera versión de demostración para 2020 y su puesta en servicio para vuelos comerciales durante 2050.
Desde la EADS confirmaron que hay grandes posibilidades para la concreción de este proyecto, ya que las tecnologías necesarias para llevarlo a cabo ya habrían sido desarrolladas. Incluso los motores ya existen, comercializados por Astrium, filial espacial de EADS, que los diseña para viajes espaciales. Si todo marcha bien, dentro de cuarenta años podríamos viajar de París a Tokio en tan solo dos horas y media. ¿Quién lo hubiera imaginado? z we